En el puesto de control de Dariali, en la frontera entre Rusia y Georgia, decenas de ciudadanos ucranianos esperan entrar a Georgia. Proceden del este de Ucrania, ocupado por Rusia. Allí fueron detenidos y ahora han sido expulsados por Rusia. Sin embargo, y debido a la guerra, no pueden acceder a Ucrania directamente, sino a través de Georgia. Pero los funcionarios fronterizos georgianos les negaron la entrada. Ahora deben soportar condiciones insalubres en el cruce fronterizo por tiempo indefinido.
Maria Belkina dirige la organización «Voluntarios de Tiflis», que ayuda a los refugiados ucranianos. Según ella, había 32 personas en el puesto de control el 2 de julio. Y se espera que haya más, ya que las autoridades rusas han comenzado a deportar a un número creciente de ucranianos de los territorios ocupados. «La gente se ve obligada a dormir en dos o tres turnos, porque solo hay 17 camas», declaró Belkina a DW. Critica que los ucranianos estén retenidos en una parte inacabada del puesto de control georgiano, parecido a un sótano.
Georgia endurece su política
Recientemente, las autoridades fronterizas georgianas comenzaron a exigir a todos los ucranianos que deseen entrar al país un comprobante vigente de su ciudadanía, incluso si tienen un pasaporte ucraniano válido. Sin embargo, la gran mayoría de los ucranianos deportados no cuenta con documentos necesarios. En su mayoría, fueron liberados sin ellos.
Según voluntarios, con las nuevas regulaciones se ha paralizado prácticamente la entrada de ucranianos a Georgia. Las autoridades georgianas aún no han explicado por qué las nuevas normas se aplican a los ciudadanos ucranianos. Los voluntarios sospechan que esto está relacionado con la futura aprobación de una nueva ley de migración, que permitiría denegar la entrada o deportar a extranjeros sin justificación alguna.
Georgia, única salida
Según Maria Belkina, las autoridades rusas no se pronuncian sobre las deportaciones masivas de ucranianos. Son liberados de prisión tras el cumplimiento de su condena y luego entregados al servicio de migración. Generalmente, se emite una orden de deportación, a menudo sin posibilidad de apelación ni de ayuda de un abogado.
Para los ucranianos deportados por Rusia, Georgia ha sido durante mucho tiempo la única salida segura a su situación. «Hasta hace poco, este era el único cruce fronterizo que aceptaba a personas con solo un certificado de liberación y la supuesta prueba de identidad: un papel con foto y la confirmación verbal de un compañero de celda», afirmó Belkina.
Otros países se niegan a aceptar a personas que literalmente solo tienen «un papel en la mano». Georgia, por otro lado, permitió «por razones humanitarias» la entrada con dicha prueba de identidad en los últimos años.
¿Qué saben las autoridades? ¿Hay alguna ayuda disponible?
Las autoridades georgianas no hacen comentarios sobre la situación en la frontera. «No hemos recibido ni una sola respuesta de las autoridades en dos años, aunque mantenemos contacto regular con ellas», se quejó Belkina.
Según los voluntarios, tampoco están prestando ayuda a la población. «Voluntarios Tiflis» y sus socios proporcionan a los ucranianos alimentos, agua, medicamentos y artículos de primera necesidad. También les brindan asistencia jurídica.
Según ellos, al principio los detenidos no recibieron nada para comer ni beber. Los alimentos enlatados entregados por los guardias fronterizos estaban caducados. Además, algunos de los ucranianos que esperaban en el puesto de control tenían problemas de salud.
Esta es la primera vez que tantas personas permanecen detenidas al mismo tiempo. Los ucranianos atrapados en la frontera también informaron que la policía rusa intentó reclutarlos para su Ejército de camino a Georgia. Aún no está claro cuánto tiempo tendrán que permanecer en la frontera.
¿Adónde irán si no se les permite entrar en Georgia?
(rmr/rml)
Fuente de TenemosNoticias.com: www.dw.com
Publicado el: 2025-07-04 13:04:00
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