un siglo cargado de historias cargadas de pasión y leyendas

El centenario del Junior de Barranquilla es mucho más que una simple celebración numérica; es un hito que refleja la profunda conexión entre un equipo de fútbol y una ciudad.

A lo largo de sus 100 años de historia, el Junior se ha convertido en un símbolo de identidad, pasión y orgullo para los barranquilleros y para todos sus seguidores en la región Caribe, donde es un emblema cultural.

Desde sus inicios como Juventud Junior en 1924, este equipo ha dejado una huella imborrable en el fútbol colombiano.

Fundado por doña Micaela Lavalle, el Junior comenzó su camino en las ligas locales, escalando rápidamente hasta convertirse en uno de los equipos más importantes del país. Su primer gran logro llegó en 1948, cuando disputó la final del primer torneo profesional de Colombia.

A lo largo de su historia, el equipo tiburón ha sido protagonista de grandes hazañas. Su hinchada, ha sido un pilar fundamental en cada uno de estos triunfos, alentando con su fervor y color.

Durante estos cien años, el cuadro barranquillero ha contado con grandes figuras extranjeras que han dejado su huella en el club.

Uno de ellos ha sido el brasileño Víctor Ephanor, quien en diálogo con EL TIEMPO, aseguró que su mejor momento como futbolista lo vivió en Barranquilla.

«Junior fue el segundo club mío como profesional. Yo empecé en Botafogo y Bahía, pero mi mejor momento lo viví en Barranquilla. Junior y Barranquilla me encantaron mucho. Son pasajes de mi vida que no olvido», dijo el exmediocampista.

Y aunque no fue campeón con el cuadro barranquillero, Ephanor asegura que si lo hubieran dejado un poco más lo hubiese logrado. «Hubiera sido el cierre perfecto a todo lo lindo que viví allá. Es bonito que la gente de Barranquilla aún se acuerde de mí, de mi fútbol, eso significa que dejé una huella grande», indicó el brasileño de 77 años.

Un amor que trasciende generaciones

Es una tierra que quiero mucho, que no voy a poder olvidar nunca porque tengo en mi familia a alguien que es de allá.

El amor por el Junior trasciende generaciones. Padres, hijos y nietos comparten la pasión por este equipo, que se ha convertido en un símbolo de identidad para Barranquilla y quienes tienen la dicha de vestir la camiseta rojiblanca.

A los más jóvenes les toca conformarse con las anécdotas de sus padres o abuelos. De las viejas épocas en el Romelio Martínez, testigo de innumerables batallas futbolísticas que marcaron la historia del club y de la ciudad. 

Sus gradas vibraron con la pasión de la hinchada rojiblanca, que coreaba los goles y acompañaba al equipo en cada jornada.

Para Juan Ramón ‘La Bruja’ Verón, «Junior fue algo muy importante en mi vida. Y no hablo solo de lo futbolístico, sino también en lo personal. Marcó mi vida de una manera impresionante, dejándome muchas amistades. Realmente la pasé bien en Barranquilla y fue un honor para mí defender esos colores», afirmó el exjugador y extécnico argentino, artífice del título del 77, en diálogo con esta casa editorial.

De su estadía en la ciudad, el argentino, que jugó en el equipo entre 1976 y 1977, destaca que «más allá de la buena campaña que hicimos y de lo bien que me fue, me quedo con las lindas vivencias, con las amistades que me quedaron, con las que aún comparto, porque nos mantenemos en contacto. Porque si algo lindo me dejó el fútbol fueron esos amigos y esos años que disfruté vistiendo la camiseta del Junior».

Por eso, el exdelantero solo tiene palabras de amor para el cuadro barranquillero en estos 100 años de historia. «Al Junior solo le deseo felicidad y éxito. Que sigan cosechando una gran historia y que vengan muchos años más, llenos de títulos, de gloria. A la distancia, celebraré siempre sus logros, porque siempre seré un rojiblanco más», aseguró.

Y es que para jugar en Junior hay que enamorase de Barranquilla. Y eso lo tiene claro el uruguayo Lorenzo Carrabs, que hasta un hijo suyo nació en esta ciudad. «Es una tierra que quiero mucho, que no voy a poder olvidar nunca porque tengo en mi familia a alguien que es de allá. Tenía una bonita relación con la afición, por donde iba me trataban bien», recuerda el exarquero.

Han pasado los años y el amor por los colores rojo y blanco sigue siendo el mismo. «Junior es mi vida, llegar allá fue un paso muy importantísimo. Era la primera vez que salía y conocí otra forma de vivir», expresó.

Dos históricos del arco

Amo Junior, amo Barranquilla

Juan Carlos Delménico y Sebastián Viera, uno argentino y el otro uruguayo. Ambos son considerados los mejores arqueros que ha tenido Junior en su historia, y los dos han dejado una huella imborrable.

‘El loco’ Delménico como se le conocía en sus años de jugador, tuvo dos épocas con el cuadro barranquillero: primero entre 1975 y 1977 y luego entre 1980 y 1981. Hizo parte de la nómina que se consagró por primera vez campeón (77) y luego repitió título en el 80.

«Junior es parte de mi vida deportiva. Una de las más importantes instituciones que me tocó defender. Amo Junior, amo Barranquilla», le dijo a EL TIEMPO.

Mientras que Viera representa a uno de los grandes ídolos del juniorismo reciente. Fueron 13 años bajo el arco tiburón y se convirtió en un líder dentro y fuera de la cancha, guiando a Junior en la conquista de varios títulos.

«Fueron 13 años espectaculares en el club, en el cual pasé momentos muy lindos, muy felices, amargos también, pero fui muy feliz. Siempre estoy al lado del equipo, siento como si fuera parte de su historia y muy contento de haber podido jugar en Junior», contó.

Han sido muchos los extranjeros que han puesto su granito de arena para la construcción de una historia rica y llena de títulos. Algunos han dejado más huella que otros, pero el aporte de todos ha sido importante para que Junior hoy sea considerado uno de los grandes equipos del país.

Por el Récord Guinness

La hinchada tiburona desplegará este miércoles, en el Gran Malecón del Río, la bandera más grande del mundo con el rojo y blanco que identifica al cuadro barranquillero. El acto se llevará a cabo a partir de las 9 de la mañana.

Serán 10.200 metros de bandera, lo que equivale a 10 kilómetros de longitud, superando los 7.800 metros de la bandera armada por los hinchas de River Plate, la más grande del mundo hasta la fecha, según el Guinness World Records.

Esta bandera fue diseñada por más de 40 aprendices del Sena Atlántico en apoyo de la Fundación Centenario Rojiblanco.

Flor Díaz Ospino

Corresponsal EL TIEMPO – Barranquilla 

En X: @Fdiazos