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El 86,1% de las enfermeras escolares afirma tener algún alumno con problemas de salud mental, según un estudio | europapress.es

El 86,1% de las enfermeras escolares afirma tener algún alumno con problemas de salud mental, según un estudio

   TDAH, ansiedad e intentos autolíticos y/o autolesiones, principales patologías diagnosticadas en el alumnado

   MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) –

   El 86,1% de las enfermeras escolares afirma que tiene algún alumno con diagnóstico relacionado con la salud mental, según se desprende del estudio ‘Diagnóstico de la salud mental en las aulas’ que han presentado este martes el sindicato ANPE y el Sindicato de Enfermería (SATSE).

   El documento, realizado por el instituto IOInvestigación, en base a las encuestas efectuadas en el mes de mayo a 1.512 padres, 4.441 docentes y 268 enfermeras escolares, también revela que el 93,3% de los profesores han observado un incremento de los problemas de salud mental en las aulas.

   Pese a ello, menos del 30% recibe asesoramiento o tiene coordinación con un profesional sanitario cualificado ante la presencia de algún caso. Además, el 50,79% de las familias dice conocer a algún estudiante con este tipo de problemas, un porcentaje que difiere entre las madres (55%) y los padres (46%).

   En ese contexto, como ha destacado en rueda de prensa el presidente de ANPE, Francisco Venzalá, «el profesorado necesita respaldo, muy especialmente en un tema que es tan delicado» y resulta «esencial la figura de esa enfermera escolar».

   Ante esta situación, el 95,5% de los encuestados considera necesario que algún profesional sanitario trate la salud de forma regular e integral en el propio centro pero, sin embargo, casi el 80% de los docentes encuestados aseguran que no hay enfermeros en su centro educativo.

   Además, un 71,7% reconoce que no hay ningún tipo de asesoramiento o coordinación con un profesional sanitario cualificado ante la presencia de algún caso. El docente educativo, como ha denunciado Venzalá, se ha convertido en «esa caja de Pandora» en la que la Administración «deposita esa responsabilidad a la hora de dar respuestas».

   No obstante, como ha añadido, los profesores «no tiene esa formación para tratar temas tan difíciles y tan delicados como los intentos de suicido o las autolesiones», algo que evidencia el estudio, pues que casi seis de cada diez profesores (59,49%) no han realizado los cursos de formación sobre bienestar emocional y salud mental.

   Por otro lado, el estudio también evidencia que las principales patologías de salud mental que referencian las enfermeras consultadas en los centros educativos son el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (81%), la ansiedad (66,4%) y los intentos autolíticos o autolesiones (65,9%). Sobre este último problema, el 62,7% afirma que ha habido un algún caso de intento autolítico entre su alumnado.

   Otras patologías destacadas son los trastornos del espectro autista (64,7%); los trastornos del comportamiento (56,9%); los trastornos del comportamiento (56,9%); los trastornos de la conducta alimentaria (47,9%); la depresión (40,1%); las conductas destructivas o desafiantes (34,1%); las adicciones (17,2%) y la psicosis (6%).

EL PAPEL DE LA ENFERMERA ESCOLAR

   En ese contexto, nueve de cada diez padres y madres (93,32%)encuestados ven preciso que se reciba algún tipo de atención en el centro educativo. El mismo porcentaje (91,73%) asegura que las necesidades de los alumnos con problemas de salud mental estarían mejor atendidas por una enfermera escolar.

   En concreto, un 70,8% aseguran que debería ser el personal sanitario el que se ocupe de toda esta temática, frente al 29,2% que creen que debería ser el profesorado el que se encargue. Como ha recordado en rueda de prensa la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, las enfermeras escolares son «una figura decisiva para el abordaje de los problemas de salud en general y también la mental».

   El estudio añade que el 43,8% de las enfermeras afirma que no dispone de ningún protocolo con estrategias o herramientas de prevención, detección y derivación de posibles casos de trastorno de salud mental entre la población escolar asignada.

   Asimismo, el 68,3% de estas profesionales sanitarias señala que no tiene posibilidad de realizar ninguna intervención con las familias en materia de salud mental, mientras que el 56,3% afirma que no tiene articulada ninguna vía para intervenir en el profesorado.

   Villaseñor ha explicado que la relación terapéutica que se establece entre enfermeras y los alumnos es «una relación diferente» a la que se establece con los docentes, el pediatra o incluso su familia, ya que «establecen esa relación de confianza con un profesional que no ven con ese principio a lo mejor de autoridad que pueden tener los padres o que casi han perdido por desgracia los docentes».

   La enfermera escolar, como ha explicado, desempeña un papel importante en la prevención de los problemas de salud mental a través de la identificación de factores de riesgo relacionados con el inicio de conductas lesivas, como el consumo de alcohol, tabaco o drogas, y situaciones como el acoso escolar, la baja autoestima o los problemas de socialización.

   «Es una figura que ayuda no solo en la prevención y en la promoción, sino que ayuda también en la detección y que sirve para dar esa voz de alarma, tanto de cara a la comunidad educativa –comunicarse con el tutor, el orientador, los docentes– como para coordinar y poner en contacto a esa persona, ese alumno o ese docente que tiene un problema de salud mental con su equipo de salud de referencia y derivarlo al profesional que corresponda», ha apostillado.

   El estudio también revela que el 51,1% considera que el motivo principal de que haya enfermera o enfermero escolar en el centro es la presencia de algún alumno con necesidades de salud especiales o con patologías crónicas, enfermedades raras o discapacitantes, lo que evidencia, como ha denunciado Villaseñor, que no se apuesta por la prevención ni por el papel que en ella pueden desempeñar las enfermeras.

   Además, en los centros públicos, «la mayoría de estas profesionales están porque hay niños con necesidades de salud especiales e incluso en la gran mayoría de ellos está la enfermera escolar exclusivamente para atender a ese niño», como ha explicado. Por todo ello, ANPE y SATSE han reclamado a todas las administraciones competentes que apuesten por su generalización a partir del próximo curso, 2024-2025.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.infosalus.com

Publicado el: 2024-06-04 08:57:22
En la sección: infosalus.com

Publicado en Internacionales

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