las historias detrás de cada taza de café en la Sierra Nevada

En las altas montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde la niebla se mezcla con los verdes intensos de los cafetales, un aroma especial se eleva al amanecer. Es el olor del café recién cosechado, un aroma impregnado de historias de mujeres que depositan su esfuerzo, amor y resistencia.

Desde diferentes roles en las fincas cafeteras de la Sierra, así como en otros escenarios como son los controles de calidad, la catación, el barismo, los emprendimientos comerciales, el mercadeo internacional, el liderazgo gremial y la investigación, ellas en la actualidad han tomado un protagonismo esencial en la industria logrando con sus manos laboriosas y corazones valientes, transformar el café de la región en un símbolo de calidad y resiliencia a nivel mundial.

Un legado en cada grano

Desde tiempos inmemoriales, el café ha sido parte esencial de la vida en la Sierra Nevada. Sin embargo, por muchos años, el protagonismo de las mujeres en el sector quedó en las sombras.

Hoy, la historia está cambiando gracias a mujeres como Mildred Niebles Jiménez, una de las líderes más reconocidas dentro de Red Ecolsierra, una asociación de más de 350 familias productoras de café, cacao, miel de abejas y que ofrecen turismo rural comunitario.

«Nací en la Sierra y aquí me mantengo a pesar de las dificultades y los conflictos», cuenta Mildred.

«La finca no es solo producir un café, es respetar el producto, querer y amar lo que hacemos para que los demás también lo valoren. Las mujeres tienen un rol significativo en impulsar el café desde muy jóvenes. Más que un negocio, es un estilo de vida», anota.

Mildred Niebles, certificada como QGrader y QProcessor, lidera los procesos de calidad que aseguran a los clientes un café orgánico de inigualables cualidades.

Su historia es solo una de muchas que reflejan la transformación de la industria cafetera en la Sierra Nevada, donde las mujeres han asumido roles cruciales en cada etapa del proceso, desde la siembra hasta la comercialización.

Superación y valentía

Cada taza de café lleva consigo testimonios de superación y valentía. Sandra Palacio, otra mujer comprometida con la producción del café, ha vivido en carne propia los retos del conflicto armado en la región.

«Hay mujeres como yo que hemos sido víctimas del conflicto armado en Santa Marta, Ciénaga y Aracataca. Pero hemos mostrado que detrás de cada cosecha hay una historia de resiliencia y de dejar atrás la violencia», dice Sandra con voz firme.

Tatiana Vasco, promotora técnica en la zona de Palmor, ofrece un testimonio igualmente conmovedor: «Soy hija de caficultores y desde mi nacimiento he estado en este mundo. Trabajar como promotora técnica me ha permitido conocer muchas veredas y personas. Cuando llega una mujer a brindar asistencia técnica, el trato es diferente, hay un respeto y una colaboración especial».

Tatiana narra las dificultades de su trabajo, desde los caminos intransitables hasta los retos personales.

«Las vías son de difícil acceso, pero se logra solucionar. Mi mayor reto es seguir preparándome para brindar una asistencia técnica de calidad y apoyar a mis productores. Ellos aprenden de mí y yo aprendo de ellos», señala.

Empoderamiento y comunidad

Ana Diazgranados, de solo 24 años, dirige Vivolo Café, una empresa que apoya firmemente a las mujeres en la industria cafetera y que también se destaca con su rol.

«Mi consejo para las mujeres que quieren invertir en el mundo cafetero es que crean en sus habilidades y pasiones. La educación constante y rodearse de buenos mentores es crucial. A pesar de los desafíos, debemos ser perseverantes y dedicadas», afirma Ana.

Ana resalta la importancia del empoderamiento y el apoyo mutuo entre mujeres. «Debemos crear redes de apoyo, experiencias que fortalezcan y den confianza a todas esas mujeres para enfrentar y superar obstáculos. La clave de mi progreso ha sido la perseverancia y la autenticidad, demostrando siempre que las mujeres pueden ser líderes exitosas en cualquier industria».

Celebrando el Día Nacional del Café

Este 27 de junio, en el Día Nacional del Café en Colombia, se conmemora el trabajo de las mujeres en las fincas cafeteras de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Este día es una oportunidad para reconocer y exaltar su labor en áreas como el control de calidad, la catación, el barismo, los emprendimientos comerciales, el mercadeo internacional, el liderazgo gremial y la investigación.

Mildred Niebles, Ely Johana Solano, Tatiana Giraldo y Ana Diazgranado fueron panelistas del Conversatorio Mujeres del Café, un evento que pretende resaltar el rol protagónico de las mujeres durante la cosecha y en otros escenarios de la industria.

Este conversatorio hace parte del Festival de Café, que incluirá concursos de fotografía, degustaciones de cafés serranos, concursos de pintura para niños, shows de barismo y cata de café.

Un futuro prometedor

El impacto de estas mujeres no solo se refleja en la calidad del café que producen, sino también en la transformación social de sus comunidades.

Gracias a su trabajo y dedicación, la industria cafetera de la Sierra Nevada de Santa Marta ha alcanzado un reconocimiento global, posicionando a la región como productora de uno de los mejores cafés del mundo.

Estas mujeres, con su pasión y compromiso, han demostrado que el café de la Sierra Nevada no es solo un producto de calidad, sino un símbolo de esperanza, resiliencia y empoderamiento.

Cada taza de café es una celebración de sus historias, un tributo a su valentía y un mensaje de que, incluso en medio de las adversidades, es posible construir un futuro mejor.

Por Roger Urieles

Para EL TIEMPO Santa Marta

En X: @rogeruv