La Verja que separa España y Gibraltar será demolida, si todo sale como está previsto. Este miércoles, 11 de junio, a las cinco de la tarde, tras más de cuatro años de negociaciones, se ha sellado finalmente un «acuerdo político» para definir el encaje de Gibraltar en España y la Unión Europea (UE) tras la salida de Reino Unido de la UE, votada en 2016 y consumada en 2021.
El texto definitivo aún no se conoce, y las notas de prensa enviadas tanto por España como por el Reino Unido, muy diferentes entre sí, no permiten conocer en los detalles técnicos de lo acordado. El lenguaje es intencionadamente ambiguo y redactado para que cada parte (Reino Unido, España, Gibraltar y la Comisión Europea) pueda vender a sus opiniones públicas el éxito conseguido, advierten fuentes diplomáticas bien conocedoras de este periplo negociador. Sin embargo, hay cuestiones que parecen claras, a la espera de que se redacte y firme el texto final y sea ratificado en el Europarlamento.
La Verja es una alambrada de 1,2 kilómetros de longitud que levantó unilateralmente Reino Unido en 1908, 254 años después de la entrega de una parte de Gibraltar por la Corona española a la británica. Es la frontera de facto entre España y el «territorio de ultramar británico» de Gibraltar.
Allí hay puestos de control modernos donde la Policía revisa entradas y salidas hacia La Línea, la ciudad gaditana colindante con el Peñón. Tras décadas de historia, que incluyó un cierre total por parte del dictador Francisco Franco, va a desaparecer. Será derribada. Los 15.000 trabajadores que van hacia la colonia británica todas las mañanas a trabajar no tendrán que pasar controles, y tampoco los británicos o llanitos que quieran ir a sus casas o por turismo al Campo de Gibraltar, o los viajeros que quieran usar el cercano aeropuerto de Málaga.
LA LÍNEA DE LA CONCEPCIÓN (CÁDIZ), 24/08/2013.- Los accesos a Gibraltar han vuelto a colapsarse esta mañana hasta formarse colas de dos horas por la intensificación de los controles policiales en la frontera, situación derivada del conflicto diplomático entre España y la colonia, y por la mayor afluencia de vehículos en fin de semana.-EFE/CARRASCO RAGEL / A.Carrasco Ragel / EFE
«Se eliminarán la totalidad de las barreras físicas, los chequeos y los controles sobre las personas y mercancías que circulen entre España y Gibraltar, preservando al mismo tiempo el espacio Schengen, el mercado único de la UE y la unión aduanera«, se lee en la nota de prensa del Ministerio de Exteriores español.
Pero, para poder tirar la Verja («el último muro de la Europa occidental», en palabras del ministro de Exteriores José Manuel Albares), deben establecerse controles alternativos de entrada al espacio europeo y de seguridad Schengen. Se realizarán en el puerto y al aeropuerto. ¿Quién llevará a cabo esos controles? La posible presencia de policías españoles con bandera en la solapa y arma reglamentaria decidiendo si un ciudadano británico puede o no entrar en su colonia fue uno de los asuntos más espinosos al comienzo de las negociaciones.
Lo que se ha decidido, y está por concretar, es una fórmula «dual». Habrá policía española, sí, pero también gibraltareña. Irán uno detrás de otro: primero el británico/gibraltareño, y después el español, apunta otra fuente diplomática. ¿Podrá España rechazar la entrada de un ciudadano británico en Gibraltar?, ha preguntado un periodista en la rueda de prensa en Bruselas. «Por supuesto, el agente europeo, que va a ser la policía española, va a garantizar la integridad de la zona Schengen», ha respondido el ministro Albares.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, celebra el acuerdo sobre Gibraltar con el comisario Maros Sefcovic, el ministro británico David Lammy y el ministro principal gibraltareño Fabian Picardo / MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES Y COOPERACIÓN
«Los controles de pasaportes los hará la policía española», ha asegurado por su parte el comisario de Comercio y negociador de la UE con el Reino Unido, Maros Sefcovic.
Se trata de un modelo similar al de la policía francesa que opera en la estación londinense de Saint Pancras, de la que sale el tren que conecta con París por el Eurotúnel, según el comunicado del Gobierno británico. «La inmigración y la ley y el orden de Gibraltar seguirán siendo responsabilidad exclusiva de las autoridades de Gibraltar. Los agentes españoles serán responsables de la integridad del espacio Schengen», se lee en el texto.
Y si el tema de los controles policiales era uno de los más sensibles políticamente, el de la base militar que es Gibraltar para Reino Unido era el más sustancial y complejo. En el puerto de la Royal Navy se reparan submarinos nucleares y se cargan buques de guerra con misiles que se encuentran en suelo gibraltareño y sobre los que España no puede ejercer ningún control. Pero, además, unos 14.000 soldados entran y salen por el puerto y el aeropuerto. ¿Cómo controlar ese tránsito de material y personal sensible? Sobre ello negociaban los ministerios de Defensa de ambos países, en ocasiones chocando con los de Exteriores o la metrópoli con la colonia.
Se desconoce qué se va a hacer. ¿Habrá enlaces militares españoles en las bases británicas del Peñón? Al fin y al cabo, se trata de socios OTAN.

El submarino nuclear «HMS Ambush», en el puerto de Gibraltar, en una imagen de 2016. / A. CARRASCO RAGEL / EFE
La nota de prensa española ni menciona el asunto. En la británica, sí; de hecho se destaca bien al principio. «El acuerdo (…) protegerá la soberanía británica y la autonomía militar de Reino Unido». Y sigue: «Habrá autonomía operacional militar completa de las instalaciones militares británicas en Gibraltar, que tienen un rol vital en la protección de la seguridad regional y en el mantenimiento de importantes rutas comerciales».
En la reciente Estrategia de Defensa británica se establece la importancia de que Reino Unido mantenga la presencia militar en Gibraltar y de mantener «la soberanía de las aguas territoriales de Gibraltar británica» para que sea «una base estratégica en la entrada oeste del mediterráneo».
Y, ¿qué hacer con las mercancías que entran en el Peñón? Parte del problema se resolvió con el acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido del pasado mes de mayo, en que se abordaban cuestiones como la compraventa de pescado o productos agropecuarios, entre otros, y se armonizaban los requisitos fitosanitarios y se asumía la potestad decisiva del tribunal europeo para las disputas. ¿Algo así se aplicará a Gibraltar?
«Las partes han acordado los principios que sustentan la futura unión aduanera entre la UE y Gibraltar, manteniendo una estrecha colaboración entre las respectivas autoridades aduaneras y eliminando los controles de mercancías«, se lee en la nota.
También se ha llegado a un acuerdo sobre los principios de imposición indirecta que se aplicarán en Gibraltar, incluyendo el tabaco. El contrabando de tabaco en Gibraltar alienta mafias que operan en la zona y que han atacado violentamente en ocasiones a la Guardia Civil.
Sobre el terreno, los que más lo van a notar cuando eventualmente se ponga en marcha son los campogibraltareños que cruzan diariamente hacia Gibraltar, unos 15.000, y otros tantos llanitos y británicos que entran en España, entre otras cuestiones para ir a sus primeras o segundas residencias en el más amplio territorio gaditano.
Los trabajadores pelean por que se les trate igual que a los gibraltareños en cuestiones de pensiones y Seguridad Social. Pero la colonia tiene un sistema de pluses para los llanitos. No se sabe el detalle del acuerdo final, pero se apunta a que habrá criterios de «igualdad».
«Hay compromisos de igualdad de condiciones en materia de ayudas estatales, fiscalidad, trabajo, medio ambiente, comercio y desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte – incluyendo el aeropuerto; los derechos de los trabajadores transfronterizos y la coordinación en materia de seguridad social», se lee en el comunicado español. «También se ha acordado la creación de un mecanismo financiero adecuado para promover la cohesión y apoyar la formación y el empleo en la región».
El acuerdo desde el primer momento se vio como un ejercicio de sentido común destinado a mejorar la vida de las gentes de la zona, superando las rencillas históricas. Los alcaldes y el presidente de Andalucía han sido informados cada cierto tiempo por el ministro Albares, aunque se han quejado de falta de claridad. Son los principales afectados.
Pero el fondo de la cuestión gibraltareña es mucho más atávico: España reclama Gibraltar, Reino Unido protege Gibraltar y los gibraltareños han votado casi unánimemente seguir perteneciendo al reino británico en dos ocasiones.

El ministro de Exteriores británico, David Lammy, este miércoles en Bruselas. / WIKTOR DABKOWSKI / CONTACTO / EUROPA PRESS
Nada de eso va a cambiar, al menos en principio. El más claro a la hora de subrayarlo ha sido Reino Unido. «El acuerdo protege la soberanía y la economía de Gibraltar», se titula su nota de prensa. «De ninguna manera afecta a nuestra soberanía sobre Gibraltar«, ha insistido su ministro de Exteriores, David Lammy. «El futuro acuerdo salvaguarda las respectivas posiciones jurídicas de España y el Reino Unido en materia de soberanía y jurisdicción·, reza el texto español, más ambiguo.
Los diplomáticos españoles más optimistas esperan que al derribar la frontera e integrar el territorio en la Península y en Europa se vaya derivando en una suerte de integración de facto de Gibraltar en España.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-11 14:46:00
En la sección: El Periódico – internacional