La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha hecho ya pública la composición del Colegio de Compromisarios y las responsabilidades que tendrán cada uno de ellos para los próximos cinco años. Entre ellos la vicepresidenta del gobierno español y ministra Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que está llamada a ser una de las vicepresidentas ejecutivas de la Comisión a cargo de la cartera de Transición Limpia, Justa y Competitiva y de Competencia.
Este es el paso previo a su aprobación por parte del plenario del Parlamento Europeo y antes del 31 de octubre, que es cuando expira el mandato de la Comisión saliente, cada candidato deberá someterse al escrutinio de las comisiones parlamentarias vinculadas a su área de responsabilidad, algo que no puede considerarse un mero formalismo ya que en ocasiones, como sucedió en 2019, algunos candidatos, los de Francia, Rumanía y Hungría, fueron rechazados. Es un proceso relevante políticamente porque en esas audiencias se dirime la idoneidad de los candidatos, se da conocer el programa específico de los futuros comisarios y estos asumen sus compromisos ante la institución representativa que ha de avalar su nombramiento.
Se trata, por tanto, de un momento de vital importancia desde el punto de vista de la legitimidad democrática para el particular sistema político que es la Unión Europea porque es a través de él que el ejecutivo comunitario obtiene la confianza del Parlamento. No obstante, el debate en España, justo la misma semana que el gobierno ha presentado el Plan de Acción Democrática, lo que ha se destacado por parte del gobierno es que España nunca había tenido una representación a tan alto nivel lo cual no es cierto, o que Ribera era la primera mujer española en ostentar un puesto de semejante responsabilidad, que tampoco lo es. España ha tenido diversos vicepresidentes de la Comisión, todos ellos socialistas, Manuel Marín, Joaquín Almunia y Josep Borrrell, y una vicepresidenta del PP, Loyola de Palacio, algo que rápidamente ha sido recordado desde las filas de esa partido. Una discusión, no obstante, a todas luces de vuelo gallináceo que ha ensombrecido la verdadera significación de la elección de una nueva Comisión, del acuerdo que lo ha hecho posible y de su relevancia para el futuro de Europa.
Los resultados de las elecciones europeas han hecho posible la contención de las formaciones abiertamente euroescépticas y las fuerzas sobre las que tradicionalmente se ha sustentado el proyecto europeo, socialdemócratas, conservadores y liberales, han conservado la mayoría y ahora van a seguir gobernando Europa. Por ello, teniendo en cuenta que el PSOE y el PP son aliados tanto en el Parlamento como en el ejecutivo comunitario, resulta absurda la polémica en torno a Ribera. Ambos partidos de atestiguada vocación europeísta deben aprovechar la ocasión para hacer honor a su fama haciendo pedagogía acerca de la Unión y contrarrestando las críticas de déficit democrático. No en vano la elección de los compromisarios es uno de los momentos culminantes de la democracia europea, en demasiadas ocasiones es percibida como excesivamente lejana por parte de la ciudadanía europea. Están a tiempo.
Suscríbete para seguir leyendo
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-09-22 13:24:54
En la sección: El Periódico – internacional