Inparques reafirma la prohibición de sepultar mascotas en el Waraira Repano

El Instituto Nacional de Parques (INPARQUES) reafirmó la prohibición de enterrar a sus mascotas en el Parque Nacional Waraira Repano y algunas áreas verdes ubicados a los costados de la Cota Mil.

Algunas áreas verdes a los costados de la autopista Cota Mil, a la altura del Teleférico, se habían convertido desde hace algunos años en una especie de cementerios de animales, lugar donde los caraqueños iban a enterrar a sus mascotas.

En este sentido, se reitera que el improvisado campo santo de Mascotas conocido como el cementerio de perritos es un espacio del Waraira Repano que no está autorizado para darle cristiana sepultura a sus perros , gatos e incluso loros.

El señor Joaquín Guédez, dueño de una mascota solicita a las autoridades que sea destinado un sitio para enterrar a los peludos de la casa fallecidos y reubicar a los que ya están sepultados, a fin de poder despedir con dignidad a sus animales.

A pesar que este lugar es reconocido por las comunidades aledañas, no es un espacio que sea destinado de manera oficial y con la permisología adecuada para enterrar a nuestras mascotas.

La Ley contempla sanciones

Si bien es cierto que la pérdida de nuestros animales es un momento doloroso, la disposición incorrecta de sus restos puede generar una contaminación ambiental significativa y además acarrear consecuencias penales tipificadas y sancionadas en la Ley Penal del Ambiente, entre otras.

Gabriela Molina, consultora jurídica de Misión Nevado detalló en su cuenta de Instagram las sanciones que contempla la normativa vigente al respecto

• La Contaminación del suelo y agua: Los cuerpos en descomposición liberan sustancias tóxicas como químicos, metales pesados, bacterias y virus (como el parvovirus) que pueden diseminarse, filtrarse al suelo y permanecer en él, contaminando las fuentes de agua subterránea, que en el Waraira Repano hay muchas, incluso para consumo humano. Si fueron eutanasiados, peor.
• El Riesgo para la salud pública: La presencia de patógenos en los cadáveres representar un riesgo para la salud, especialmente si se encuentran cerca de zonas residenciales o fuentes de agua potable. Si lamentablemente los animales murieron de enfermedades infecciosas, estas pueden diseminarse en el ambiente si la disposición no es adecuada.
• El impacto en la fauna silvestre: Los carroñeros que se alimentan de los restos pueden enfermarse o propagar enfermedades a otras especies.

Considera que es necesario ampliar información sobre los riesgos asociados a los cementerios clandestinos.

A juicio de Molina, estos espacios empleados de forma arbitraria por las personas si pueden tacharse de cementerios clandestinos porque no cuentan con permiso ni la supervisión municipal requerida a tales efectos. «La FAO, la WOAH, el Manual MV MSD poseen referencias sobre esto», comenta.

A su juicio e necesario optar por alternativas legales como la cremación en lugares verificados, aunque en Caracas existen otros espacios donde puedes esparcir las cenizas sin daños colaterales ya que estas si son inocuas para la salud.

Si sospechas de la existencia de un cementerio clandestino, ¡denuncia! sobre todo si están comercializando dichos servicios. Juntos podemos proteger el ambiente y honrar la memoria de nuestros compañeros animales de manera responsable», destaca la experta.