Durante años, liderar en contextos complejos ha sido sinónimo de resistir. Sostener lo que queda, mantener los equipos motivados pese a la adversidad, y proteger las estructuras mínimas de funcionamiento se convirtió en una rutina para muchos líderes, especialmente en entornos desafiantes como el nuestro.
Pero esa etapa ha comenzado a transformarse.
Hoy, más que nunca, necesitamos dar un salto evolutivo en el liderazgo: pasar de la resistencia a la regeneración.
¿Qué significa resistir?
Resistir es aguantar la tormenta, adaptarse a la incertidumbre, sobrevivir con creatividad y recursividad. Es lo que hemos hecho en Venezuela por años: inventar soluciones, motivar a pesar de las limitaciones, mantener la esperanza viva aun en los momentos más difíciles.
Pero, resistir no puede ser el estado permanente del liderazgo. Porque cuando la única meta es «aguantar», dejamos de imaginar, de construir, de soñar.
La regeneración: una nueva mirada
Regenerar implica crear nuevas posibilidades desde lo que somos y desde lo que tenemos. Es sembrar futuro incluso en tierra árida. Es decidir que no solo queremos sobrevivir, sino florecer.
Implica cambiar el enfoque:
- De gestionar el presente a diseñar el mañana.
- De proteger lo que queda a cultivar lo que puede ser.
- De mantenernos a flote a transformar el rumbo.
Es un liderazgo que va más allá del control: se enfoca en la evolución.
El rol del líder regenerativo
Un líder regenerativo:
- Inspira desde el ejemplo, no desde la imposición.
- Genera confianza, incluso cuando no tiene todas las respuestas.
- Activa a su equipo con visión, propósito y sentido de pertenencia.
- Transforma limitaciones en oportunidades para innovar y crecer.
Este tipo de liderazgo requiere una mentalidad diferente: más resiliente, más empática, más audaz.
No se trata de negar la dificultad, sino de construir sobre ella.
Liderar en tiempos inciertos
Estamos inmersos en un entorno que mezcla volatilidad, ansiedad, polarización y saturación, entre muchas otras cosas. Es lo que podríamos llamar la “tormenta perfecta del liderazgo”.
En medio de este entorno, liderar exige tres cosas:
- Calma interna para decidir con claridad.
- Visión regenerativa para reconstruir futuro.
- Acción consciente para guiar con impacto.
Debemos pasar de la resistencia a la regeneración.
Hoy necesitamos líderes que, además de sostener, construyan futuro.
Y eso empieza con una decisión: la de liderar con intención, con humanidad y con esperanza.
Porque en un mundo cambiante, liderar no es aferrarse al pasado.
Es ser el primero en creer —y actuar— por el futuro que aún es posible.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.analitica.com
Publicado el: 2025-06-24 00:30:00
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