La Comisión Europea ha presentado este miércoles su Plan de Industria Limpia en el que trata de aunar el objetivo de alcanzar la neutralidad climática con la necesidad de mejorar la competitividad de la economía europea. Para generar demanda, Bruselas apuesta por fomentar la adquisición pública de tecnologías limpias fabricadas en territorio comunitario.
La Unión Europea (UE) quiere ser fiel a sus objetivos climáticos, al tiempo que aumenta su competitividad. La estrategia para lograrlo pasa por reducir el coste de la energía, crear demanda, fomentar la inversión pública y privada, reforzar los partenariados internacionales, y hacerlo amortiguando el impacto social de la transición.
Precisamente con el objetivo de aumentar la demanda de productos «limpios», Bruselas ha propuesto dar preferencia a las empresas europeas en las compras públicas en sectores estratégicos. Con esta medida, la Comisión espera lograr que el 40% de los componentes clave para el desarrollo de tecnologías limpias se fabriquen en la UE. Lo hace, además, en un contexto de inestabilidad económica y comercial global.
El objetivo es crear un mercado predecible y estable para las empresas europeas, al tiempo que la UE reduce sus dependencias de otros países, y fortalece si industria. La Comisión presentará una Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial con este objetivo, además de revisar el marco de contratación pública el próximo año.
La Comisión ha presentado este miércoles las grandes líneas del plan. A lo largo de los próximos meses, Bruselas propondrá medidas específicas para los sectores más afectados por la descarbonización: la industria automovilística, el acero y otros metales, la industria química y la de tecnologías limpias. Según fuentes comunitarias, el plan crea incentivos para fomentar la descarbonización, especialmente en los sectores intensivos. El objetivo último es que este contribuya a lograr la neutralidad climática que la UE se marcó para 2050, especialmente en las industrias intensivas.
Más inversión
En el informe sobre competitividad que el expresidente del Banco Central Europeo Mario Draghi presentó en octubre del año pasado, el italiano cifraba en 800.000 millones de euros al año las inversiones necesarias para que Europa pudiera competir con Estados Unidos o China. La Comisión calcula que el plan puede ayudar a minimizar 100.000 millones, además de 1.000 millones en garantías.
La Comisión propone, entre otras cosas, trabajar con el Banco Europeo de Inversiones, pare aumentar la inversión, por ejemplo, en innovaciones disruptivas o el fomento de las tecnologías limpias. Además, propone reforzar algunos de los fondos existentes, como el Fondo para la Innovación, aunque también propone crear un ‘Banco para la Descarbonización Industrial‘.
También aboga por simplificar las ayudas de Estado para que los gobiernos puedan invertir en la descarbonización de estos sectores. En particular, Bruselas mira a los proyectos de interés europeo como un vehículo interesante en este sentido, sobre todo para las industrias intensivas. Además, la Comisión abre la puerta, por ejemplo, al uso de incentivos fiscales también en este ámbito.
La Comisión también ha anunciado que movilizará 90.000 millones de euros a través del programa Erasmus Plus para abordar la dimensión social. La descarbonización de la industria implica inevitablemente cambios. La Comisión ha propuesto este lunes mecanismos para ayudar a los trabajadores de la industria a adquirir nuevas habilidades para no quedarse atrás. Además, Bruselas ha anunciado que pondrá en marcha un Observatorio para una Transición Justa con el objetivo de analizar su impacto.
La dimensión externa
La dimensión externa pasa por diversificar la política comercial de la UE. Este es uno de los objetivos de la nueva Comisión. La idea es buscar acuerdos sectoriales específicos, como por ejemplo en el ámbito de las tecnologías limpias. Bruselas busca también fomentar la colaboración con terceros países para garantizar que las empresas europeas juegan con las mismas reglas que el resto.
Además, la Comisión ha asegurado que trabajará para atajar las prácticas desleales en estos sectores, en particular, la sobrecapacidad en ciertos mercados, con un ojo puesto en China. Una de las herramientas que la Unión ha utilizado con este objetivo en el pasado es el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera. Este sistema pone precio al carbono emitido en el proceso de producción, particularmente en las industrias intensivas, a los bienes que entren en la UE.
El objetivo es fomentar la descarbonización fuera del continente y que las empresas europeas no se vean perjudicadas por estándares medioambientales más altos. La Comisión ha presentado este miércoles un paquete que simplifica también estas normas para hacerlas más efectivas y reducir las exigencias para los pequeños importadores.
Las tecnologías limpias requieren materias primas específicas. La Comisión ha propuesto poner en marcha un mecanismo que permita a las empresas europeas agregar la demanda y realizar compras conjuntas. Pero Bruselas ha propuesto trabajar también en acelerar el trabajo para poder reutilizar algunos de esos materiales y reducir las dependencias. El objetivo es que el 24% de los materiales sean reciclados de aquí a 2030.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-02-26 05:49:00
En la sección: El Periódico – internacional