El canciller alemán, el conservador Friedrich Merz, y sus socios socialdemócratas parecen determinados a seguir al pie de la letra la fórmula marcada por Mark Rutte en esta cumbre de OTAN. Es decir, destinar un 3,5% del PIB a gasto básico en defensa más otro 1,5% en seguridad o gastos relacionados. Por lo pronto, los cálculos presupuestarios de Merz incluyen ya a medio plazo el porcentaje principal del 3,5%. Un salto espectacular, para un país que durante años estuvo en el grupo de los rezagados y que en 2024 cumplió por primera vez el objetivo hasta ahora vigente del 2% del PIB.
«No lo hacemos por satisfacer a Donald Trump, sino por convicción», aseguró Merz, en una declaración ante el Bundestag, el Parlamento alemán, horas antes de partir hacia La Haya. Ante ese mismo hemiciclo, su ministro de Finanzas y líder del Partido Socialdemócrata, Lars Klingbeil, había presentado el proyecto presupuestario, según el cual este 2025 el gasto en defensa subirá ya al 2,5% del PIB, incluidas las partidas de ayuda a Ucrania, para seguir aumentándolo hasta el 3,5% en 2029.
La Alemania de Merz se sitúa así en el grupo de los aliados anhelantes de la aprobación de Trump. Es un cambio de paradigma para una economía en recesión y que durante décadas se comportó como un país tímido en materia de defensa. Fue un país vapuleado por Washington como moroso no solo durante el primer mandato de Trump, sino también con los demócratas Barack Obama y Joe Biden en la Casa Blanca.
Este cambio de paradigma se inició ya con el socialdemócrata Olaf Scholz en la cancillería, a raíz del inicio de la invasión rusa en Ucrania. Y se aceleró antes de acceder Merz al poder, el pasado mayo, al liberarse la partida la partida de defensa de las restricciones presupuestarias con el levantamiento del freno a la deuda.
Asunto prioritario
Merz ha convertido el rearme en asunto prioritario. Lo repite a diario y en distintos formatos, sea el discurso ante la gran industria alemana pronunciado el lunes o en una columna compartida con Emmanuel Macron en el ‘Financial Times’ centrado en el rearme europeo. Su propósito es convertir al Ejército alemán en las fuerzas armadas convencionales más poderosas de Europa, lo que ha despertado estupor y críticas en Polonia.
Merz no limita sus planes a paquetes de inversiones de niveles casi estratosféricos, sino también al contingente humano. Merz lamentó en su discurso del Día de la Industria que Alemania suspendiera el servicio militar obligatorio en 2021. Considera que las fuerzas armadas de Alemania deben tener 250.000 o 260.000 efectivos, frente a los 181.000 actuales. Tanto él como su ministro de Defensa, el socialdemócrata Boris Pistorius, hablan por el momento de un servicio militar voluntario, de acuerdo al llamado modelo sueco.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-24 09:57:00
En la sección: El Periódico – internacional