En Venezuela, existen tres sistemas penitenciarios que representan un desastre humanitario: los calabozos policiales, establecimientos penitenciarios y la detención de presos políticos.
Los calabozos policiales son espacios reducidos, diseñados para albergar a personas solo por 48 horas, pero carecen de personal capacitado.
Las cárceles presentan una infraestructura deteriorada, con reclusos hacinados en condiciones deplorables, sin alimentación adecuada ni servicios básicos.
Los presos políticos son víctimas de un régimen que persigue a quienes piensan diferente, incluyendo líderes políticos, sindicalistas y defensores de derechos humanos.
Represión poselectoral: la nueva crisis política de Venezuela tras el 28J
El año 2024 en Venezuela fue marcado por una constante agresión contra los derechos humanos, culminando en una crisis política tras las elecciones presidenciales del 28 de julio. Nicolás Maduro había amenazado con un baño de sangre si no resultaba ganador.
Tras su proclamación como vencedor, la respuesta a las manifestaciones pacíficas fue brutal: ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y torturas. Según declaraciones públicas de Maduro, 2.229 personas fueron detenidas en este contexto.
La represión fue tan severa que organismos internacionales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Misión internacional de determinación de los hechos sobre Venezuela denunciaron un “clima de miedo” y un alto riesgo de desintegración del Estado de Derecho.
Promesas sin cumplir: Tocorón y Tocuyito, las cárceles de máxima seguridad
Tras la “Operación de Liberación Gran Cacique Guaicaipuro” en 2023, las cárceles de Tocorón y Tocuyito fueron reabiertas para concentrar a disidentes, dejando sin plazas a muchos traslados temporales prometidos.
Esta medida ha evidenciado la falta de seriedad y humanización en el manejo de la población reclusa. Tres detenidos en el contexto poselectoral fallecieron por falta de atención médica, subrayando el colapso del sistema penitenciario.
Estas condiciones continúan deteriorándose, con el Ministerio para el Servicio Penitenciario fallando en cumplir las directrices para la transferencia de la custodia de detenidos desde la DGCIM y el SEBIN, creando un vacío legal y de protección para los reclusos.
El sistema penitenciario venezolano, a casi 14 años de su creación, sigue sumido en una crisis de abandono, sin avances significativos hacia la rehabilitación y reintegración de los reclusos, manteniendo a la población carcelaria y sus familias en un estado de vulnerabilidad extrema.
Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones
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Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net
Publicado el: 2025-02-17 18:56:00
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