En un nuevo capítulo de la crisis política venezolana, el politólogo Nicmer Evans, en su programa PDCRadio de la Plataforma Comunicacional Punto de Corte, denunció la detención arbitraria de Eduardo Torres, abogado y activista de derechos humanos, acusado sin pruebas de terrorismo y conspiración. Este caso, junto a la privación de libertad de otros defensores como Ángel Godoy, Javier Tarazona y Luis López, evidencia una escalada represiva del régimen, que busca silenciar voces críticas mientras ondea banderas soviéticas en Caracas y China fortalece su influencia en América Latina.
Nicmer Evans alertó sobre un contexto donde defensores de derechos humanos enfrentan acusaciones de terrorismo, mientras el gobierno desvía la atención de sus fracasos con operaciones mediáticas. La detención de Torres, tras un taller de ciberseguridad, refleja un intento de criminalizar el pensamiento y la organización ciudadana. A continuación, exploramos las claves de esta situación.
Eduardo Torres: Un símbolo de resistencia perseguido
Eduardo Torres, miembro de Provea y exdirigente estudiantil de Yaracuy, lleva cuatro días detenido sin que se conozca su paradero exacto. El fiscal Tarek William Saab lo acusó de liderar “nodos de formación ciudadana” para sabotear las elecciones del 25 de mayo, una narrativa que Nicmer Evans calificó como “fantasía tropical”. Provea, a través de su director Óscar Murillo, denunció la desaparición forzada de Torres, lo que obligó a Saab a admitir la detención, aunque sin garantizar el debido proceso. Esta persecución, según Evans, busca distraer de escándalos como el escape de opositores desde la embajada argentina.
La detención de Torres no es un caso aislado. Ángel Godoy, redactor y fotógrafo de Punto de Corte, lleva 126 días preso, acusado de terrorismo sin pruebas. Javier Tarazona, con 1412 días detenido, y Luis López, con 11 meses, enfrentan condiciones inhumanas. Estas acciones evidencian un patrón de represión contra quienes defienden la justicia y el estado de derecho.
Represión y simbolismos: La bandera soviética en Caracas
Mientras el régimen persigue a activistas, actos simbólicos refuerzan su narrativa autoritaria. El 14 de mayo, el gobierno inauguró la Plaza de La Victoria en Caracas, ondeando la bandera de la Unión Soviética para conmemorar los 80 años de la victoria contra el nazismo. Nicmer Evans criticó este gesto, comparándolo con enarbolar una esvástica, dado el historial opresivo del estalinismo. Para Evans, este acto busca asociar los consejos comunales con los soviets, consolidando un estado comunal que margina a la oposición y refuerza el control del PSUV.
Delsy Rodríguez, en el evento, afirmó que el acto rendía homenaje a Rusia, pero la bandera soviética desató controversia. La presencia de Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López subrayó el respaldo militar y político a esta agenda, que Evans interpreta como un intento de desmontar la república democrática en favor de un modelo autocrático.
China y la CELAC: Una mirada geopolítica a la crisis
El tambien psicológo social Nicmer Evans afirmó que en en paralelo, China refuerza su influencia en América Latina. En la cuarta cumbre del foro China-CELAC, Xi Jinping reafirmó su apoyo a la región, promoviendo un desarrollo “sin interferencias externas”. Evans cuestionó esta postura, señalando que países bajo influencia china, como Venezuela, sacrifican autonomía por alianzas estratégicas. Esta dinámica geopolítica, combinada con la represión interna, sugiere que el régimen venezolano busca aliados externos para sostenerse ante la creciente presión interna y el descrédito internacional.
La detención de Torres y otros activistas coincide con esta estrategia de alineación con potencias como China y Rusia, mientras el gobierno evade responsabilidades por el fraude electoral del 28 de julio de 2024 y elimina códigos QR de actas electorales, socavando la transparencia para los comicios de mayo.
La economía como telón de fondo
La crisis política se agrava por la situación económica. El dólar oficial se cotiza en 93,57 bolívares, pero el paralelo supera los 120, con una brecha cambiaria del 30%. Esta disparidad, según Evans, afecta a comerciantes y ciudadanos, quienes enfrentan precios dictados por el dólar digital. Mientras tanto, propuestas como la de Felipe Capozzolo, candidato a Fedecámaras, abogan por un diálogo económico inclusivo, pero Evans critica su desconexión con las demandas salariales de los trabajadores, que exigen incrementos reales y no bonificaciones.
La persecución de activistas como Torres desvía la atención de estas demandas, mientras el régimen refuerza su control mediante consejos comunales que, según Evans, funcionan como extensiones del PSUV, minando la autonomía ciudadana.
Un llamado a la acción
Nicmer Evans cerró su programa exigiendo la libertad inmediata de Eduardo Torres, Ángel Godoy y todos los presos políticos. Instó a la comunidad internacional a condenar estas violaciones de derechos humanos y a los venezolanos a resistir la “policía del pensamiento” que castiga ideas y sueños de libertad. La Plataforma Comunicacional Punto de Corte seguirá denunciando estas injusticias, amplificando las voces de quienes luchan por la democracia.
En un país donde ondear banderas soviéticas y perseguir defensores de derechos humanos se vuelve rutina, la resistencia de figuras como Torres y la labor de medios como Punto de Corte son faros de esperanza. La lucha por la justicia y la libertad continúa, a pesar de las adversidades.
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Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net
Publicado el: 2025-05-15 09:16:00
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