Muchas de las medidas del modelo de gestión de la migración de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que seducen al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no son ni nuevas ni la mandataria italiana es la primera en adoptarlas.
La lista es muy larga. De los acuerdos migratorios con Túnez y Libia, pasando por las trabas impuestas a las ONG que rescatan migrantes en el mar, hasta el proyecto (aún en curso y que acumula retrasos) de construir dos centros de identificación y expulsión en Albania para los migrantes rescatados en el mar por Italia, Meloni ha acumulado medidas muy controvertidas y criticas. Pero Meloni no es quien las inventó.
Un ejemplo claro son los acuerdos de Meloni con países del norte de África (de donde parten muchas embarcaciones hacia las costas italianas), basados en la estrategia de proporcionar dinero a cambio de la promesa de esos países de frenar los flujos migratorios. Uno de los primeros en promover este plan fue el fallecido primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien en 2008 firmó un acuerdo similar con el entonces dictador libio Muammar Gaddafi.
Externalizar
Otro es el caso del gigantesco centro de identificación y expulsión de Albania. A pesar de ser probablemente el mayor proyecto de externalización de fronteras realizado hasta ahora por un país de la UE, tampoco es la primera vez que se adopta una política fronteriza de este tipo. Un precedente son los centros de acogida en Níger, donde fueron enviados centenares de migrantes atrapados en Libia después de la guerra de 2011, para ser distribuidos entre los países de la UE.
Y lo mismo ocurre con los obstáculos al trabajo de las ONG que rescatan migrantes en el mar Mediterráneo. Aunque Meloni ha intensificado y refinado su estrategia para dificultar la labor de estas organizaciones, fue el Gobierno de Matteo Renzi (centroizquierda), en 2017, el primero en exigirles la firma de un Código de Conducta.
Sin clamor
Meloni ha retomado, en parte, incluso la política de ‘puertos cerrados’ de su actual socio gubernamental Matteo Salvini, líder de la Liga Norte. Esto se refleja en que hoy estas organizaciones están limitadas en el número de rescates que pueden realizar, deben informar previamente sobre sus operaciones y casi siempre son obligadas a desembarcar a los migrantes en puertos más lejanos.
Eso sí, Meloni ha implementado estas medidas evitando los tonos agresivos típicos de Salvini, quien en estos años ha ganado más enemigos que amigos en Bruselas y en otros países europeos por su retórica y sus formas. Al mismo tiempo, la líder de Hermanos de Italia ha manejado el sistema de manera que no se la acuse de violar la ley internacional, como le sucedió a Salvini, quien actualmente está siendo juzgado por bloquear en 2019 (cuando era ministro de Interior) durante días en el mar a un barco de Open Arms con decenas de migrantes.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-09-19 13:58:25
En la sección: El Periódico – internacional