Menú Cerrar

Falsos Ídolos, Verdaderas Pérdidas – Analitica.com

Venezuela insta a Guyana a reconocer el Acuerdo de Ginebra

Es necesario ir desenmarañando conceptos de nuestro vocabulario religioso si queremos desentramar las complicaciones de orientarnos en nuestro mundo contemporáneo.

2 ¡Pura ilusión! —dice Predicador— ¡Es como vapor! ¡Todo es ilusión! 3 ¿Qué ganancia saca el ser humano de toda la fatiga con que se afana bajo el sol?

4 Las generaciones se suceden,
y la tierra permanece siempre quieta.
5 El sol sale, el sol se pone
y corre hacia el lugar de donde volverá a salir.
6 Sopla al sur y sopla al norte;
y, gira que te gira, el viento vuelve a reanudar sus giros.
7 Todos los ríos van al mar,
pero el mar nunca se llena;
del lugar donde los ríos van,
vuelven de nuevo a fluir.
8 Todas las palabras se agotan,
sin que nadie alcance a decirlas,
ni los ojos se sacian de ver,
ni el oído se harta de oír.
9 Lo que fue, sucederá;
lo que se hizo, se hará:
nada es nuevo bajo el sol.
– Eclesiastés 1:2-9

Los antiguos vieron en la realidad elementos que pueden ayudarnos hoy a desenmarañar lo que estamos viviendo.

“Nada es nuevo bajo el sol” nos recuerda una gran verdad: la realidad, podríamos decir, es aquello que “aparentemente” existe independientemente de nosotros, son patrones que se repiten una y otra vez. Tenemos acceso a ella a través de los cinco sentidos; pero sobre todo, la podemos percibir con aquello que nos diferencia de todos los otros seres vivientes del planeta, nuestra capacidad de abstracción y razonamiento. Descubrimos la realidad a manera de capas, mantos que revelamos con nuestro discernimiento; y si lo estamos haciendo “bien”, nos revelamos a nosotros mismos también.

Hay entre el “afuera” y “adentro” una especia de continuidad y a la vez complementariedad. Tengo la intuición de que quizás la consciencia que “tenemos” y nos diferencia de todo lo creado, participa de la realidad y está entrelazada con todo y todos – desde los átomos hasta las estrellas – es por eso que nuestra consciencia se parece a la realidad misma, la descubrimos por capas.

ZOOM-IN: vemos el punto de partida
Toda orientación tiene su fundamento en lo bueno, cruzo la calle porque aquello a lo que me oriento tiene algo que mejora mi ahora: avanzamos hacia lo que consideramos mejor. Inclusive nuestro cerebro y procesos cognitivos están diseñados en forma de una travesía o relato. Necesitamos, por necesidad, tener una representación de lo que es bueno para poder avanzar: un mejor trabajo, comer cuando tenemos hambre, que nos guste una chica – todo nos orienta hacia algo mejor que satisface un vacío o necesidad presente.

De la misma manera, cuando y si hacemos, un ZOOM-OUT nuestra perspectiva nos muestra que hay un algo “abstracto” – un bien que busco – más amplio y grande que orienta todos mis actos. Ello se revela mientras voy conociéndome y mientras más le conozco, más me doy cuenta de que no es mío o soy yo.
Puede haber cientos de bienes intermedios que sean escalones a ese Bien, como los antes mencionados; participan de algo mayor que por necesidad lógica, derivan su bondad de ese Bien. En religión ese bien lo han llamado Dios, la fuente y origen de todo bien que existe, lo que encontramos al levantar la última capa – si es que tenemos acceso a esa última capa – es lo que sostiene y da cohesión a toda la realidad.

Puedes llamarla como quieras. Por deducción lógica, si todas las capas de la realidad que levantamos, lo hacemos buscando lo bueno que satisface nuestros vacíos y necesidades – aquella que sostiene todas esas bondades tiene por necesidad ser nuestra orientación fundamental – aquello que nos orienta para satisfacer la existencial tensión entre vivir y ser.

Si confundimos un “bien” intermedio con la fuente del Bien ulterior, nos perdemos en nuestra travesía. Por eso todas las cosas o experiencias que buscamos con pasión, cuando las alcanzamos nos dan un chute como si fueran una droga, pero muy pronto sentimos de nuevo el vacío – y tenemos que emprender de nuevo la travesía para buscar otro bien.

Los ídolos son abstracciones del bien de nuestra fabricación que, por nuestro desconocimiento de cómo es la realidad, sustituyen el Bien que ultimadamente orienta y puede dar sentido a nuestra vida.
La estructura del ídolo de nuestra ilusión

Para poder levantar la capa más superficial de la realidad – la que alude a “nada es nuevo bajo el sol” – necesitas entrar en la contradicción aparente de que todo es como vapor y no tiene sentido, el patrón que siempre se repite. Cinismo es sólo para aquellos que se creen realistas, y con pocas luces, no pueden o quieren ver más allá y se regodean en la parte más superficial de la realidad sólo reafirmando o proyectando sus prejuicios. Sin embargo, esa creencia y actitud no te llevan a superar la dureza intrínseca del vivir.

Nosotros estamos llamados a vivir a plenitud y eso lo tenemos escrito en fuego en nuestras entrañas, fue el modelo mismo del molde con que nos hicieron; no podemos evadirlo. Pero cuando hacemos de los bienes intermedios ídolos, es decir – los convertimos en fin – nos perdemos de seguir profundizando y conociéndonos a nosotros mismos.

Es como la historia de dos pescadores en una barca. Estaban con sus cañas y unos gusanos de carnada. A la vez los dos pescaron unos pequeños Bonitos. Uno alegre, sentía que ya el día valía la pena. El otro en cambio, cambió el tamaño del anzuelo, y usando el Bonito de carnada lo echó al agua de nuevo. Al rato sacó un precioso mero de 2 kilos.

No todos arriesgan lo que ya tienen para conseguir algo mejor. Pero aquellos que intuyen que hay aún más – mas que pescar un bonito pez – arriesgan un bien menor por uno de verdad.

La religión nos proveía de orientación y los principios que nos orientaban a vivir una vida en dirección al Bien mayor, Señor de todos los bienes. Cuando alejamos la religión de nuestra vida personal y la execramos de todos los ámbitos de la vida pública – instituciones, política, relaciones sociales y económicas – separamos el Bien que sostiene todo en nuestras vidas, y por ende en la sociedad.

Eso no quiere decir que no hubiera razones para corregir o confrontar los abusos de la religión. Desde el ataque feroz que hubo contra la autoridad de la iglesia católica con la reforma de Lutero en Europa y el destrono de su dominio sobre las disciplinas del “conocer y hacer” por la ciencia; hemos vaciado todos los ahorros vitales y sociales que por milenios el cristianismo había recopilado. Hoy estamos en Bancarrota psicológica, a tientas vamos fabricando ídolos. Nuestras representaciones de bienes que prometen una mejor vida: dinero, reputación, reconocimiento, status, etc. El catolicismo había mal usado su institucionalidad para el Siglo XVI, y socavó la misma política, la justicia, las ideas y era intolerante de todo lo que se opusiera a su verdad y el bien que ellos definían, convirtiendo a la misma religión que sostenían en un ídolo. Aún hoy la iglesia católica está tratando de recoger las piezas.

Hay un orden en las capas de la realidad y quién las experimenta

En todo el Cosmos, todo tiene un orden y una interdependencia. En el reino vegetal, existe una orientación, una inteligencia biológica para orientarse y a las plantas les permiten sobrevivir (Intelligence in plants). En el reino animal esa “inteligencia” es el instinto. Les permite orientarse para satisfacer las necesidades que preservan la especie (imprinting in animal psychology, instints as intelligence oriented towards survival). En los mamíferos se hizo más complejo, aunque hay diferencias entre las diferentes especies: los mamíferos tienen la necesidad de intercambiar afecto, sin ello, la preservación de la especie pasa a segundo plano. En chimpancés que nacen y no son criados por una madre y por ello no son socializados, se convierten en seres erráticos, propensos a violencia y a separarse de la manada (Marlow’s maternal needs in monkeys, Consecuences of early social depravation).

En los seres humanos, el vivir con significado o sentido es tan, o quizás aun más importante que la vida misma. Buscamos aquí allá, adictos al chute que nos da el alcanzar algo que valoramos – sin darnos cuenta de que no es lo que alcanzamos, sino avanzar a esos escalones de bondad intermedia que nos avisan que vamos por buen camino. Intuimos que hay un Bien, qué de alcanzarlo, todos los dolores vinculados con el ser y el vivir se resuelven… y seguimos avanzando a tientas, “tiene que existir” nos asegura nuestra “hambre”.

“Nos hiciste, Señor para ti
y nuestro corazón está inquieto
hasta que descansa en ti”
– San Agustín de Hipona, Las Confesiones

El orden presupone inteligencia. Uno de los elementos que buscamos en Marte es un grupo de rocas ordenadas por tamaño; cualquier indicio de orden apuntaría a vida inteligente. Una inteligencia que se orienta y se ordena podríamos considerarla consciente: no sólo en el sentido de percibir, sino también de responder a un propósito. Hay, por tanto, un orden con dirección en el Cosmos y en nosotros. Pero en nuestro caso, ese orden sólo se despliega en la medida en que lo buscamos con intención y estamos dispuestos a reconocerlo cuando lo descubrimos. Las capas y subcapas que constituyen la realidad se nos revelan en la medida en que nos dirigimos hacia ellas, hurgando más allá de los bienes intermedios y buscando el Bien.

¿Por qué vamos a dudar que ese Bien no es benevolente en esencia y es suficientemente capaz para proveer que alcancemos aquello que vitalmente anhelamos? En todos los otros seres vivos que no son conscientes lo hace.

Dirás: “porque la experiencia de vivir es dura, la vida está continuamente enfrentada por experiencias limitantes y retadoras que generan dolor y sufrimiento.” Yo te respondería – al menos esas capas las ves y las reconoces, pero hay que atravesar esas capas de la realidad y seguir el camino hacia el Bien que da sentido y propósito a todo en el Cosmos. Sólo nosotros tenemos acceso a ese Bien Supremo de manera consciente y disfrutar sus bondades.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

– Eclesiastés 3:11

EL PUNTO a la iA

El historial de la columna está en www.cdots.substack por si quieres revisar artículos anteriores.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.analitica.com

Publicado el: 2025-05-22 00:30:00
En la sección: Opinión archivos – Analitica.com

Publicado en Opinión

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Mi resumen de noticias

WhatsApp