Asegurando que “la guerra de Ucrania se ha convertido en una batalla de las industrias” y que “ahora es el momento de convertir las grandes palabras en grandes acciones”, Ruben Brekelmans, el ministro de Defensa de los Países Bajos, ha invitado como anfitrión a 400 empresarios, ejecutivos y expertos de las firmas occidentales de defensa a participar el día 24 en su propia cumbre OTAN, la industrial. Y, como en las salas políticas y en los encuentros militares, también ahí se van a definir capacidades y necesidades.
Los organizadores de la cumbre quieren orientar el encuentro a tres “temas clave”: la financiación, la innovación en tecnologías de vanguardia y un concepto propio de “agregación de la demanda”, o sea, planificar las compras y las producciones de material militar en Europa y Norteamérica de forma conjunta mediante economías de escala.
Pero, descendiendo al detalle, hay tres cuestiones esenciales en la nueva demanda de la alianza: armonizar los vehículos nuevos de combate, proporcionar medios (drones submarinos) para la vigilancia del fondo del mar y acelerar la innovación y producción de máquinas no tripuladas para la nueva guerra de drones.
Por parte de las empresas, tres preocupaciones: “estabilidad y duración en los proyectos y licitaciones” -enfatiza un CEO español del sector-, mejora del acceso al capital público y privado y el peso de los costes de producción en Europa, que son superiores a los de Estados Unidos y varias veces superiores a los de Rusia.
Cinco empresas españolas
Este año acuden a la cumbre industrial paralela cinco empresas españolas con sus presidentes. Defensa las ha seleccionado en función de sus especialidades: Airbus, por el sector aéreo; Navantia, líder en construcción naval; Indra, productora de tecnología; Hisdesat, operadora del sistema de satélites SpainSAT NG, y Arquimea, constructora de munición merodeadora y drones, que este año debuta en este foro atlántico tras llamar la atención con sus productos en la feria de industria militar de Abu Dabi.
Ensamblaje de un Airbus A400 en la factoría de la compañía europea en Sevilla. / Europa Press
En el foro industrial OTAN, los representantes empresariales se reúnen en grupos de trabajo, integrados por una docena de personas cada uno. Cada grupo de trabajo tiene la encomienda de elevar propuestas a la OTAN, y redactar reflexiones sectoriales «que, en esta etapa de incremento de la inversión, deberían ser bien leídas», indica la fuente mencionada.
La industria española, pues, estará presente en cinco de esos grupos. Otros años estuvo la aragonesa Instalaza, integrada en conversaciones sobre producción de munición.
Temas de discusión
Entre las reflexiones que busca la Alianza Atlántica en los grupos de ejecutivos de empresa interesan especialmente este año las orientadas a la resolución de los “gaps”, escalones tecnológicos que acrecientan las diferencias de poder militar entre aliados.
Los empresarios españoles llevarán a la sesión industrial de La Haya cinco inquietudes -apuntan fuentes del sector industrial de la defensa- sobre el acceso a financiación, la necesidad de proyectos púbicos a largo plazo para asegurar la inversión que van a hacer, la eliminación de competencias no constructivas en el sector naval, la estandarización de plataformas terrestres para reducir costes de producción y mantenimiento y el grado de vigencia que pueda tener un viejo concepto de 1999: la Identidad Europa de la Defensa.
La resurrección de esta última podría interpretarse no solo como reacción a la imprevisibilidad que se ha instalado en la Casa Blanca, también como una forma de llamar a protegerse de la aplastante competencia industrial militar norteamericana.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, firma un proyectil de artillería durante una visita a una factoría de munición en Scranton (EEUU) en septiembre pasado. / EFE
Hay otro asunto del que hablar, y propone autocrítica, pero no está recogido oficialmente. Carlos Laborda, consejero delegado de la ingeniería madrileña Aicox, lo formuló en un reciente desayuno de Infodefensa en Madrid: la industria y los ejércitos deben revisar también «los problemas de fiabilidad» que puedan estar dando algunos equipos actualmente en uso entre las fuerzas armadas de los aliados.
Espacio y cadenas de suministro
El programa del día 24 recoge también dos sesiones temáticas, entre seis que forman el orden del día y que discurrirán a puerta cerrada. Una de ellas habla del papel de la industria en la identificación de amenazas y en la “creación de resiliencia espacial”, adelantando un concepto que quizá se haga muy familiar en los tiempos venideros.
La otra sesión temática comprometerá a las empresas. Se considera, dice un ejecutivo de la Alianza con despacho en Bruselas, que «las industrias han de participar, como los Estados, en la labor de asegurar las cadenas de suministro».
Quizá con un refuerzo en este sentido se atenuaran problemas como la guerra sorda que se libra por el control de la nitrocelulosa, elemento clave para la producción de munición de artillería, ese activo militar del que Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, dice que todos los aliados d ela organización producen a un ritmo que resulta ser cuatro veces inferior al que actualmente mantiene Rusia.
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-06-23 14:00:00
En la sección: El Periódico – internacional