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expertos analizan la situación de seguridad de la ciudad

expertos analizan la situación de seguridad de la ciudad

“El crimen organizado ha estado en Barranquilla desde hace más de tres décadas”, sostienen los investigadores Luis Fernando Trejos Rosero y Reynell Badillo Sarmiento de la Universidad del Norte para explicar que las causas de la ola de sicariato y muertes violentas que sacuden a la ciudad no es algo resiente y enfatizan que contrario al discurso oficial, en esta capital no solo hay presencia de bandas criminales organizadas, sino que es peor, “gobiernan” a una buena parte de la delincuencia e, incluso, otros civiles.

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Esta presencia ya genera miedo en muchos sectores. Según Trejos los grupos criminales que operan en Barranquilla y su Área Metropolitana han asesinado a choferes de transporte público como medio de presión para el pago de extorsión: 2013, 2021, 2022. Ahora volvieron las amenazas contra las empresas de buses.

Al problema de los transportadores se suma la extorsión a comerciantes, cuyas historias de cierre de restaurantes, tiendas y pequeños negocios se escuchan de manera permanente por temor a que estos grupos atenten contra sus vidas.

Como si fuera poco, estas organizaciones sostienen una encarnizada lucha en las calles de Barranquilla y municipios del Área Metropolitana que se traduce en desapariciones, masacres, desmembramientos y la aparición de cuerpos en el río Magdalena y los caños.

“Para el 2024, las disputas entre múltiples grupos armados, el aumento sostenido de la extorsión y estas nuevas formas de asesinar son señales claras de que estamos en un momento de reconfiguración del mundo criminal”, indica un documento elaborado por los investigadores para explicar la situación que en estos momentos se vive en esta zona del Caribe colombiano.

Historia de las bandas criminales en la ciudad

Para Trejos y Badillo está claro que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC o Clan del Golfo) y Los Costeños tienen una guerra declarada en Barranquilla y varios de los municipios del Atlántico.

Los grafitis del Clan del Golfo son más frecuentes en el Atlántico.

Foto:Comunidad

En la investigación sobre esta guerra, los académicos señalan que el Frente José Pablo Díaz de las AUC fue la estructura paramilitar que gobernó el mundo criminal Barranquilla entre finales de la década de los noventa y el 2006, cuando se completó su desmovilización.

Existe sensación de normalidad, pero en realidad hemos estado en medio de muchas guerras libradas con selectividad

Sin embargo, explican los investigadores, la desaparición de esta estructura no produjo paz.

“Muchos otros grupos armados, algunos locales y otros foráneos, empezaron múltiples guerras para capturar las rentas legales e ilegales que habían sido abandonadas por el paramilitarismo. La violencia, sin embargo, no se aumentó considerablemente”, subraya el documento.

Pero la presencia de estas bandas criminales han generado, en 15 años, una violencia escondida del crimen organizado. “Existe sensación de normalidad, pero en realidad hemos estado en medio de muchas guerras libradas con selectividad”, indican.

Desde el 2013, dos grupos armados empezaron a protagonizar las dinámicas de violencia: las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC AGC o Clan del Golfo) y una disidencia de Los Rastrojos que se hizo llamar “Los Costeños” o “Los Rastrojos Costeños”.

La forma de mostrar la violencia

En el documento elaborado por los investigadores barranquilleros, y que ha sido difundido por algunos medios, explican cómo ha cambiado la violencia en Barranquilla. Las organizaciones criminales durante muchos años mantuvieron los asesinatos selectivos. Ahora pasaron a lo que los estudiosos definen como violencia extra-letal: “Esta violencia se ejerce para que otros la vean y, así, enviar mensajes”.

Luis Fernando Trejos investigador barranquillero sobre temas de seguridad.

Foto:Vanexa Romero / EL TIEMPO

Trejos y Badillo indican que desde el 2013 en la ciudad ha habido alrededor de 20 desmembramientos que los grupos armados han reconocido públicamente.

“Los grupos armados no solo desmembraron a las personas, sino que distribuyeron sus partes por diferentes barrios de la ciudad. En más de 10 ocasiones, las extremidades, el torso y la cabeza han aparecido en lugares diferentes. Otra forma de distribuir los cuerpos consiste en amontonar las diferentes partes desmembradas en sacos, bolsas o neveras de icopor. Seis de estos desmembramientos han sucedido desde el 2021”.

Otra tendencia de violencia en Barranquilla de estas organizaciones son las masacres. Solo durante el 2023 hubo nueve y murieron 31 personas.

“Las masacres, a diferencia de los desmembramientos, son exhibiciones públicas del acto de asesinar. Las masacres implican el homicidio de tres o más personas en un mismo lugar. En Barranquilla, las masacres han sido cometidas en varios escenarios, desde hogares hasta estaderos”, indican.

Finalmente, una tendencia que empezó a hacerse común en el 2023 es la utilización del río Magdalena como lugar de exposición de los cuerpos. “No tenemos todavía un registro sistemático de cuántos cuerpos han aparecido flotando en el Magdalena, pero sabemos que en el 2022 hubo al menos ocho de estos casos, y hasta noviembre del 2023 había, probablemente, 10”, indican Trejos y Badillo.

¿Por qué el río? los investigadores creen que hay tres razones por las que esta práctica es atractiva para el crimen organizado. Primero, desterritorializa el homicidio al hacer más difícil identificar con exactitud dónde sucedió. Segundo, el agua del río también ayuda a eliminar todavía más la evidencia que podría ayudar a rastrear a los autores del hecho.

“Finalmente, y quizá lo más interesante para nuestro argumento de la violencia extra-letal, el río es un escenario que multiplica con fuerza el mensaje que se quiere enviar. Encontrar un cuerpo torturado en el río es, en sí mismo, un acto que causa horror en la población”, precisan.

Las cifras de criminalidad que asustan

Lo cierto es que hay alarma en Barranquilla, el área metropolitana y municipios del Atlántico en general por la cantidad de homicidios ocurridos durante el mes de agosto de 2024, periodo que cerró con 86 casos en el departamento.

Arturo García, analista de seguridad, y quien lleva un observatorio de medios lleva un reporte que goza de crebilidad por la metodología y el rigor con que sustentas las cifras.

De acuerdo con cifras del investigador Arturo García Medrano, en el área metropolitana se registraron 74 muertes violentas, de las cuales Barranquilla contabilizó 35.

stos últimos están distribuidos en la localidad Metropolitana con 13 hechos en 6 barrios, afectando a Gardenias con 3; y a Las Américas, Villa San Carlos, Santuario, Siete de Abril y Santa María con 2 casos respectivamente.

La localidad Suroccidente, con 12 casos que afectaron 10 barrios; la Localidad Suroriente, con una disminución a 5 casos que afectaron 3 barrios; y la Localidad Centro – Norte Histórico con 5 casos que afectaron 3 barrios.

Mientras agosto de 2024 registra 86 homicidios en el Atlántico, en el mismo periodo de 2023 se presentaron 40 casos en el departamento.

Van51 mujeres asesinadas en el Atlántico

Otro la  alarma que permanece encendida en el Atlántico es la violencia contra las mujeres. En lo corrido de 2024,  51 mujeres han sido asesinadas en el departamento. De estos casos 9  fueron tipificados como feminicidios.

La psicóloga Ruth Pareja, quien hace parte de la Red de Mujeres, hizo énfasis en el caso de Gina Paola Rivera Toloza, una mujer de 31 años de edad, quien fue reportada como desaparecida desde el pasado 16 de julio.

El Gaula de la Policía Metropolitana visitó los negocios para promover la campaña.

Foto:Policía Metropolitana de Barranquilla

“Dimos las pistas, obtuvimos una información de ese caso. Una hermana dio las coordinadas donde podría estar la mujer, pero hubo negligencia del caso por parte de un fiscal, que no actúo”, señaló Parejas quien no ocultó su dolor al enterarse del trágico desenlace de la historia el pasado viernes cuando se conoció que el cuerpo de la desaparecida estaba enterrado en un lote.

“Con estos hechos el Atlántico tienen que reaccionar como sociedad civil. A los diputados, concejales, dirigentes, que en campaña iban a los barrios, deben dar ejemplo y acompañar a las defensoras de derechos humanos para proteger a las mujeres”, manifestó.

Aprovechó para llamar la atención de las autoridades que asegura mantienen una actitud de soberbia de no reconocer las cifras recogidas de los medios de comunicación, que sostuvo se hace con mucha responsabilidad.

“Hemos tenido muchas mesas de trabajo, hay muchos subregistros porque Medicina Legal y la Fiscalía no suministran la información”, dijo.

Por último, pidió al Ministerio del Interior y Defensa, así como a la vicepresidente de la República, Francia Márquez, más respuestas y atención a los movimientos sociales.

“Están espalda a las necesidades de las mujeres. Hemos naturalizado la violencia, nos acostumbramos ese panorama de violencia hacia la mujer”.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2024-09-06 00:00:00
En la sección: EL TIEMPO.COM -Colombia

Publicado en Colombia

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