Este lunes, Francia arrancó su campaña electoral ‘exprés’ hacía las elecciones legislativas adelantadas, con un ambiente de despedida a la era macronista, tras la victoria de la extrema derecha de Marine Le Pen en las europeas.
La historia de la derecha tradicional francesa sería cómica si no fuera trágica. Este lunes, el presidente de Los Republicanos, Eric Ciotti, ha vuelto a ocupar los principales titulares de la prensa francesa, después de que la justicia de Niza haya abierto una investigación por, presuntamente, desviar fondos públicos para su campaña en las elecciones legislativas de 2022. Según Ciotti, se trata de “una manipulación política evidente”, y su director de campaña añade en un comunicado que; “es otra bola lanzada por un candidato competidor, que perdió las elecciones en 2022 y que ahora es corresponsal de la oficina de Anticor”, entidad encargada de la investigación.
Los Republicanos ya han presentado a sus casi 400 candidatos repartidos por todo el territorio francés, mientras que Ciotti lo ha hecho, por su lado, presentando a 62 candidatos bajo la alianza de Los Republicanos y Reagrupamiento Nacional. Éric Ciotti se mantiene como presidente de Los Republicanos, a pesar de la ruptura total con su partido, tras la decisión de un juez de suspender su expulsión de la agrupación. Una decisión tomada por los barones republicanos ante el anuncio de su presidente de aliarse con la extrema derecha francesa.
Por el lado de la izquierda, el Nuevo Frente Popular no consigue superar sus diferencias, a pesar de presentarse como la única alternativa para combatir a la extrema derecha. Días después de firmar esta unión, las grietas empiezan a aparecer y las diferencias parecen difíciles de esconder. El principal problema de la izquierda lleva el nombre de La Francia Insumisa.
La purga dentro del partido insumiso debilita a este nuevo frente, tras anunciar que sus caras más mediáticas, Alexis Corbière, Raquel Garrido, Hendrik Davi y Danielle Simonnet, no estarán en las filas de LFI en las próximas legislativas, pero participaran en la campaña del Nuevo Frente Popular, algo que crea cierta confusión al votante y que puede acabar penalizándoles.
Unos esfuerzos entre la izquierda, donde se ha instaurado el mensaje de “no está todo perdido” y “aún hay esperanzas”, aunque en las calles ya hay aires de despedida. Ya se preparan para el adiós a la era macronista.
Los últimos sondeos publicados este lunes, siguen dando como ganadora a la ultraderecha de Reagrupación Nacional con un 33% de intención de voto, y por detrás, con un avance de 6 puntos respecto a la semana anterior, la izquierda (28%).
Cerca de 200 deportistas contra la extrema derecha
A estas alturas y con una campaña electoral exprés, el plazo más corto permitido por ley, el comodín de los partidos está en la movilización de las calles. Este fin de semana, los sindicatos demostraron la unión y la fuerza de la izquierda convocando cerca de 200 manifestaciones por toda Francia, la más importante en París, que consiguió reunir 135.000 personas.
Mientras, el macronismo hace campaña a la deriva y busca rascar votos de esa derecha tradicional fracturada, aunque los sondeos cada vez le dan menos oportunidades de ganar (18%). De ahí que prefieran apoyar a la derecha tradicional (LR), y ya han anunciado que no presentarán candidato frente a François Hollande, candidato socialista en Corrèze, ni tampoco en otras 64 circunscripciones.
Ahora, los extremos buscan atrapar el voto de los jóvenes y de los que se abstuvieron en las pasadas elecciones europeas. Si la abstención fuese un partido en Francia, en las recientes elecciones hubiera ganado por casi un 50%, la mayoría jóvenes, y ahí está la verdadera carrera política. El voto joven es crucial para la extrema derecha francesa; el 30% de sus votantes tienen entre 18 a 24 años y el 28% entre los de 25 a 34 años, según datos de Ipsos.
Ante estos números, el domingo, el futbolista Kylian Mbappé aprovechó su altavoz y su influencia entre los jóvenes para animar a los jóvenes a votar contra «los extremos», y remarcó que, ahora mismo, «la situación política es más importante que el fútbol». A este llamado se han sumado casi 200 deportistas, que han publicado una carta abierta en el medio francés L’Equipe; “La extrema derecha se opone profundamente a la construcción de una sociedad democrática, tolerante y digna: la historia lo demuestra. (…) Reagrupamiento Nacional tiene sus raíces en estas ideologías”, reza el escrito, e insisten en que los deportistas tienen la “extraordinaria oportunidad” de pedir una sociedad “más inclusiva y democrática para construir una Francia donde cada individuo, sea cual sea su origen, sea tratado con dignidad”.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-06-17 13:49:30
En la sección: El Periódico – internacional