Un cifra de dos millones y medio de personas refugiadas necesitarán ser reubicadas el próximo año. Pero su destino es más incierto que nunca, tras la dramática retirada este año de EEUU del programa de admisión de refugiados por decisión de Donald Trump. Es la principal conclusión de la última Proyección de las Necesidades Globales de Reasentamiento presentada esta mañana en Ginebra por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Para 2026, las principales poblaciones refugiadas que necesitarán ser reasentadas son: afganos (573.400), sirios (442.400), sursudaneses (258.200), sudaneses (246.800), rohingyas (233.300) y congoleños (179.500). Entre los principales países de primera acogida desde los cuales se necesitarán su reasentamiento se encuentran Irán (348.900), Turquía (258.000), Pakistán (215.000), Etiopía (213.950) y Uganda (174.000), ha explicado la agencia.
La retirada de EEUU
Problema: para 2026, «se espera que las cuotas de reasentamiento sean las más bajas de las últimas dos décadas, cayendo por debajo de los niveles vistos incluso durante la pandemia de covid 19, cuando muchos países suspendieron sus programas», según ha explicado Shabia Mantoo, portavoz de ACNUR.
«Esta dramática disminución en las cuotas pone en riesgo revertir el progreso significativo logrado en los últimos años gracias a los esfuerzos colectivos, y expone a los refugiados a mayores peligros«, ha añadido.
De ahí la petición para que otros países se involucren mayormente. «Dadas las necesidades y teniendo en cuenta que en la actualidad sigue habiendo un número limitado de plazas de reasentamiento, ACNUR hace un llamamiento a los Estados de reasentamiento para que mantengan sus programas y aumenten su capacidad de acogida«, ha explicado Mantoo.
Invisibles
Las consecuencias de que esto no ocurra ha sido, en esta línea, ilustrado por Madiha Ali Changezi, una refugiada que a los 14 años tuvo que abandonar Pakistán y que ahora vive y trabaja como abogada en Nueva Zelanda. «Como millones, crecí invisible para el mundo, hasta que a los 18 años a mi familia le ofrecieron una reubicación en Nueva Zelanda. Eso cambió mi vida y hoy soy abogada. Mi viaje es la prueba de lo que es posible cuando se invierte en las personas», contó Changezi.
Por eso también «los programes de reasentamiento deben ser ágiles», ha explicado. «Los Estados deben actuar de forma responsable y proteger a los más débiles», ha añadido, al señalar también el «interés estratégico» que implica invertir en refugiados que luego impactan positivamente en la sociedad. «El reasentamiento es más que una acción humanitaria […] alrededor del mundo, personas reasentadas están reconstruyendo comunidades y revitalizando economías», ha apuntalado.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-24 11:11:00
En la sección: El Periódico – internacional