El aumento del gasto militar de los países de la OTAN provocará un incremento de las emisiones globales de dióxido de carbono de hasta 200 millones de toneladas anuales. Esta es la principal conclusión de un estudio del Observatorio de Conflictos y Medio Ambiente (CEOBS, en sus siglas en inglés), una organización benéfica con sede en el Reino Unido, que advierte de que la priorización de la seguridad a corto plazo provocará un agravamiento de la crisis climática y, en consecuencia, un aumento de los conflictos en todo el mundo.
Los autores del estudio, publicado por el diario ‘The Guardian’, han basado sus predicciones en las perspectivas de aumento del gasto en defensa en relación al PIB de los países de la OTAN, los cuales ofrecen más información sobre sus emisiones que otros países. La conclusión es que, si los miembros de la alianza incrementan su gasto en defensa en dos puntos del PIB, el volumen de emisiones aumentará entre un 1,8% y un 4% (entre 87 y 194 millones de toneladas de dióxido de carbono al año). En caso de alcanzar las previsiones más pesimistas, esto supondría un incremento equivalente a las emisiones anuales de Pakistán, un país de cerca de 250 millones de habitantes.
El investigador Lennard de Klerk, uno de los autores del estudio, asegura que el gran impacto de la industria de defensa sobre el medio ambiente se debe a varios factores, incluidos la extracción de minerales para la fabricación de armamento o el consumo elevado de combustible. «Los equipos que [los ejércitos] compran, están fabricados principalmente con una gran cantidad de acero y aluminio, cuya producción genera muchas emisiones de carbono. Y para desplazarse utilizan combustibles fósiles: diésel para las operaciones terrestres y queroseno para las operaciones aéreas. En el caso de las operaciones marítimas, también se utiliza principalmente diésel, salvo que se trate de buques de propulsión nuclear», indica de Klerk.
Gasto militar
El estudio señala que el número de conflictos armados ha alcanzado la cifra más alta desde la Segunda Guerra Mundial y destaca que el gasto militar global ha alcanzado máximos históricos, con un total de 2,46 billones de dólares en 2023. Se estima que las operaciones relacionadas con la defensa son responsables actualmente de un 5,5% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial, un porcentaje que aumentará previsiblemente en los próximos años debido al rearme generalizado de los países en todo el mundo.
Los recortes en el apoyo militar a Ucrania anunciados por el presidente estadounidense, Donald Trump, han obligado a la Unión Europea a incrementar su gasto en defensa. Un gasto que los países del club comunitario ya han aumentado en cerca de un 30% en los últimos tres años y que sigue subiendo. La UE prevé movilizar cerca de 800.000 millones de euros como parte de sus planes de rearme, entre los que se incluyen 150.000 millones del programa de préstamos SAFE, al que los gobiernos de los 27 han dado luz verde esta misma semana.
Al mismo tiempo, los autores del informe alertan de que los mayores presupuestos de defensa están obligando a los países a recortar gastos destinados a las políticas climáticas y al desarrollo. Un ejemplo es el tijeretazo anunciado por el Gobierno británico a la ayuda exterior, que se ha visto reducida a la mitad para poder lograr el objetivo de aumentar el gasto militar hasta el 2,5% del PIB en 2027.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-05-29 13:05:00
En la sección: El Periódico – internacional