Pese a las declaraciones, advertencias y proclamas –en principio firmes– de la Administración Trump sobre combatir el extremismo y el antisemitismo, Estados Unidos sigue enfrentándose a una creciente ola de ataques contra la comunidad judía, con una virulencia inédita, y a cuenta de la guerra … en Gaza. La Casa Blanca ya ha admitido que el FBI, policía judicial, se halla inmerso en una gran investigación de estos ataques que describe como terroristas.
El domingo, el agresor, Mohammed Sabry Soliman, de 45 años, actuó con un lanzallamas improvisado y cócteles molotov contra una manifestación en defensa de Israel que era pacífica. Gritó «Palestina libre» durante el ataque, en el que ocho personas resultaron heridas, algunas con quemaduras muy graves. Soliman, egipcio, sin papeles, confesó haber planificado el atentado durante un año, esperando a que su hija se licenciara para llevarlo a cabo.
Donald Trump, en un día inusualmente calmado en la Casa Blanca, condenó el ataque en Boulder en redes calificándolo de «acto de terrorismo» que «no será tolerado» en Estados Unidos. Atribuyó la entrada del agresor a la «ridícula política de fronteras abiertas de [Joe] Biden» y afirmó que, bajo su propia política migratoria, el atacante habría sido expulsado. Reiteró la necesidad de mantener las fronteras seguras y deportar a «radicales ilegales y antiamericanos».
Soliman vivía en EE.UU. de forma irregular tras haber entrado con un visado de turismo en 2022 y haber solicitado asilo político. Su presencia en el país, pese a las políticas migratorias endurecidas de la actual Administración, refuerza las quejas de quienes señalan fallos sistémicos en los controles de seguridad.
Ese ataque con lanzallamas ocurrió en vísperas de Shavuot, una de las grandes festividades judías, y se suma al atentado en Washington de hace dos semanas, cuando dos empleados de la Embajada de Israel fueron asesinados a tiros frente a un museo judío. En Nueva York, la Policía ha reforzado ya la vigilancia en sinagogas y centros comunitarios judíos.
Desde 2023, los incidentes antisemitas han aumentado en Estados Unidos a niveles históricos. Según el informe anual de la Liga Antidifamación (ADL), que es un grupo que combate el antisemitismo, en 2024 se registraron 9.354 casos de agresión, acoso o vandalismo contra judíos, lo que representa un aumento del 5% respecto al año previo, que de por sí ya había marcado un récord. Se trata de la cifra más alta desde que ese grupo, ADL, comenzó a recopilar datos en 1979.
Este repunte coincide con el agravamiento del conflicto entre Israel y Hamás, que ya suma más de 54.000 muertos, y con esta serie de ataques violentos recientes en EE.UU.
En 2018, un atentado violento contra la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh dejó once muertos y varios heridos. Un hombre armado entró al templo durante un servicio religioso y abrió fuego mientras gritaba consignas antisemitas. Fue arrestado en el lugar y más tarde condenado a muerte. Se trató del ataque más letal contra la comunidad judía en la historia de Estados Unidos y marcó un punto de inflexión en la preocupación nacional por el auge del extremismo antisemita.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es
Publicado el: 2025-06-02 15:24:00
En la sección: Internacional