Rusos y polacos: turistas sin libertad de movimiento en Margarita

«Vemos con satisfacción que ese flujo de visitantes ayudan a inyectar a la economía hotelera y de los tour operadores. No todo es perfecto en la actividad turística, la tendencia mundial es que el turista explore, conozca y disfrute del destino. Acá el turismo entubado, encapsulado y que no derrama a otros sectores de la población no es recomendable».

Justamente esta es la situación con los turistas rusos y polacos que visitan la isla de Margarita, quienes llegan con una operadora turística, y ésta les impone los hoteles, parques, restaurantes, playas y centros comerciales que pueden visitar.

Rusos y polacos deberían moverse con libertad en Margarita

Rodríguez considera que a futuro el flujo turístico que venga a Margarita debería estar basado en la libertad de movimiento. Además, que promueva el gasto a otros segmentos de la población, para que los ciudadanos también se beneficien de la actividad.

«Traer a visitantes que no participen del desarrollo del destino, es simplemente un proceso de encapsulamiento. El turismo ahora debe estar orientado a participar de la vida, de la identidad cultural del destino. Estar alejado de eso no ayuda al destino, tampoco se trata de que los rusos y polacos estén presos. El proyecto está concebido para tener poco contacto con el local, están teledirigidos a unos productores de servicio muy específicos».

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Asimismo, Rodríguez dice con franqueza que es complicado ver a un polaco alquilar un carro, o a un ruso ir a un restaurante fuera de su paquete. A su juicio, el tipo de turismo al que se debe apuntar en Margarita es a uno con libertad de desempeño y explorar dependiendo de su capacidad de gasto.

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