“Como demostraremos, los países pobres son pobres porque quienes tienen poder toman decisiones que generan pobreza.”
Daron Acemoglu.
En estos ochenta y dos días (82), que lleva el 2025 la economía nacional ha demostrado sus marcadas y evidentes desviaciones desde el terreno cambiario y fiscal, la esfera monetaria muestra desviaciones importantes en su objetivo intermedio del tipo de cambio, aunque no existe equilibrios dinámicos de coherencia entre los objetivos instrumentales la política de reservas, que se traduce por medio de un descuento a 52%, manteniendo su valor oficial de encaje en 73%, esta diferencia obedece al hecho de honrar con la obligación de mantener el valor de dichas reservas en el Banco Central de Venezuela. Sin embargo, se observa una falla de base en el financiamiento desde la Base Monetaria hacia PDVSA, monto este que supera los 6 mil millones de dólares al último corte reportado por el órgano fiscal en su pagina web, me refiero al corte del 27/12/2024.
Las incoherencias en materia de la macroeconomía aplicada suelen, terminar generando desequilibrios en el objetivo final, es decir en la estabilidad de precios, es absurdo por decir lo menos desaparecer el crédito de un país y “pretender continuar con una praxis de monetizar el déficit fiscal con dinero sin respaldo o nuevo” (Hansen, 1964).
El dinero inyectado para monetizar el déficit fiscal, “termina por presionar a la estructura de precios y el tipo de cambio” (Hawtrey & R, 1933), la obra premencionada de Hawtrey, intitulada “The art of the Central Banking”, es una literatura de común lectura para cualquier estudiante de macroeconomía aplicada e incardina los conceptos de financiamiento aceptable al déficit fiscal, así como las vías para propender a tal situación, el déficit fiscal se financia por la vía de los rendimientos obtenidos, derivados de la aplicación de una política tributaria inteligente que propenda a emplear la redituabilidad de los ingresos que provienen de la aplicación de una política de Impuesto Sobre la Renta (ISLR), en el financiamiento del déficit fiscal.
Desde luego, la propuesta de Hawtrey nunca se ha cumplido en este país. Por el contrario, se acude al financiamiento irresponsable, desde la política monetaria, en una proporción que representa mas del 420% de la capacidad de producción de la base monetaria cualidad esta centralizada en las funciones del banco Central. La brecha a la fecha de publicación de este artículo se ubica en 30,25% entre el tipo de cambio oficial y su contraparte paralelo, este costo debe ser asumido tanto por el sector formal de la economía privada, como por la administración pública, quien debe presupuestar asumiendo estas brechas, pues, aunque se empleé el tipo de cambio de la moneda de mayor valor cambiario, el cálculo de los ingresos se realiza al tipo de cambio oficial, en este momento 30,25% por debajo del valor paralelo.
En materia fiscal, la actividad económica, proyectada en 2024, con un leve crecimiento de 4%, se ha tenido que ajustar a un valor de decrecimiento de -1%, esto como el resultado de la volatilidad cambiari de mia, en ochenta y ocho días (88) del 2025, la depreciación del tipo de cambio oficial se ubicó en 30,01% , mientras que para el indicador paralelo dicha depreciación se ubicó en 32,01% , esto supone una destrucción de facto de poder de paridad de compra del bolívar, pues está más que demostrado que la dolarización no es un fenómeno simétrico en el pañis, por el contrario genera inmensas iniquidades “ que ponen en riesgo la institucionalidad y destruyen el Contrato Social” (Stiglitz, 2012).
Finalmente, la jaculatoria es la misma, no puede existir una economía sólida y con equilibrios de correlación y coherencia, sin contar con un marco institucional, solido esta fue la propuesta de Acemoglu, Robinson y Jonhson, que se vincula con el andamiaje teórico de Douglas North, en la nueva economía institucional, “estamos viviendo cambio institucional pero regresivo” (North, 2000).
“Las instituciones económicas inclusivas requieren derechos de propiedad seguros y oportunidades económicas no solo para la élite, sino para un amplio sector de la sociedad”
Daron Acemoglu.
X@carlosnanezr
IG@nanezc.
Referencias.
Hansen, A. (1964). Teoría y Política Monetaria. México DF: Fondo de la Cultura Ecoómica.
Hawtrey, & R. (1933). The art of the Central Banking. Nueva York: Longans Green and Company.
North, D. (2000). La nueva economñia institucional y el desarrollo. México: FUNDES.
Stiglitz, J. (2012). El precio de la desigualdad ( El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita).
Madrid: Taurus.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.el-carabobeno.com
Publicado el: 2025-03-24 00:47:00
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