La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) lanzó un plan audaz: firmó nueve contratos con empresas extranjeras, incluidas dos chinas, para reactivar pozos inactivos tras la salida de Chevron por sanciones estadounidenses. La estrategia, reportada por Bloomberg, busca mantener el flujo de divisas en un país donde la producción petrolera cayó 25% sin la gigante estadounidense. Y es que, la verdad, sin socios externos, el colapso acecha. Empresas como Aldyl Argentina y China Concord Resources tomarán las riendas de bloques en Zulia y la Faja del Orinoco, financiando operaciones a cambio de derechos exclusivos de comercialización. “Es la única forma de sostener la producción”, aseguró el diputado William Rodríguez en una declaración que refleja urgencia. La medida, sin embargo, despierta dudas: ¿podrán estas firmas operar bajo sanciones? La vicepresidenta Delcy Rodríguez defiende el plan, pero PDVSA guarda silencio.
Contratos: un giro histórico para PDVSA
Por primera vez, PDVSA cede control comercial a socios extranjeros, rompiendo su monopolio tradicional. Los contratos, vigentes por 20 años, otorgan exenciones tributarias y permiten a las empresas financiar operaciones, mientras PDVSA retiene 50% de la producción, pagada con crudo. Es como compartir el timón de un barco en tormenta. Sin embargo, la estadounidense North American Blue Energy Partners, ligada a Harry Sargeant III, se retiró por falta de licencias. Francisco Monaldi, experto de la Universidad Rice, expresó escepticismo: “Ya se intentó antes con poco éxito”. La clave, dice, es si PDVSA entregará crudo de forma consistente a socios que operan en “mercados negros”.
Sanciones: el talón de Aquiles de la producción
Las sanciones de EE.UU., que llevaron a Chevron, Halliburton y otras a abandonar Venezuela, han dejado a PDVSA contra las cuerdas. Oxford Economics predice una caída del 50% en la producción actual, aunque Monaldi estima un 11% para fin de año. La Ley Antibloqueo de Maduro, cuestionada por inconstitucional, permite estos acuerdos sin aval parlamentario, un movimiento que huele a desesperación. Además, socios usarían criptomonedas para esquivar sanciones, según Bloomberg. La estrategia busca revertir la nacionalización de la era Chávez, pero el riesgo es alto. ¿Podrán estas firmas salvar la industria?
Un futuro incierto para PDVSA
PDVSA proyecta 600.000 barriles diarios con inversiones de $20.000 millones, pero el camino está lleno de baches. La salida de grandes petroleras y la dependencia de socios menos conocidos generan incertidumbre. En X, usuarios critican: “¿Otro plan sin resultados?”. La verdad es que los venezolanos, hartos de promesas, quieren ver el petróleo fluir. La lucha de PDVSA es más que económica: es una apuesta por la supervivencia en un país golpeado por sanciones y crisis.
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Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net
Publicado el: 2025-06-05 18:20:00
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