Riesgo inminente por colapso de un dique en el Río Magdalena que arrasaría 7 mil viviendas

Una tragedia de magnitudes incalculables amenaza a la población de Magangué, en el departamento de Bolívar, debido al inminente colapso del dique del Río Magdalena. 

Según Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), los barrios Girardot y Versalles serían los primeros en inundarse, en minutos, en caso de que un viejo dique ceda. 

«Este escenario podría convertirse en una catástrofe con potencial pérdida de vidas y destrucción masiva de infraestructura», señaló Carlos Carrillo.

Amenaza inminente para las comunidades

El alcalde de Magangué, Pedro Alí, ha emitido un llamado de emergencia, advirtiendo sobre el estado crítico del dique y el riesgo que enfrenta la comunidad. “Está a punto de colapsar el barrio Girardot porque se está rompiendo el jarillón. Pueden inundarse más de siete mil familias, más de 40 mil magangueleños de 40 barrios pueden estar inundados”, alertó el mandatario.

“La pérdida del dique de contención que sirve como protección ante las crecientes del Río Magdalena representa no solo una amenaza inminente para las comunidades aledañas, sino también revela la fragilidad de toda la población asentada en el área urbana de Magangué”, señala un documento de la UNGRD, dirigido al gobernador de Bolívar, Yamil Arana.

Sumado a esta alerta, en las últimas horas un vendaval golpeó la población.

El informe enfatiza la necesidad de activar preparativos de emergencia y aplicar medidas preventivas y de mitigación para proteger a los más vulnerables. Entre las recomendaciones destacadas se encuentran la implementación de un Sistema de Alerta Temprana (SAT) y la agilización de la liberación predial de las 25 viviendas más cercanas al punto crítico en el barrio Girardot, un requisito indispensable para llevar a cabo las obras de protección necesarias.

Según Carrillo, solo hace 12 horas el alcalde de Magangué declaró la calamidad pública.

La UNGRD señala que las obras destinadas a fortalecer el dique están actualmente suspendidas debido a dificultades para la liberación predial. 

Este estancamiento ha permitido el deterioro progresivo del dique, agravado por el continuo incremento del nivel del río Magdalena, elevando aún más el riesgo de inundación para amplias zonas urbanas de Magangué.

“Le quiero pedir al director de la UNGRD (Carlos Carrillo), por favor, él estuvo acá el 17 de mayo de este año y se dio cuenta de la problemática que vivíamos. Una de las cosas que dejó claro es que esto era invivible, que aquí ya no se podía pasar más. Entonces queremos que nos den una solución. No más reuniones, no más mesas de trabajo”, clama un líder comunitario.

Le quiero pedir al director de la UNGRD (Carlos Carrillo), por favor, él estuvo acá el 17 de mayo de este año y se dio cuenta de la problemática que vivíamos. Una de las cosas que dejó claro es que esto era invivible, que aquí ya no se podía pasar más. Entonces queremos que nos den una solución. No más reuniones, no más mesas de trabajo

La comunidad y sus líderes exigen acciones concretas y urgentes. “No queremos juzgar a la UNGRD, queremos que el Gobierno de usted no sea indolente con nuestro municipio. Estamos a punto de ahogarnos, si no tomamos medidas inmediatas nosotros no tenemos los recursos, lo que se está presentando aquí es una posible catástrofe que no ha sido mirada en serio por el Gobierno Nacional”, enfatizó el alcalde Pedro Alí, quien dirigió su mensaje directamente al presidente Gustavo Petro.

La situación en Magangué no es solo un problema local, sino una emergencia que requiere atención y respuesta a nivel nacional. La implementación de un Sistema de Alerta Temprana y la agilización de la liberación predial son pasos cruciales, pero también se necesita un compromiso firme y una acción rápida por parte del Gobierno Nacional para prevenir una tragedia de proporciones devastadoras.

Estas comunidades de Magangué, con más de 40 mil personas en riesgo de perderlo todo, esperan que sus voces sean escuchadas y que se tomen medidas decisivas para proteger sus vidas y sus hogares. En medio de la incertidumbre y el temor, la esperanza recae en una respuesta oportuna y efectiva que evite una catástrofe inminente.

En estos momentos críticos, la colaboración entre las autoridades locales y la UNGRD es esencial para salvaguardar la vida y el bienestar de los habitantes de Magangué. La urgencia de la situación demanda una acción inmediata, antes de que el tiempo y el dique se agoten.

JOHN MONTAÑO

Periodista de Nación

Cartagena