¡Mérida bajo el agua! Lluvias afectan a 273 familias

Las lluvias torrenciales golpean sin piedad a Mérida, dejando a 273 familias en la cuerda floja y 12 municipios en apuros. El gobernador Arnaldo Sánchez anunció que la emergencia mantiene en vilo a la región andina, con comunidades enteras luchando contra inundaciones y deslaves. Desde ayer, equipos de rescate trabajan a contrarreloj, pero la situación no da tregua. «El Gobierno nacional envió apoyo, pero las heridas de la naturaleza son profundas», señaló Sánchez, según Unión Radio. La tragedia no discrimina: casas anegadas, cultivos perdidos y familias desesperadas claman por soluciones rápidas. La sensación de impotencia crece, mientras los merideños enfrentan un panorama desolador, con el agua como enemiga implacable.

Zonas en jaque por las lluvias

Pueblo Llano, Cardenal Quintero, Rangel, Miranda, Santo Marquino, Libertador y Campo Elías son los municipios más castigados. Calles convertidas en ríos y puentes al borde del colapso dibujan una postal caótica. En Pueblo Llano, por ejemplo, los habitantes describen cómo el agua arrasó cultivos de papa, su sustento principal. La respuesta gubernamental a la situación de Mérida, aunque presente, parece un paliativo ante una tormenta que no cede. Los equipos de emergencia, agotados, enfrentan caminos bloqueados y recursos limitados. La burocracia, como siempre, amenaza con retrasar la ayuda.

Un clamor por acción inmediata

La crisis en Mérida no es solo climática, es humana. Familias enteras duermen con el temor de perderlo todo. La lentitud en las respuestas oficiales aviva la frustración. ¿Cuánto más pueden esperar los afectados? La solidaridad vecinal intenta llenar los vacíos, pero no basta. Los merideños necesitan planes concretos, no promesas. La naturaleza no negocia, y el reloj corre. Este desastre exige acción urgente, recursos reales y una gestión que ponga a las personas primero.

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