Una remota isla del Pacífico puede revolucionar la logística militar de Estados Unidos. El pasado 25 de marzo, la Fuerza Aérea de EEUU anunció la elección del atolón Johnston como territorio óptimo para la construcción de dos pistas de aterrizaje para cohetes. En el marco del programa ‘Rocket Cargo Vanguard’, impulsado por la Fuerza Espacial, el Gobierno estadounidense lleva años tratando hacer realidad el transporte de material militar mediante cohetes.
El objetivo del programa es transportar material militar a cualquier parte del mundo en menos de 90 minutos. Pese a los elevados costes, financieros y ambientales, que la iniciativa puede tener, el Gobierno está convencido de la necesidad del proyecto.
Acuerdos gubernamentales tanto con SpaceX (empresa de Elon Musk) como con Blue Origin (empresa de Jeff Bezos), han sido fundamentales para los recientes avances del programa.
Punto de apoyo estratégico en el Pacífico
El viraje de la política exterior estadounidense hacia el Pacífico es desde hace tiempo notorio, y la elección del atolón Johnston (isla ubicada a poco más de 1.000 kilómetros de Hawaii) es un claro ejemplo de ello. La isla es uno de los 14 territorios no incorporados de Estados Unidos, es decir, está bajo su soberanía, pero no forman parte del territorio nacional. Es una figura ambigua, al no ser ni parte del estado, ni ser considerado independiente. Además, no hay población registrada, algo que facilita la ejecución del plan al no tener que enfrentar oposición.
Son la fauna y los parques naturales la única oposición que el Gobierno de EEUU se puede encontrar. El pasado 3 de marzo las Fuerzas Aéreas anunciaron que analizarían el posible impacto ambiental que la construcción de las pistas y los test con los cohetes podrían llegar a tener. «El Refugio Nacional de Vida Silvestre del atolón Johnston forma parte del Monumento Nacional Marino del Patrimonio de las Islas del Pacífico», decía el comunicado. Además de perturbar la vida de la fauna local, el uso de la isla como terriotorio de pruebas para el aterrizaje de los cohetes puede conllevar una degradación ambiental considerable. No solo están previstos continuos y numerosos test, sino que los posibles fallos de estos pueden hacer de la isla un cementaerio de aeronaves.
Por ello, el Pentágono tendrá que estudiar los efectos que el aterrizaje masivo de cohetes en la isla puede tener sobre el «hábitat esencial de peces, aves migratorias y otras especies protegidas». Una reciente información publicada por la agencia Reuters denunciaba el daño que este proyecto puede causar a las aves marinas, recordando también los cuestionables antecedentes de las empresas de Musk con el medio ambiente.
Un plan con recorrido
La idea de transportar material militar de una parte a otra del mundo lo más rápido posible no es nueva. El Ejército norteamericano lleva al menos 5 años trabajando en ello. En un vídeo que SpaceX publicó en 2017 titulado ‘Tierra a Tierra’, un cohete hecho por ordenador sale de Nueva York y aterriza en Shangai en escasos 39 minutos. Aunque el anuncio se centraba en el transporte de personas, la proyección de aquella idea ve ahora un horizonte algo más cierto.
En un discurso en una reunión sobre Transporte de Defensa Nacional en 2020, el ya retirado general Stephen R. Lyons habló sobre el futuro del transporte por cohete. «Piensen en trasladar el equivalente de una carga útil de un C-17 a cualquier lugar del planeta en menos de una hora», dijo Lyons. «Piense en esa velocidad asociada al movimiento de transporte de carga y personas. Hay mucho potencial aquí».
En agosto de ese mismo año, el Comando de Transportes emitió una nota de prensa en la que expresaba su entusiasmo por el programa, tratando de hacer imaginar lo que sería «viajar desde el territorio continental de Estados Unidos a cualquier punto de la región del Pacífico y medir su tiempo de tránsito en minutos». «Imagínese a Estados Unidos prestando ayuda a un aliado que necesita socorro en caso de catástrofe, o combatiendo a un adversario que planea acciones provocadoras contra los intereses nacionales de Estados Unidos a velocidad de cohetes», añadía.
Una cercana utopía
La logística de un ejército define también su calidad. Una de las razones por las que el Ejército estadounidense ha sido tan dominante en los siglos XX y XXI es su capacidad para trasladar personas, suministros y equipos a cualquier lugar del planeta. Por ello, la introducción de los cohetes como medio de transporte militar puede revolucionar los tiempos y distancias de las guerras.
La utopía de los primeros planteamientos ha sido contrarrestada por anuncios y planes que tratan de hacer de ello una realidad. El comunicado del día 25 y las intenciones sobre el atolón Johnson son un claro reflejo de ello.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-04-09 06:31:00
En la sección: El Periódico – internacional