Un cordón umbilical vincula a los conflictos de Oriente Próximo de la guerra de Ucrania. Y no se trata tan solo de proximidad física. Alianzas cruzadas entre los diferentes protagonistas, así como la percepción en líderes y gobiernos de su interrelación, permite entrever que lo sucedido en las últimas horas en territorio iraní tendrá inevitables repercusiones en las planicies ucranianas, tanto para el bando ruso como para el ucraniano.
Una vez más, en Moscú, los diferentes representantes rusos parecieron hablar con voces y énfasis diferentes. Mientras Konstantin Kosachev, ‘vicespeaker’ de la Duma y presidente de la comisión de Exteriores de la cámara, empleaba una retórica incendiaria y hablaba de «guerra total» y apoyo sin fisuras a su aliado persa, dirigentes e instituciones de más peso, como el portavoz presidencial Dmitri Peskov o el Ministerio de Exteriores ruso se limitaban a expresar su «preocupación» ante la escalada y dejaban en el aire la posibilidad de acudir en ayuda de Teherán.
Moscú tiene razones para sentirse inquieto ante el debilitamiento de uno de sus grandes aliados. Según datos proporcionados por el Ministerio de Exteriores ucranianos, a fecha de septiembre de 2024, Irán había proporcionado más de 8.000 drones Sahed 136, capaces de volar miles de kilómetros e impactar en objetivos en misiones suicida. En esas mismas fechas, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, acusó al régimen de los ayatolás de proveer a Rusia de misiles balísticos, todas ellas armas que, a decir de la institución ucraniana en un mensaje posteado en la red social X, han causado la muerte a «muchos ucranianos». Además, desde hace ya tiempo, Rusia ya fabrica este tipo de armas bajo licencia en una planta en la localidad de Yelábuga.
Escalada bélica
«Dependiendo de la envergadura de la escalada bélica» en la región, escriben Milan Lelich y liliana Oleniak en la publicación RBC Ukraine, el impacto en los frentes de guerra será uno u otro. «Putin debe enfrentarse a un problema: ¿continuará recibiendo componentes para los drones Sahed desde Irán? Si Irán es arrastrado a una guerra, está claro que ello afectará a los suministros», ha declarado Iván Tymochko, jefe del Consejo de Reservistas del Ejército de Tierra de Ucrania, a Espreso TV, una cadena de televisión por internet ucraniana.
A tenor del precedente que supusieron las escaramuzas bélicas registradas entre Israel e Irán tras los ataques terroristas del 7 de octubre por parte de la milicia palestina Hamás, Moscú no va a correr en ayuda de su aliado en apuros. Y ello, pese a que la defensa antiaérea iraní, de fabricación rusa, ha sido diezmada por los bombardeos israelíes. Pese a su alianza, entre ambos países no existe ningún acuerdo de defensa mutua.
Respecto a Ucrania, no todos los escenarios que deriven del ataque israelí son positivos para sus intereses. Según ha detallado el analista Maksym Dzhyhun en ‘The New Voice of Ukraine’, existe la posibilidad de que, al igual que sucedió tras los ataques del 7 de octubre y la posterior ofensiva israelí contra Gaza, se desvíe de nuevo hacia las guerras en Oriente Próximo no solo la atención mediática, sino sobre todo los recursos militares, en particular los estadounidenses. «Rusia sin ninguna duda deseará que cualquier involucración estadounidense en una eventual guerra de Oriente Próximo le concederá mayor margen de maniobra con Ucrania y con otros países de Europa del este», ha asegurado el analista.
Recientemente, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha denunciado el «desvío» hacia Oriente Próximo de 20.000 misiles inicialmente pactados por la anterior administración estadounidense con el Gobierno de Kiev, precisamente para afrontar la amenaza que plantean los drones Sahed de origen iraní. «Mi ministro de Defensa me ha contado que EEUU los ha enviado a Oriente Próximo; no era costoso, pero era tecnología especial», ha lamentado el mandatario.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-13 14:42:00
En la sección: El Periódico – internacional