Hace poco más de un mes que el nuevo Gobierno alemán estableció controles sistemáticos en todas sus fronteras y desde entonces está rechazando in situ a los inmigrantes sin derecho de entrada, incluidos los solicitantes de asilo. El primer ministro polaco, a quien las … recientes elecciones presidenciales han dejado claro el malestar de la población con la situación migratoria, ha decidido reaccionar y amenaza con sus propios controles fronterizos, que espera poner en marcha «este verano». Polonia aplicaría la misma política y rechazaría en reingreso en su territorio de los inmigrantes despedidos por Alemania. El sindicato policial teme un «juego de ping-pong» en el que las personas serían enviadas de un lado a otro.
Donald Tusk ha informado al parlamento que es «muy probable que introduzcamos tales controles parciales en la frontera con Alemania a partir de este verano» y que se «vigilará de cerca cualquier intento de enviar a cualquier migrante a Polonia». Tras el anuncio de Tusk, el comisario del Gobierno Federal alemán para Polonia, Knut Abraham, ha advertido a Varsovia de los efectos negativos que tan política tendrá para las ahora estrechas relaciones cotidianas entre las personas de ambos lados.
«Los controles fronterizos que son temporalmente necesarios como señal política, en vista de la situación migratoria, deben diseñarse a ambos lados de la frontera de tal manera que no bloqueen las áreas de interdependencia a lo largo de la frontera que han crecido durante los últimos 30 años», ha declarado a Redaktionsnetzwerk Deutschland. La solución a largo plazo «no radica en los controles a lo largo de las fronteras internas, sino en el interés común germano-polaco de una solución europea que funcione», ha argumentado.
Mayor preocupación ha despertado el anuncio de Tusk en el sindicato de la policía alemana GdP, que prevé consecuencias en el tráfico de cercanías y mercancías, así como la posibilidad de una situación problemática desde el punto de vista humanitario. «Si los colegas polacos los rechazan de vuelta, podría convertirse en un juego de ping-pong, en el que las personas no deseadas serían enviadas de un lado a otro y quedarían atrapadas», advierte su presidente, Andreas Roßkopf.
Revés a la política fronteriza
La nueva política fronteriza alemana ha sufrido ya un serio revés en los tribunales. El Tribunal Administrativo de Berlín ha declarado ilegal el rechazo de tres solicitantes de asilo sin llevar a cabo previamente el llamado procedimiento de Dublín. Se trataba de dos hombres y una mujer que viajaban en tren de Polonia a Alemania. Tras este procedimiento de urgencia, el ministro alemán de Interior, Alexander Dobrindt, ha descartado cambiar de política fronteriza. «Por supuesto, un tribunal administrativo no puede tomar una decisión política con efecto para todo el país», ha justificado el ministro de la Cancillería, Thorsten Frei. En el caso concreto, se ha acatado la decisión, pero según Frei se trata de «material jurídico complejo», que en su opinión sólo podrá ser definitivamente resuelto por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
En la frontera entre Polonia y Alemania son visibles desde hace semanas, por otra parte, personas desconocidas con chalecos reflectantes que bloquean el paso de inmigrantes. Son considerados simpatizantes del grupo activista polaco «RuchObronyGranic« (»Movimiento para la Protección de las Fronteras«), que se describe a sí mismo en »X« como una »iniciativa ciudadana« cuyo objetivo es »proteger a Polonia de la migración masiva y las amenazas asociadas«.
En las redes sociales, difunde fotos y videos de patrullas ciudadanas desplegadas en la frontera. «El Estado polaco no se resiste a la inmigración masiva y los alemanes están haciendo lo que quieren aquí: estas son las conclusiones después de una semana de patrullas ciudadanas en la frontera llevadas a cabo por el movimiento de guardias fronterizos», exponía el pasado martes el jefe de la iniciativa, Robert Bąkiewicz, desde el puente entre la ciudad de Słubice y Frankfurt (Oder).
En los últimos meses, Polonia ha endurecido sensiblemente su política migratoria, al suspender el derecho de solicitar asilo a los procedentes de Bielorrusia, y Tusk ha justificado la medida alegando que «Moscú y Minsk están animando deliberadamente a los inmigrantes a intentar cruzar en un intento de desestabilizar Europa», mientras el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advertía que es ley no es compatible con la legislación europea ni internacional. «Lukashenko y Putin están movilizando a miles de inmigrantes ilegales con la ayuda de contrabandistas, acumulándolos en las fronteras de Polonia, así como en Finlandia, Lituania y Letonia. Este es tanto un negocio lucrativo para ellos como una forma seria de guerra híbrida», ha argumentado Tusk ante el Sejm.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es
Publicado el: 2025-06-12 08:00:00
En la sección: Internacional