Antes de que se enemistaran y comenzaran a insultarse en redes sociales, el presidente estadounidense Donald Trump, y el hombre más rico del mundo, Elon Musk, llevaron a cabo uno de sus grandes planes: tras conseguir la Casa Blanca en enero, dinamitaron el sistema de financiación estadounidense para la ayuda al desarrollo, USAID. Clausuraron miles de programas de ayuda, desde la financiación de vacunas contra el VIH o la malaria a planes de lucha contra el hambre. Alrededor de 50.000 millones de euros en ayuda se esfumaron y las agencias internacionales dedicadas la infancia (como UNICEF o Save The Children), a la salud (como la OMS) o los refugiados (Acnur) entraron en pánico. Comenzaron a recortar todo lo no imprescindible, y a planificar para minimizar el daño.
Tras Estados Unidos, otros grandes países contribuyentes han ido anunciando reducciones en sus contribuciones, especialmente Alemania, Reino Unido y Francia. Se teme que el desplome en ayuda al desarrollo este 2025 sea el mayor de la historia, en una horquilla de entre el 9% y el 17%, según cálculos de la OCDE. El número de muertes directas e indirectas de este desplome se sitúa en alrededor de los 14 millones, según estimaciones de la ONU.
En este contexto, la 4ª Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que se ha celebrado esta semana en Sevilla se veía como una herramienta para intentar arreglar este y otros desaguisados en el mundo de la cooperación entre los países ricos y los países pobres o en desarrollo. La falta de interés de parte de los países ricos de la comunidad internacional, sin embargo, ha sido notoria, y eso ha deslucido el encuentro.
De los países del G7, solo Francia ha enviado a su jefe de Estado o de Gobierno. Emmanuel Macron criticó en Sevilla los aranceles impuestos por Estados Unidos a medio mundo y advirtió de las consecuencias devastadoras que puede tener la guerra comercial en los países más pobres.
El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron (i) durante la Cumbre de la ONU. A 30 de junio de 2025 en Sevilla, Andalucía (España). El presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, participa con una intervención destacada en el marco de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas, abordando los desafíos globales en materia económica y de cooperación internacional. 30 JUNIO 2025 Francisco J. Olmo / Europa Press 30/06/2025. EMMANUEL MACRON;Francisco J. Olmo; / Francisco J. Olmo / Europa Press
Pero el resto de los países avanzados o boicotearon el encuentro, como hizo Estados Unidos, o mandaron a delegaciones encabezadas tan solo por ministros (Reino Unido), viceministros (Alemania, Canadá o Japón) o incluso simples embajadores. Del otro lado, buena parte de los países pobres o en vías de desarrollo mandaron a sus presidentes o primeros ministros. En representación de UE estuvo la presidenta de la comisión Ursula von der Leyen.
El círculo de la pobreza es una trampa infinita de la que rara vez se puede salir solo con esfuerzo personal. Este hecho, cierto para los individuos, lo es también para los estados. El grueso de los países empobrecidos están ahogados en deuda con entidades privadas o instituciones internacionales. 3.300 millones de seres humanos viven en países, medio centenar, en los que los presupuestos públicos dedican más dinero a satisfacer los pagos de la deuda de lo que se gastan en sanidad y educación juntas.
Por eso, de lo que más se ha hablado en la cumbre es de cómo conseguir reconfigurar esas deudas. No se trata solo de condonar, sino de reestructurar de forma efectiva. Recuerda el economista internacional Joseph Stiglitz que Zambia tardó cuatro años en llegar a un acuerdo para el alivio de la deuda.
El sistema actual de financiación al desarrollo, basado en préstamos con intereses o condiciones a veces leoninas del Fondo Monetario Internacional o bancos internacionales, genera una deuda “injusta e insostenible”, según el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, presente en el encuentro. “Una trampa que perpetúa la pobreza”, en palabras del presidente español, Pedro Sánchez.
En el Compromiso de Sevilla, la declaración final de 38 páginas aprobada por el plenario, se plantean mecanismos para aliviar la carga de la deuda y hacer más progresivos y eficaces los sistemas fiscales. “Hemos logrado un acuerdo que moviliza recursos para canalizar más financiación y aumentar la capacidad fiscal de los países en desarrollo”, ha dicho en el cierre de la cita Pedro Sánchez. “El acuerdo mejora la sostenibilidad de la deuda y refuerza los mecanismos de rendición de cuentas”.
Se ha creado la Plataforma de Acción de Sevilla, constituida por instituciones, sector privado y sociedad civil, para comenzar a trabajar en 130 proyectos concretos. Entre los promovidos por España está un mecanismo de cancelación de deuda por proyectos equivalentes de inversiones sostenibles u otro para interrumpir de forma temporal en los pagos del servicio de la deuda en caso de que un país se vea afectado por una crisis alimentaria, sanitaria o climática.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o Agenda 2030 son 17 misiones establecidas en 2015 por la comunidad internacional para el año 2030: acercarse al hambre cero, garantizar agua limpia o educación básica a todo el mundo o luchar contra la degradación medioambiental y el cambio climático. Desde 2015 y hasta 2022, la financiación del desarrollo creció un 22%. Pero todo se ha ido torciendo poco a poco.
Ahora se estima que hacen falta cuatro billones de euros extra anuales en el próximo lustro para poder lograr los ODS. Pero el espíritu de los tiempos es otro, y no hay voluntad política. Algunos de los países que han recortado en ayuda al desarrollo son los mismos que se han comprometido a elevar hasta el 5% el gasto en defensa y seguridad. La invasión rusa de Ucrania y las dudas sobre Estados Unidos como aliado de la OTAN han hecho cambiar el paradigma de la Unión Europea. En palabras del ex Alto Representante de Política Exterior y de Seguridad de la UE, Josep Borrell: “Europa ya no puede seguir siendo un herbívoro en un mundo de carnívoros”.
La cumbre ha intentado movilizar al sector privado para detener la caída de inversión extranjera en los países en desarrollo, que se ha desplomado la mitad hasta el 2,3% del PIB, según datos del Banco Mundial.
“Ningún virus se detiene en la aduana”, ha subrayado durante la cumbre Pedro Sánchez. Los recortes de Estados Unidos y otros países ricos van a tener un impacto directo y tangible en la salud global, en especial para la lucha contra la epidemia de VIH en África o en el control de la malaria o la tuberculosis.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom, durante su intervención en la cumbre de Sevilla, ha pedido que se financien de forma justa los sistemas sanitarios de los países más desfavorecidos.
España ha presentado durante la conferencia como una de sus grandes medidas la Iniciativa de Acción para la Salud Global, junto con la OMS: 370 millones de dólares (unos 315 millones de euros) para ayudar a aumentar las inversiones en la cobertura de la sanidad universal.
Hace ya más de medio siglo que los países ricos del mundo se comprometieron a destinar el 0,7% del PIB en ayuda al desarrollo. Solo cuatro países lo cumplen: Noruega, Dinamarca, Suecia y Luxemburgo.

30/06/2025 El presidente del gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de la ONU, António Guterres presiden la foto de familia. A 30 de junio de 2025 en Sevilla, Andalucía (España). En el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES) ha tenido lugar la foto oficial con los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU. En este acto institucional, se da la bienvenida a los mandatarios que intervienen en esta cumbre global centrada en los retos económicos y financieros del desarrollo sostenible. SOCIEDAD Francisco J. Olmo – Europa Press / Francisco J. Olmo – Europa Press / Europa Press
España está aún muy lejos de llegar al objetivo: se mantiene en el 0,28%. Tanto el presidente del Gobierno como el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se han comprometido a aumentarlo gradualmente hasta lograrlo en 2030. Pero, sin posibilidad de aprobar unos presupuestos por la división parlamentaria, el objetivo parece lejano.
En la declaración de la cumbre se insiste de nuevo en la necesidad de trabajar por alcanzar el objetivo del 0,7%.
Los optimistas dicen que el mero hecho que decenas de países de todo el mundo hayan enviado delegaciones de alto nivel a la calurosa Sevilla para debatir cómo mejorar el mundo durante cinco días, es ya un logro en estos tiempos de desmantelamiento del sistema internacional creado tras la II Guerra Mundial. Una batalla ganada contra los que intentan acabar contra el multilateralismo y el mundo basado en la diplomacia, el acuerdo y las reglas conjuntas, desde Washington a Moscú o Tel Aviv.
“El multilateralismo es todavía el mejor camino y el más duradero para lograr la paz y el progreso”, dijo el rey Felipe VI en la cena de gala de la cumbre. “La ignorancia conduce al miedo, el miedo al odio y el odio, a la violencia”.
En el Compromiso de Sevilla, los 193 países firmantes insisten en el compromiso de mantener los foros multilaterales abiertos, e incluir cada vez más la participación de los países más débiles.
Las organizaciones sociales han reclamado la creación de una convención específica en el seno de Naciones Unidas para la Cooperación Internacional y otra para la Deuda. Ninguna de estas dos se contempla en el texto final, informa Patricia Godino. Ahora mismo, las decisiones se toman en el marco de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), una organización internacional con sede en París que agrupa a 38 países con economías de mercado y sistemas políticos democráticos.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-07-03 14:00:00
En la sección: El Periódico – internacional