Tasas de interés volverían a estabilzarse ante la dinámica económica de Colombia | Crecimiento | Economía

Luego de la reciente decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de recortar la tasa de interés en 25 puntos básicos que sorprendió a los analistas y al mercado financiero colombiano, la pregunta del mercado en la actualidad se centra en lo que vendrá para el país en esta materia, dado que todavía hay nubarrones para la economía y muchos riesgos por sortear, comenzando por la incertidumbre.

Después de mantener la tasa en 9,5% durante las dos primeras reuniones del año, el emisor decidió reducirla a 9,25% en su tercera junta de 2025, marcando el primer recorte desde diciembre del año pasado.

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Lo más llamativo de todo es que la decisión fue unánime, algo que pocos esperaban. Prueba de esto es que de acuerdo con la encuesta de abril del Centro de Estudios Económicos Anif, el 68,4% de los expertos preveía que el Banco de la República mantendría la tasa en 9,5%, mientras que solo el 31,6% anticipaba el recorte anunciado.

Esto sin contar que aquellos analistas que acertaron en su previsión esperaban que la votación estuviera dividida, lo que aumentó la sorpresa cuando los siete miembros de la Junta respaldaron de manera unánime el recorte y abrió el debate sobre la posibilidad de que esta tendencia abra la puerta a un nuevo ciclo de recortes.

Factores que impulsaron la decisión

El Banco de la República justificó la reducción de la tasa destacando varios factores clave, comenzando por la tendencia decreciente de la inflación anual, que pasó de 5,3% en febrero a 5,1% en marzo, mientras que la inflación básica, que excluye alimentos y regulados, bajó a 4,8%. Esta disminución, para ellos, refleja un alivio en las presiones inflacionarias que el Banco había estado monitoreando desde finales del año pasado.

Asimismo, el emisor valoró positivamente el desempeño económico del primer trimestre, en el que se estima un crecimiento del 2,5%, impulsado por la demanda interna y el consumo privado, mientras que las expectativas inflacionarias del mercado de deuda también mostraron una tendencia a la baja, lo que reforzó la percepción de que era oportuno iniciar un ciclo gradual de recortes en la tasa de interés.

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No obstante, el mismo banco central reconoció que persisten riesgos significativos que exigen prudencia en las decisiones futuras, como las condiciones de financiamiento externo más restrictivas, derivadas de tensiones comerciales globales y volatilidad en los mercados internacionales; que podrían generar un panorama adverso.

Desde Anif sumaron a lo anterior el hecho de que la prima de riesgo de Colombia ha aumentado, reflejando tanto las tensiones internacionales como la creciente incertidumbre fiscal, advirtiendo que para cumplir la regla fiscal para este año requerirá un ajuste adicional de al menos $30 billones, lo que podría afectar la estabilidad macroeconómica en el mediano plazo.

Riesgos Fiscales – Economía

Imagen generada con Inteligencia Artificial – ChatGPT

¿Un ciclo de recortes?

Basados en todo lo anterior, en Anif proyecta que el recorte reciente no será un caso aislado y según su escenario base, el Banco de la República continuará disminuyendo la tasa en 25 pb durante el resto del año, con ajustes previstos en junio, julio, septiembre, octubre y diciembre y de concretarse esta previsión, podría cerrar el año en 8%.

Para sustentar su visión, estos analistas dicen que todo responde a la necesidad de equilibrar el estímulo a la actividad económica con la salvaguarda de la estabilidad macroeconómica, pero dejan claro que esta proyección está sujeta a la evolución de factores como la inflación, las tensiones geopolíticas y la situación fiscal.

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“Esta trayectoria está condicionada a la evolución de la economía en los próximos meses: el desarrollo de las tensiones geopolíticas, los cambios en la situación fiscal del país y la continua convergencia de la inflación hacia el rango meta del Banco de la República son factores claves para monitorear”, acotaron.

Desde Anif concluyeron que si bien el mercado laboral y el consumo muestran signos de recuperación, cualquier empeoramiento en el frente externo o un deterioro en la credibilidad fiscal del país podría modificar el rumbo previsto.