¿Qué hay detrás de los hallazgos de osamentas de caballos en zonas de la ribera del río Cauca, entre Cali y Palmira?

Un olor fétido aumenta al paso de la ribera del río Cauca, en sectores de las comunas 6 y 7, en el nororiente de Cali, además de las comunas del distrito de Aguablanca, en el oriente y el corregimiento de Navarro. Esta zona de más de 26 kilómetros colinda incluye al Paso del Comercio, paralela a la vía que comunica la ciudad con el municipio de Palmira. 

En un recorrido de delegados de las personerías de Cali, Yumbo y Palmira con funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC) no solo detectaron a su paso escombreras en un buen trecho del río que viene del Cauca y atraviesa el Valle para continuar su paso por todo el país. Se hallaron osamentas de lo que eran caballos. 

El personero de Cali, Gerardo Mendoza, indicó que en esta zona de olores intensos y donde el río tiene un color amarillo y café, los restos de animales serían indicios del funcionamiento de mataderos clandestinos. El sector está cerca de la Planta de Tratamientos de Aguas Residuales (PTAR) de Cañaveralejo y de la estación de bombeo en el Paso del Comercio.

Además, de ser un hecho que va en contra de las medidas de salubridad, es una práctica de maltrato contra la vida misma de estos animales. 

Según el personero Mendoza y los funcionarios de Palmira y de Yumbo, el hallazgo se detectó en la margen izquierda del afluente más importante de la región a su paso por las comunas 6 y 7. Es una situación que causa escozor, dijo Mendoza.

Y señaló: “Es importante que las autoridades realicen una inspección a estos lugares para verificar este hecho a fin de encontrar los autores que hay detrás del repudiable acto que compromete la vida y la integridad física de los animales”.

Continuó: “Esta situación es inaceptable desde cualquier punto de vista, porque atenta contra la salubridad pública y exige inmediata intervención por parte de las autoridades judiciales, policivas y ambientales”.

Así mismo, los funcionarios de las personerías destacaron en el recorrido irregularidades en la franja protectora del río Cauca, como descargas de aguas residuales industriales que han venido afectando las condiciones físicas y químicas del hilo hídrico, lo que contribuye desfavorablemente a teñir el cause de un oscuro color a la altura de la PTAR, según la Personería.

Mendoza enfatizó en que la situación verificada debe considerarse como inaceptable desde cualquier punto de vista, toda vez que atenta contra la salubridad pública y exige inmediata intervención por parte de las autoridades de Policía y ambientales de la capital del Valle, que están en el deber de determinar responsables.

En el barrio Floralia, en el nororiente de Cali, así como en Potrero Grande, en la comuna 21, en el oriente de la ciudad, también habría mataderos insalubres. 

En zona del corregimiento de La Dolores, en Palmira, bañado por el río Cauca, también se encontraron restos de animales, todo un festín para los gallinazos. 

No es la primera vez que en el jarillón del río Cauca descubren lugares de sacrificio clandestino de animales, mataderos donde además de ser un repudiable negocio  que implica el sacrificio de caballos, también de cerdos, evidencia la crueldad con los animales. 

Inclusive, en la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC) han detectado mataderos clandestinos en zonas del suroriente caleño, como el corregimiento de Navarro.

De acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación, cuyo nombre en inglés es Food and Agriculture Organization (FAO), si bien hay sitios autorizados donde la intervención con animales debe hacerse de una manera humanizada y no bajo prácticas despiadadas, es necesario que en las ciudades se tomen medidas, debido a numerosas enfermedades y a otros agentes contaminantes que se pueden dar en la carne y que se derivan de una infección intravital en el animal o de una contaminación secundaria a partir de los seres humanos o del medioambiente. 

«Resulta esencial establecer un sistema de higiene de la carne a lo largo de todas las etapas de producción. Ese sistema debe comenzar donde tiene su origen el ganado y proseguir a través de la elaboración hasta la distribución final al cliente», dicen en la FAO.

De ello se deduce que una parte esencial de este sistema de higiene es la necesidad de establecer un estricto control de las condiciones ambientales en todas las etapas del tratamiento. Este control, debido a la susceptibilidad de la carne a la contaminación microbiológica a partir del aire, las manos de los trabajadores, el equipo y la ropa, etc., debe intensificarse en atmósferas cálidas y húmedas o contaminadas y abarcar la temperatura y la humedad, explican en un documento de la entidad.

«Este factor adquiere también mayor importancia y alcance con el aumento de la producción. Por consiguiente, independientemente de otros factores como la economía de la producción, la utilidad o la estética, el diseño del matadero debe siempre satisfacer las exigencias de higiene prescritas por el país respectivo. Los principios generales del diseño deben atenerse a los siguientes parámetros», señalan en la FAO.

CAROLINA BOHÓRQUEZ

Corresponsal de EL TIEMPO

Cali