Tras sufrir el ataque iraní con cerca de 200 misiles balísticos del pasado martes, Israel lanzó una promesa: habrá respuesta. Teherán ha asegurado que, en caso de haberla, también responderá. La tensión, así, se dispara en todo Oriente Próximo, mientras Israel continúa sus ofensivas en el sur del Líbano y Gaza y decide qué y dónde atacar de Irán.
Este jueves de madrugada, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que Washington está «discutiendo» con Tel Aviv un posible ataque israelí contra la industria petrolera y gasística iraní. «Primero de todo, nosotros no permitimos ni prohibimos nada a Israel. Nosotros les damos consejo», dijo Biden este jueves.
Para entender el posible impacto de un ataque de estas características, estas son algunas claves de la poderosa industria petrolera iraní.
Irán, con una producción de más de cuatro millones de barriles de crudo al día, es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, tan solo por detrás de las grandes potencias del sector como Estados Unidos, Arabia Saudí y Rusia. De hecho, las mayores reservas de oro negro iraníes se encuentran en las regiones costeras al golfo Pérsico, el lugar del planeta con más crudo por metro cuadrado. Con una población de 90 millones, la mayoría del petróleo producido por Irán es exportado al extranjero.
Pero para Irán, las exportaciones son complicadas. Sobre todo desde la ruptura por parte del anterior presidente estadounidense, Donald Trump, del acuerdo nuclear iraní, la economía del país persa vive bajo unas sanciones que limitan gran parte del comercio con el extranjero, sobre todo con EEUU, los países de la Unión Europea y sus aliados. Pese a ello, según las estimaciones, Irán consigue exportar cerca de la mitad o dos tercios de su producción diaria de crudo sorteando las sanciones. El gran destino es China, que importa cerca de dos millones de barriles al día desde la República Islámica.
Un ataque israelí contra las estaciones de producción o refinerías iranís, por lo tanto, dañaría seriamente a la economía iraní, por supuesto, pero también lo haría a la economía china, cuyos importadores deberían buscar otras vías para recibir crudo. Según los expertos, esa segunda vía podría ser Rusia, algo que ni Washington ni Bruselas desearían.
Un potencial ataque iraní contra la industria petrolera iraní, además, provocaría una subida del precio mundial del crudo.
Ante el anuncio del presidente estadounidense y la posible inminencia del ataque de Israel, Irán ha empezado a evacuar la terminal de crudo de la isla de Kharg, en el estrecho de Ormuz, desde donde la República Islámica exporta el 90% de su crudo. La terminal, a pesar de ello, sigue funcionando, según imágenes por satélite divulgadas en las últimas horas.
Otro de los grandes posibles objetivos de Israel son, sin duda, las plantas nucleares iraníes, que ya han sido atacadas con actos de sabotaje y ciberespionaje en el pasado. Entre ellas, destaca la planta de Natanz, la más importante dentro del país persa. En 2021, la central sufrió graves daños por un incendio que fue provocado, según denunció entonces Teherán.
En la actualidad, Irán asegura haber enriquecido uranio a más del 60%, muy cerca del porcentaje necesario para desarrollar la bomba atómica. Según los expertos, no obstante, Irán no ha dado aún ese último paso.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-10-04 05:39:07
En la sección: El Periódico – internacional