Barranquilla vivió el este martes 17 de junio un apagón que duró poco más de dos horas, pero cuyo impacto sigue dejando huellas en el sector productivo, en la confianza de los usuarios y en las ya debilitadas bases del sistema eléctrico en la región Caribe.
Todo comenzó alrededor de las 6:00 de la tarde, cuando una falla técnica en la línea que conecta las subestaciones Flores y Oasis sacó de operación al menos seis subestaciones clave: Riomar, Centro, Silencio, Las Flores, Oasis y Puerta de Oro. El evento dejó sin energía a más de 180.000 usuarios en sectores residenciales, comerciales e industriales de Barranquilla, justo en uno de los horarios de mayor actividad.
La empresa Air-e Intervenida, responsable del servicio en Atlántico, Magdalena y La Guajira, informó de manera escueta que el apagón se debió a un “evento técnico”, sin entregar hasta ahora un diagnóstico completo. Mientras tanto, la ciudad volvió a la normalidad al filo de la medianoche, pero las consecuencias, según diversos sectores, no se disiparán con la misma rapidez.
La Cámara de Comercio de Barranquilla calculó en $23.000 millones las pérdidas por la interrupción, una cifra que refleja la parálisis generalizada en comercios, hoteles, restaurantes, clínicas, call centers y mipymes sin capacidad de autogeneración.
Es una señal de alarma sobre lo que puede ocurrir si no se toman decisiones estructurales frente al deterioro del sistema eléctrico en la región
Manuel FernándezPresidente Cámara de Comercio Barranquilla
Una emergencia anunciada
Apagón en Barranquilla. Foto:Agencia kronos
Pero más allá de la falla puntual, lo ocurrido refleja una crisis más profunda. Desde septiembre de 2024, Air-e se encuentra intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos debido a su insolvencia financiera. La empresa arrastra una deuda de 1.5 billones de pesos con generadores y proveedores, y no cuenta con recursos suficientes para mantenimiento ni reposición de equipos.
“Lo ocurrido era previsible”, advirtió Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía. “Cuando una empresa no puede pagar la energía que distribuye, menos va a tener cómo garantizar el mantenimiento de las redes. La intervención debía corregir esa situación, pero la realidad es que seguimos en el mismo punto crítico”.
Acosta también reveló que Air-e ni siquiera ha contratado la energía que distribuirá en 2026, lo que agudiza la incertidumbre sobre la sostenibilidad de su operación. El giro reciente de $250.000 millones del Gobierno para ponerse al día con subsidios del año anterior apenas cubre una fracción de la deuda total.
A esta fragilidad se suma un nuevo riesgo fiscal: en el Presupuesto General de la Nación 2025, solo se apropió dinero para cubrir los subsidios del primer trimestre. “El resto del año está desfinanciado. Lo peor está por venir”, alertó el exministro.
Un golpe al corazón productivo de Barranquilla
BApagón en Barranquilla. Foto:Apagón en Barranquilla.
El primer balance económico del apagón fue entregado por la Cámara de Comercio de Barranquilla: más de $23.000 millones en pérdidas. La cifra incluye la suspensión de operaciones comerciales, afectaciones a restaurantes, hoteles, servicios de salud y pequeñas empresas sin sistemas de autogeneración.
“Fue una parálisis generalizada que impactó la economía de manera transversal. Las mipymes, que representan el 95 % del tejido empresarial de la ciudad, no tienen respaldo eléctrico. Cuando se va la luz, se detiene la facturación, se pierden productos refrigerados y se afectan turnos enteros de trabajadores”, señaló Manuel Fernández presidente Cámara de Comercio de Barranquilla.
A este impacto se suman sectores estratégicos como el de los call centers, donde más de 28.000 trabajadores prestan servicios internacionales. “La caída del servicio nos desconectó de clientes de Norteamérica en pleno horario operativo. Se trata de una industria que no se puede permitir interrupciones”, advirtió Carolina Mantilla, vocera del sector BPO en el Atlántico.
En la hotelería, varios complejos turísticos debieron activar sus plantas de emergencia, consumiendo en pocas horas miles de galones de combustible. “En plena temporada media, muchos turistas quedaron atrapados en ascensores o debieron cenar a oscuras. Es una afectación directa a la imagen de la ciudad como destino”, aseguró Mario Muvdi, empresario del gremio hotelero.
La región exige respuestas
Apagón en Barranquilla. Foto:Apagón en Barranquilla.
La Veeduría Ciudadana que hace seguimiento a la intervención de Air-e exigió información clara y pública sobre las causas del apagón. “Los usuarios en Atlántico, Magdalena y La Guajira merecen saber a qué se exponen. Esta crisis no puede manejarse con opacidad. Necesitamos conocer los planes de contingencia activados y saber si hay capacidad real de respuesta frente a una eventual falla más prolongada”, expresó su vocero, Jorge González.
El alcalde Alejandro Char también pidió explicaciones. Desde la administración distrital se anunció que se elevará una solicitud a la CREG y al Ministerio de Minas para que se revisen los protocolos de calidad del servicio y se establezcan compensaciones automáticas a los usuarios cuando las interrupciones superen determinado umbral.
Por su parte, Niella Sabatino, presidente de la junta directiva de ProBarranquilla, fue enfático: “Air-e está en cuidados intensivos desde hace rato. El apagón del martes fue una expresión más de una crisis sin respuesta. Sin una solución estructural de fondo, lo que estamos viendo es apenas el inicio de una tormenta mayor”.
¿Qué ha hecho el Gobierno?
Apagón en Barranquilla. Foto:Apagón en Barranquilla.
Según confirmó el exministro Acosta, el Gobierno nacional giró recientemente $250.000 millones para ponerse al día con los subsidios pendientes de 2024. Pero esa cifra palidece frente a los 1.5 billones de deuda acumulada por Air-e, y además se suma un problema de fondo: en el Presupuesto General de la Nación 2025 solo se apropiaron recursos para cubrir los subsidios del primer trimestre. Los otros tres están desfinanciados.
El panorama es preocupante. Ya se causaron subsidios por 1.5 billones de enero a mayo de este año y no hay claridad sobre cómo se pagarán los siguientes meses. Esta es una bomba de tiempo

aMYLKAR aCOSTAExministro de Minas y Energías
Norman Alarcón, vocero de la Liga de Usuarios, recordó que aún siguen pendientes las auditorías forenses que debían revelar manejos financieros irregulares dentro de Air-e, prometidas por el entonces interventor Edwin Palma.
«No hay transparencia, sigue el cobro de la opción tarifaria a los usuarios y no hay claridad sobre cómo se va a garantizar el servicio en el mediano plazo«, advirtió Alarcón.
Asimismo, hace cuestionamientos a los constantes cambio de Agentes Interventores: Carlos Diago, Edwin Palma, Diana Bustamante y el recién nombrado Nelson Vásquez Torres. «Estos cambios para la red de usuarios representa obstrucciones al proceso de intervención, claridad y transparencia».
El futuro energético del Caribe, en entredicho
Un apagón de gran magnitud se presentó en Barranquilla. Foto:Kronos
Para Jairo Parada, economista y docente de la Universidad del Norte, lo ocurrido debe ser leído como una advertencia de lo que podría pasar si el colapso financiero se convierte en colapso energético: “Un apagón de dos horas nos costó $23.000 millones. Uno de 48 horas podría paralizar cerca del 10 % del PIB mensual de Barranquilla”.
En efecto, la situación trasciende lo técnico. El apagón fue una señal de un sistema colapsado en cámara lenta, sin recursos, sin confianza y sin una hoja de ruta clara.
La pregunta ya no es si volverá a pasar, sino cuándo y con qué magnitud. La respuesta, insisten los gremios y analistas, está en manos del Gobierno nacional, que hasta ahora ha administrado el deterioro, pero no ha liderado una solución integral.
El riesgo no es solo que se repita un apagón: es que la región Caribe se quede sin energía, sin respuestas y sin rumbo, advierten los expertos.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2025-06-18 19:54:00
En la sección: EL TIEMPO.COM -Colombia