«El día de hoy marca un momento determinante para Europa», dijo António Costa, presidente del Consejo Europeo, al término de la cumbre en la que los Veintisiete certificaron su voluntad de rearmarse y mantener su apoyo a Ucrania. Lo primero que han hecho el propio Costa y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha sido informar a sus aliados de las decisiones de los líderes, en una videoconferencia en la que no ha participado Estados Unidos.
«Nuestra cooperación con socios de la OTAN con una mentalidad parecida es vital para mantener la seguridad internacional», ha escrito Costa en una publicación en redes sociales. En esa reunión han participado los primeros ministros de Canadá, Justin Trudeau; Reino Unido, Keir Starmer; Noruega, Jonas Gahr Store; e Islandia, Kristrún Mjöll Frostadóttir, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, además de la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. Estados Unidos, el miembro con más peso político y militar de la Alianza, no estaba invitado. Para garantizar la seguridad internacional, Occidente ya no cuenta con Washington.
La reunión ha tenido lugar apenas unas horas después que el Consejo Europeo respaldara el plan de la Comisión que espera movilizar alrededor de 800.000 millones de euros en dinero público para aumentar el gasto militar. En un contexto de tensión geopolítica sin precedentes, la UE dará un impulso nunca visto a su política de defensa, y entra así en la era del rearme. Lo ha hecho además en estrecha coordinación con sus socios.
Viraje de Trump
El viraje en la política exterior estadounidense con Donald Trump en la Casa Blanca es tal, que sus aliados han optado por apoyarse los unos a los otros, dejando al margen a Washington y la imprevisibilidad de su presidente, quien este viernes ha vuelto a realizar otra pirueta al amenazar a Moscú, que «está aplastando a Ucrnia en el frente de guerra», con «sanciones bancarias a gran escala» y «aranceles» hasta que «se logre un alto el fuego y un acuerdo de paz». Cualquier coalición de voluntarios en este contexto, reconocía una alta fuente diplomática esta semana, es bienvenida. Que la Unión Europea convoque a otros líderes para informarles de sus políticas menos de 24 horas después de tomar decisiones no tiene precedentes.
El cambio en la dinámica se ha escenificado en las últimas semanas con las reuniones organizadas primero en París por el presidente francés, Emmanuel Macron, y después en Londres por Starmer. Estos encuentros buscaban coordinar una posición política única ante el acercamiento de Trump con el presidente ruso, Vladímir Putin, y su voluntad de iniciar negociaciones de paz al margen, o casi a costa, de Ucrania. El propio Macron, tras reunirse con Trump, organizó también una videoconferencia con sus colegas europeos.
«Junto con nuestros socios en Europa, al otro lado del Atlántico y más allá, tenemos que trabajar para apoyar a Ucrania y garantizar una paz justa y duradera», ha dicho Costa tras la reunión. La UE es consciente de que debe incrementar significativamente su apoyo militar a Kiev. También que deberá jugar un papel fundamental a la hora de proveer garantías de seguridad, pero solos no será suficiente. En este contexto, busca reforzar además la cooperación con otros países de la región.
Según fuentes comunitarias, los aliados han aplaudido las decisiones de la UE y han destacado la importancia de mantener una coordinación reforzada entre socios. También han expresado su voluntad de contribuir a reforzar la posición de Ucrania y sus propias políticas de defensa, insistiendo en la importancia de armonizar esos esfuerzos con el trabajo en el marco de la OTAN. Costa se ha comprometido a mantener la cooperación en este sentido.
Por su parte, Von der Leyen ha llamado al secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, para informarle también sobre los detalles de su plan para rearmar Europa, al que los líderes dieron su respaldo el jueves. Este plan, ha dicho la alemana, «potenciará capacidades en ámbitos clave, desde la defensa aérea y antimisiles hasta la guerra cibernética». Los objetivos tienen en cuenta de hecho, las áreas identificadas por la Alianza. «De este modo reforzará tanto la defensa europea como la asociación transatlántica», ha dicho la presidenta de la Comisión.
La excepción húngara
La unidad más allá de las fronteras de la UE contrasta con el resultado de la cumbre. Por primera vez desde que comenzara la invasión rusa de Ucrania, Hungría se descuelga formalmente de la posición común. No es la primera vez que el primer ministro Viktor Orbán amenaza con bloquear un comunicado o la aprobación de sanciones. Sin embargo, el jueves, por primera vez, los líderes sacrificaron la unanimidad para no ceder a las presiones de Hungría.
El comunicado firmado a veintiséis reitera la necesidad de garantizar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. También insiste en que no puede haber negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania, y subraya que «la seguridad de Ucrania, Europea, transatlántica y global están entrelazadas».
Los líderes afirmaron que cualquier alto el fuego debe servir para sentar las bases de un acuerdo de paz, y este debe ir acompañado de garantías de seguridad «que contribuyan a disuadir a Rusia» de una posible agresión futura. Los europeos se comprometieron a contribuir a esas garantías de seguridad y a mantener la presión sobre el Kremlin.
En base a esta declaración, Orbán ha acusado este viernes a los europeos de «querer continuar la guerra tanto como dure». Costa defendió su decisión de firmar la deflación a veintiséis. «Todos queremos paz», dijo el presidente del Consejo, «la diferencia es que 26 creen que el camino a la paz está en reforzar la capacidad de defensa de Ucrania». Hungría, aseguró el portugués, se ha quedado sola.
Sin confrontación
Ni Costa ni Von der Leyen tienen una reunión con Trump en sus agendas. El contacto al más alto nivel se produjo entre la presidenta de la Comisión y el vicepresidente, JD Vance, el pasado mes de febrero en París. Pero cuando en plena escalada de tensión, la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, fue a Washington a reunirse con su homologo, Marco Rubio, este canceló por «problemas de agenda«.
Kallas ha sido la líder más dura con Estados Unidos respecto a su acercamiento con Moscú, reconociendo que era «preocupante» que Washington hiciera suyo el discurso de Putin sobre Ucrania. Cuando el pasado viernes, Vance y Trump humillaron a Zelenski en el Despacho Oval, todos los líderes salieron en bloque a apoyar a Ucrania. La estonia fue un paso más allá: «Hoy ha quedado claro que el mundo libre necesita un nuevo líder. Depende de nosotros, los europeos, aceptar este reto».
Pero de momento, la UE evita un enfrentamiento directo con la Casa Blanca, entre amenazas de aranceles y sin voluntad de diálogo aparente sobre el futuro de Ucrania. Preguntada tras la cumbre del jueves por cuánto tiempo puede ignorar Europa la faltas de respeto de Estados Unidos, Von der Leyen optó por ignorar la pregunta.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-03-07 11:16:00
En la sección: El Periódico – internacional