Qué análisis dejá el balance del PIB para el tercer trimestre en Colombia | Crecimiento | Economía

En un momento en el que el mercado local estaba reforzando su optimismo y se creía que el país podría alcanzar un crecimiento mejor de lo proyectado, los datos de Producto Interno Bruto para el tercer trimestre dejaron luces y sombras respecto a la dinámica económica, puesto que la falta de un plan de reactivación es cada vez más evidente.

Que el 2% alcanzado en la variación anual dejara al país en niveles más bajos de lo esperado, que unos sectores crecieran 10 veces más que otros y que la inversión esté en terreno positivo, pero todavía en un rango insuficiente para alcanzar niveles competitivos respecto a los pares de la región, fueron algunas de las alertas, mientras que el Gobierno destacó que se avanza por buen camino.

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Portafolio recopiló las impresiones de varios de estos expertos, para resaltar lo bueno, lo malo y lo feo del balance presentado por el Dane y las perspectivas de cierre para el 2024 y arranque del 2025, quienes recomendaron prestar atención especial a la inversión y dijeron que el país no puede seguir avanzando por inercia.

Lo bueno

Dentro de las cosas buenas que deja el informe, hay que destacar que la inversión privada se mantiene en terreno positivo, que el sector agropecuario se mantiene como motor de la economía y que el entretenimiento mostró un repunte muy fuerte en esta oportunidad, dejando el segundo mayor aporte al crecimiento económico del país.

Jackeline Piraján, economista principal de Scotiabank Colpatria, sostuvo que este dato tiene varios mensajes, comenzando porque el mercado local dejó de desacelerarse. No obstante, reafirma que no hay una fuente de expansión que guíe la economía, tal y como ha pasado en otras oportunidades.

“Este 2% se parece un poco a los resultados que teníamos en el trimestre anterior y más aún cuando vamos al fondo y encontramos que hay un comportamiento bastante heterogéneo dentro de los sectores de la economía. Son solo tres sectores los que más empujan el PIB, entre ellos está la parte agrícola con una buena coyuntura para las cosechas de café, en la parte de sectores públicos algo de normalización en los gastos administrativos y en la parte de entretenimiento las apuestas por internet”, dijo Piraján.

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Cabe destacar que entre las cosas buenas está que el consumo se encamina hacia un escenario en el que ayudará notablemente a la recuperación económica, lo cual para los analistas es positivo dado que se necesita avanzar, pero se queda corto a la hora de hablar de un crecimiento sostenido.

“Estamos proyectando que Colombia se va a expandir 1,5%, afirmamos nuestra expectativa de crecimiento por el momento, y esperamos que sea 2025 el crecimiento se aproxime al 2,9%, consolidando los efectos positivos de la menor inflación, la bajada de las tasas de interés”, concluyó.

Lo malo

Al revisar lo que no se ve tan bien en los resultados del Producto Interno Bruto, los analistas señalan cuatro elementos, que son el crecimiento desigual, que la industria y la construcción (de vivienda), estén en rojo, que persiste la debilidad en la demanda externa y que el músculo del Gobierno está perdiendo fuerza.

Consumo

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María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham, puso sobre la mesa que se podría estar cayendo en un escenario de estancamiento, ya que los datos no muestran una recuperación significativa respecto al trimestre anterior y en lugar de eso, podría haber lecturas que marquen un ligero retroceso de la economía.

“La economía colombiana creció sin un avance significativo frente al anterior, evidenciando una caída de un punto porcentual. Además, el tercer trimestre de 2024 mostró una caída estacional constante, y sectores clave pasaron de crecimientos importantes a moderados. Este desempeño económico sigue siendo débil ante las necesidades sociales y fiscales del país”, dijo Lacouture.

La vocera de esta asociación empresarial manifestó que “un PIB debilitado, inflación cediendo lentamente, desempleo estancado, comercio internacional decreciendo, altas tasas de interés y un poder adquisitivo frágil, las próximas discusiones sobre el salario mínimo deben ser acordes a los desafíos actuales para fomentar un crecimiento sostenido”.

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Lo feo

En términos generales, Colombia cumplió con la tarea de crecer aunque la desaceleración le sigue pasando factura. En ese sentido, la falta de diversificación, la debilidad estructural que persiste y las perspectivas limitadas de crecimiento hacia el futuro, son los puntos que se podrían catalogar como “feos” y que exigen atención inmediata del Gobierno.

Para José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, hay que resaltar que continúa el mal desempeño de industria y minería, y que eso podría mejorar con mensajes de certidumbre y una política de reactivación activa. Así mismo, calificó como “mediocre” el comportamiento de los sectores de comercio y servicios.

“El dato del Indicador de Seguimiento de la actividad Económica (ISE) plantea inquietudes sobre la dinámica de crecimiento hacia adelante. Viene en caída. En demanda nada que reacciona el consumo y las exportaciones con respecto al trimestre anterior. Es urgente recuperar estos motores de demanda”, acotó Restrepo Abondano.

Inversión e inversiones.

Cortesía.

Ahora bien, con todo servido, la atención del mercado se centra en qué tanto se sentirá el paso lento de la economía a fin de año. Por ejemplo, desde Investigaciones Bancolombia se advierte que todo sigue dentro de lo esperado, por lo que no habría razones para cambiar el escenario base.

“Esto implica una elevada probabilidad de que el crecimiento del PIB en el 2024 completo se ubique en línea con nuestra visión (1,8%). Ahora bien, no sobra mencionar que sobresale un muy moderado riesgo a la baja a raíz de: la tendencia bajista del ISE durante el trimestre y la brecha que persiste entre la evolución del PIB y de la demanda de energía. Además, el desempeño modesto del recaudo tributario seguirá presionando a que el Gobierno mantenga una dinámica de gasto austera en el final del año”, concluyeron.

Mientras tanto, desde la Casa de Nariño no hay señales concretas de un plan de reactivación, que había quedado a cargo del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), más allá del ‘Pacto por el Crédito’ que se formalizó desde el Ministerio de Hacienda y que si bien ha servido para la recuperación, todavía tiene mucho camino por recorrer.