¿Qué es el virus Oropouche? y ¿cómo podemos evitar contagio?

El virus Oropouche (OROV) es un arbovirus del género Orthobunyavirus, perteneciente a la familia Peribunyaviridae. Fue identificado por primera vez en 1955 en Trinidad y Tobago, cerca del río Oropouche, y desde entonces se ha detectado en varios países de América Latina y el Caribe, especialmente en áreas tropicales como la Cuenca Amazónica.

Se transmite principalmente a través de la picadura de jejenes infectados (Culicoides paraensis), aunque algunos mosquitos, como el Culex quinquefasciatus, también pueden actuar como vectores.

Este virus causa la fiebre de Oropouche, una enfermedad que suele presentarse con síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, fatiga, náuseas y, en algunos casos, erupciones cutáneas. Aunque la mayoría de los casos son leves y se resuelven en unos días o semanas, en raras ocasiones puede provocar complicaciones graves como meningitis o encefalitis.

Recientemente, se han reportado casos de transmisión vertical (de madre a feto) y posibles asociaciones con defectos congénitos, así como indicios preliminares de transmisión sexual, aunque esto último aún está bajo investigación.

No existe vacuna ni tratamiento antiviral específico para el Oropouche. El manejo se centra en aliviar los síntomas con reposo, hidratación y medicamentos como paracetamol para la fiebre y el dolor, evitando antiinflamatorios como el ácido acetilsalicílico debido al riesgo de sangrado en casos complicados.

¿Cómo evitar el contagio?

Para prevenir la infección por el virus Oropouche, las medidas se enfocan en reducir la exposición a los vectores y, en algunos casos, considerar otros riesgos emergentes. Aquí algunas recomendaciones prácticas:

Protegerse contra picaduras de insectos:

• Usa repelentes de insectos con ingredientes como DEET, icaridina o IR3535, aplicándolos en la piel expuesta y siguiendo las instrucciones del producto.
• Viste ropa de manga larga, pantalones y colores claros, ya que los jejenes y mosquitos pueden sentirse menos atraídos por estos tonos.
• Instala mosquiteros de malla fina (con orificios menores a 1 mm) en puertas, ventanas y camas, ya que los jejenes son más pequeños que los mosquitos comunes y pueden atravesar redes estándar.

Controlar los vectores en el entorno:

• Elimina criaderos de insectos cerca de tu hogar, como agua estancada en recipientes, ya que el Culex quinquefasciatus se reproduce en estos sitios.
• Mantén limpios los alrededores, evitando acumulación de materia orgánica en descomposición (hojas, frutas podridas), que atrae a los jejenes.

Precauciones adicionales en áreas de riesgo:

• Si vives o viajas a zonas con brotes confirmados (como Brasil, Bolivia, Perú, Cuba, Colombia o Venezuela, donde se reportaron casos en 2025), extrema las medidas de protección, especialmente durante el día, cuando los jejenes están más activos.
• Evita áreas boscosas o cerca de cuerpos de agua sin protección adecuada, ya que son hábitats naturales de los vectores.

Consideraciones emergentes:

• Dado que se investiga la posible transmisión sexual, las autoridades sanitarias, como los CDC, sugieren que quienes hayan viajado a zonas afectadas y presenten síntomas eviten relaciones sexuales sin protección o se abstengan durante al menos dos semanas tras el regreso, hasta que se descarten riesgos.
• Las mujeres embarazadas deben ser especialmente cautelosas y, de ser posible, evitar viajes no esenciales a regiones con brotes activos debido al riesgo de transmisión vertical.

Estas medidas son clave porque el virus se ha expandido más allá de sus áreas tradicionales, impulsado por factores como el cambio climático, la deforestación y la urbanización, que facilitan el contacto con los vectores. Mantenerse informado sobre brotes locales y consultar a un médico ante síntomas sospechosos también es fundamental para un diagnóstico oportuno.

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