La tasa de desocupación en Colombia se ubicó en abril de 2025 en 8,8%, una cifra que marca un hito en el comportamiento reciente del mercado laboral, de acuerdo con el más reciente informe del Dane, que a este nivel representa una disminución de 1,9 puntos porcentuales frente al 10,6% registrado en abril de 2024 y se ubica en un rango que no se tenía hace más de 20 años.
Así mismo, a nivel trimestral, el dato también es notable, ya que la tasa de desempleo promedio entre febrero y abril fue de 9,6%, el nivel más bajo desde 2016. Básicamente este comportamiento se traduce en un aumento en la población ocupada, que pasó de 22,86 millones a 23,58 millones de personas, lo que equivale a 711.000 nuevos ocupados en el último año; mientras que la población desocupada disminuyó en 454.000 personas, y se ubicó en 2,27 millones.
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Si bien esta es una buena noticia, que demuestra que el mercado laboral resiste los embates de la incertidumbre, hay matiz muy particular que no se puede pasar por alto y pone sobre la mesa una posible reconfiguración en la generación de empleo, que fue liderada principalmente por los trabajadores por cuenta propia, sector que explica más de la mitad del incremento registrado.
Un crecimiento por cuenta propia
Para entender mejor lo que está pasando, hay que decir que la posición ocupacional que más creció fue la de los trabajadores por cuenta propia, que sumaron 528.000 nuevos ocupados, alcanzando los 9,8 millones de personas. Es decir que de los más de 700.000 colombianos que encontraron empleo durante el mismo año, el 74,2% lo hicieron bajo esta modalidad, lo que equivale a 3 de cada 4.
En una vista más general, el 41,7% del total de la población ocupada (23,5 millones) es trabajador por cuenta propia (9,8 millones), superando incluso a los obreros o empleados particulares, que crecieron en 292.000 personas y representan el 44,1% del total.
Piedad Urdinola, directora del Dane.
Cabe recordar que un trabajador por cuenta propia es una persona que ejerce una actividad económica de manera independiente, sin estar vinculada laboralmente a una empresa ni tener empleados a su cargo. Puede operar por sí sola o con ayuda de familiares no remunerados en oficios, servicios o comercios desarrollados por iniciativa propia.
En contraste, el número de empleadores se redujo levemente en 21.000 personas, mientras que los empleados del gobierno también disminuyeron en 29.000; el trabajo doméstico cayó en 30.000 personas y el trabajo familiar sin remuneración en 46.000, ambos con reducción significativa en mujeres.
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Revisión por sectores
El crecimiento del empleo en abril de 2025 se concentró en sectores como administración pública, educación y salud (+235.000), comercio y reparación de vehículos (+132.000), industrias manufactureras (+112.000), transporte y almacenamiento (+106.000), alojamiento y servicios de comida (+81.000), información y comunicaciones (+62.000), y actividades inmobiliarias (+55.000). También hubo incrementos menores en actividades artísticas (+36.000) y agricultura (+24.000).
En contraste, tres sectores presentaron caídas en el empleo: actividades financieras y de seguros (-54.000), construcción (-34.000), servicios públicos (-23.000) y actividades profesionales, técnicas y de servicios administrativos (-21.000). Estas bajas no son menores si se tiene en cuenta que representan sectores de alta cualificación técnica o inversión intensiva.
Desempleo en Colombia
Por otra parte, la mejora general del mercado laboral no borró las diferencias estructurales entre hombres y mujeres, en las que mientras la tasa de desocupación para los hombres se ubicó en 7%, la de las mujeres fue de 11,2%, con una brecha de 4,1 puntos porcentuales en el total nacional. En la revisión de las 13 ciudades principales, la diferencia también fue marcada, con una brecha de 2,4 puntos porcentuales.
Esto, pese a que el número de mujeres fuera de la fuerza laboral aumentó en 336.000, mientras que en los hombres se redujo ligeramente en 36.000 y a que la mayoría de las mujeres que no están activas en el mercado laboral están dedicadas a oficios del hogar, categoría que creció en 241.000 casos.
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La informalidad no cede
A pesar del aumento en la ocupación, la proporción de trabajadores informales continúa siendo elevada. A nivel nacional, la tasa de informalidad se ubicó en 56,8%, un leve aumento frente al año anterior en la revisión trimestral de febrero a abril. En las 23 principales ciudades y áreas metropolitanas, fue del 43,9%, y en los centros poblados y zonas rurales dispersas se mantuvo por encima del 84%.
Varias ciudades reportaron incrementos notorios en la informalidad, como fue el caso de Bogotá que subió de 33,1% a 36,6%, Riohacha pasó de 59,6% a 64,5% y Valledupar de 60,1% a 63,6%. Aunque hubo caídas en algunos casos, como en Barranquilla, que redujo su informalidad en 5,8 puntos, la tendencia general apunta a una estructura laboral con alta vulnerabilidad.
Informalidad,
El crecimiento del empleo fue más acelerado en las llamadas “otras cabeceras” (municipios diferentes a las 13 áreas metropolitanas), donde la población ocupada aumentó un 5,1%. En contraste, las 13 ciudades principales mostraron un crecimiento de 2%, y las zonas rurales de 3,2% y las 10 ciudades intermedias, como Neiva, Popayán o Tunja, crecieron un 2,5%.
Por edad, el mayor crecimiento del empleo se concentró en personas de 25 a 54 años, con 480.000 nuevos ocupados, seguida por los mayores de 55 años, con 141.000, y los jóvenes entre 15 y 24 años con 91.000. En este último grupo, sin embargo, la tasa de desempleo continúa siendo la más alta del país con un 16%, a pesar de haber caído frente al año anterior.
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Entre tanto, un dato que no puede pasar desapercibido es el aumento en la población fuera de la fuerza laboral, que creció en 300.000 personas y llegó a 14,7 millones y aunque en los hombres hubo una leve caída, entre las mujeres se incrementó considerablemente, especialmente en labores del hogar y en la categoría “otra actividad”, que incluye personas pensionadas, rentistas o que no consideran valioso trabajar.
Así las cosas, el informe del Dane muestra que Colombia ha logrado recuperar niveles de empleo inéditos desde el siglo pasado, que la tasa de desocupación de abril es la más baja en más de dos décadas y, a nivel trimestral, no se veía una cifra tan baja desde 2016; hay retos persistentes a tener en cuenta.
La recuperación se apoya en una estructura todavía frágil en la que hay más trabajadores por cuenta propia, alta informalidad, mujeres excluidas del sistema productivo y jóvenes con barreras de ingreso y pone el desafío de consolidar esta recuperación con empleos de mayor calidad y formalización. Porque si bien la cifra de desempleo mejora, no necesariamente mejora la vida de todos los trabajadores.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.portafolio.co
Publicado el: 2025-05-30 12:55:00
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