En mayo el presidente Donald Trump eligió un diseño para la Cúpula Dorada, un sistema de defensa en el espacio para proteger a EE.UU. de misiles extranjeros. Aunque algunos expertos consideran que es un sueño y nada más, Trump afirma que puede construirla en tres años. La Fuerza Espacial de EE.UU. ya está trabajando en ello.
Según un pedido de información (RFI) del 27 de junio, la Fuerza Espacial realiza un estudio de mercado de capacidades para construir interceptores espaciales como defensa contra misiles. El RFI busca recoger información sobre las tecnologías existentes, y trazar una estrategia para construir una gran constelación de satélites armados con interceptores, es decir, una Cúpula Dorada. Aunque no se trata de un pedido de propuestas, el RFI muestra el compromiso de las Fuerzas Espaciales con el breve plazo que Trump propone para construirla.
El concepto de equipar satélites con lanzadores de cohetes o rayos láser para que derriben misiles balísticos enemigos no es algo nuevo. Ronald Reagan fue el primer presidente estadounidense en proponer una idea parecida, y la presentí como la Iniciativa de Defensa Estratégica en 1983. En el momento los críticos compararon el sistema como intentar frenar una bala con otra bala. No existía la tecnología requerida, y había que militarizar el espacio, algo que los tratados nacionales prohibían.
Tecnología heredada, plazos ambiciosos y dudas crecientes
Avanzamos casi 50 años: Trump desempolvó la Iniciativa de Defensa de Reagan y le puso un nombre más brillante. Reveló los primeros detalles del proyecto Cúpula Dorada junto al secretario de Defensa Pete Hegseth durante una reunión de la Oficina Oval el 20 de mayo. Aunque tiene similitudes con la Cúpula de Hierro de Israel, la Cúpula Dorada sería mucho más amplia…y costosa.
Este escudo espacial complejo e inusualmente grande consistiría de una vasta red de satélites capaces de detectar, rastrear e interceptar misiles dirigidos hacia la nación, junto a una flota más pequeña de satélites de ofensiva, informa Reuters. Trump afirmó que la construcción del diseño elegido costaría U$175 mil millones y tomaría unos tres años. Tanto el presupuesto como el plazo entran en conflicto con la evaluación de la Oficina de Presupuesto del Congreso que calculó que llevaría 20 años y costaría U$ 524 mil millones.
Incluso antes del anuncio de mayo el Pentágono meditaba en los planes de la Cúpula Dorada de Trump. En abril, Reuters informó que la Agencia de Defensa contra Misiles (MDA) y la Fuerza Espacial realizaron reuniones con contratistas de defensa para hablar sobre interceptores espaciales. Les pidieron a las compañías que brindaran información sobre interceptores espaciales existentes o conceptuales que pudieran derribar misiles balísticos intercontinentales durante su “fase de ascenso” por la atmósfera. El Pentágono también expresó interés en conceptos que puedan interceptar objetivos en las primeras etapas del vuelo, como después del lanzamiento o a mitad de su curso, con la eventual capacidad de interceptarlos en el ascenso. Las tecnologías de defensa disponibles en este momento solo apuntan a los misiles enemigos que ya están viajando por el espacio. En mayo la MDA emitió una solicitud en borrador para contratar múltiples recursos que permitan construir la Cúpula Dorada por U$151 mil millones, en 10 años.
El pedido de informes del viernes paree marcar la siguiente fase. “El propósito de este pedido es identificar capacidades existentes de defensa de misiles en el espacio y trazar una estrategia para la arquitectura de una constelación [interceptor espacial] capaz de interceptar misiles en la fase de ascenso, medio curso y fase de planeo La estrategia requiere que la base industrial de EE.UU. trabaje en conjunto para desarrollar la capacidad de defender a la nación utilizando tecnologías maduras, líneas de producción establecidas, y capacidades probadas”, indica. Tras revisar las respuestas la Fuerza Espacial podría reunirse con las compañías seleccionadas para hablar sobre los pasos siguientes.
Aunque el Pentágono actúa para concretar el sueño de Trump, todo es mayormente una teoría. Los detractores están preocupados por el costo, factibilidad y obstáculos del proyecto. Pero las compañías espaciales y de defensa ya se mueven para entrar en acción y el proyecto tiene algo de apoyo político y presupuestario. No se sabe todavía si esto será suficiente como para que el proyecto despegue.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
Fuente de TenemosNoticias.com: es.gizmodo.com
Publicado el: 2025-07-02 21:56:00
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