El pasado miércoles Elon Musk anunciaba su salida del Gobierno de Trump, y por lo tanto, de su rol dentro de el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés). El anuncio llegó después de que el magnate concediese una entrevista a la cadena CBS News, en la que expresaba «decepción» por el plan fiscal impulsado por la Administración porque, en su opinión, «socava» el trabajo que él realizó para el presidente con el fin de reducir el gasto público. El empresario argumentó que el plan de Trump «no solo no reduce, sino que aumenta el déficit presupuestario«.
Desde el desmantelamiento de organismos como USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), hasta el despido de más de 110.000 funcionarios federales, el DOGE presume de haber ahorrado más de 160.000 millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses, aun así, medios como la BBC o The Atlantic han denunciado la falta de sustento de dicha cifra.
A base de memes y «merchandising», el mal llamado departamento se convirtió en una de las banderas de la campaña electoral de Trump, pero, ¿qué es el DOGE?, y sobre todo, ¿ha logrado lo que se propuso?
Un ‘departamento’ nuevo
Es un «departamento» nuevo creado por la segunda administración de Donald Trump, cuyo objetivo es reducir el gasto federal y racionalizar las operaciones gubernamentales. El cuerpo funciona como un grupo asesor con al menos cuatro personas dedicadas a cada agencia gubernamental, que una vez dentro, tratan de supervisar los recortes presupuestarios, las reducciones de personal y las actualizaciones tecnológicas.
A pesar de sus siglas, el DOGE no es un departamento oficial. Mientras que los departamentos se establecen por decisión del Congreso, este instrumento se aprobó a través de una orden ejecutiva de Trump, lo cual limita su vigencia a julio de 2026. Además, Musk , en su condición de «empleado especial del Gobierno», solo disponía de 130 días para supervisar el cuerpo, plazo que expiraría a finales de mayo.
Al ser un «grupo externo» al Gobierno, Musk pudo elegir el personal que lo integrase. Así, y pese a la falta de transparencia que tanto dice promover, se ha sabido que los trabajadores del «departamento» son personas vinculadas con el sector tecnológico. De hecho, un buen número proviene directamente de las empresas de Musk, incluidas The Boring Company (dedicada a túneles), Neuralink, SpaceX y Tesla.
«Menos eficiente de lo esperado»
Los primeros 100 días del Gobierno de Trump dieron para mucho, pero Musk se mostró insatisfecho con los resultados obetenidos por el DOGE. «Hemos progresado, pero hemos sido menos eficiente de lo que me esperaba», dijo el magnate bajo la atenta mirada del presidente. En un principio, Musk dijo que esperaba ahorrar hasta 2 billones de dólares al año, pero luego redujo a la mitad su promesa. El 10 de abril habló de ahorrar 150,000 millones de dólares «reduciendo el «fraude y el despilfarro» para finales del ejercicio 2025/2026, y aunque más tarde anunciara un ahorro de 160,000 millones, la BBC publicaría que sólo 61,500 millones de esa cantidad estaban desglosados, y que sólo se disponía de pruebas de cómo se había logrado el ahorro para 32,500 millones.
Más allá de lo económico, tanto la posible extralimitación competencial del «departamento», como los conflictos de intereses que pueden derivar de la presencia de Musk dentro de este, han sido otras de las críticas esgrimidas por demócratas y díscolos republicanos.
El binomio Trump y Musk protagonizó una campaña que explicitó la intromisión de lo privado en lo público. Ahora, Trump se hace grande, y no tiene problema en que sus prioridades desplacen los planes de la fortuna más grande del mundo.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2025-05-29 06:30:00
En la sección: El Periódico – internacional