Una reforma que fue considerada inconveniente antes, no puede ahora presentarse como viable bajo presiones o como parte de una transacción política, planteó el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Jaime Alberto Cabal, al fijar posición sobre la nueva etapa de discusión que inicia la reforma laboral en el Congreso y, sin referirse a la iniciativa de la Andi de discutir con el Gobierno y los parlamentarios en torno a medidas como adelantar el inicio de pago de las horas extras desde las 7 p.m.
Al explicar que la actual reforma «lejos de ser la solución, podría convertirse en un obstáculo insuperable para la recuperación del país», el dirigente gremial dejó en claro que «si se introducen modificaciones estructurales Fenalco acompañaría un proyecto concertado”.
«Los riesgos que representa siguen siendo los mismos: la pérdida de más de 454.000 empleos formales, de acuerdo con estudios del Banco de la República, como consecuencia del aumento desproporcionado de los costos para las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen el 97% del tejido empresarial del país”, expresó en un comunicado.
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Expresó su preocupación ante la posibilidad de que, tras la negativa del Congreso a la consulta popular por costosa y engañosa, se pretenda compensar con la aprobación acelerada de una reforma laboral que ya ha sido archivada en dos ocasiones, no porque no fuera el momento ideal, sino por sus graves implicaciones para el empleo y la economía nacional.
Según cálculos de Fenalco, si se aprueba la reforma tal como está planteada, una empresa comercial con apenas tres empleados vería incrementados sus costos laborales en más de un 34%. Este aumento no solo pondría en riesgo la viabilidad de muchas compañías, sino que también impulsaría la informalidad, reduciría las oportunidades de empleo formal y, en consecuencia, afectaría directamente el bolsillo de los colombianos a través del alza en los precios de bienes y servicios.
Para Cabal «no es justo ni sensato que comercios como tiendas, panaderías, cafeterías de barrio, que operan en horarios nocturnos y fines de semana, sean los que terminen pagando las consecuencias de decisiones tomadas por cálculo político. Tampoco pueden ser castigados sectores esenciales como los restaurantes, bares, hoteles, empresas de transporte, logística y vigilancia privada, que verían comprometida su sostenibilidad ante un alza drástica en los costos laborales», dijo.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
César Melgarejo / EL TIEMPO
Igualmente, señaló que la decisión del Congreso debe ser autónoma, informada y libre de presiones indebidas. Sería ilegítimo que se impusiera una reforma laboral mediante el miedo o la coacción, violando así los principios democráticos que rigen nuestra institucionalidad.
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«Desde FENALCO hemos reiterado que las decisiones de fondo sobre la legislación laboral deben nacer de procesos serios de concertación y diálogo social, como lo establece la Constitución y la ley, a través de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Laborales y Salariales. No pueden basarse en conversaciones improvisadas o apresuradas, sin el rigor técnico ni la participación efectiva de todos los actores, como si se tratara de un premio de consolación para el Gobierno”, agregó.

Tiendas de barrio.
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Publicado el: 2025-05-19 11:27:00
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