Lapatilla
Hasta hoy habíamos visto a la República Popular China (RPC) en el papel de prestamista del régimen venezolano a cambio de petróleo. En una nota de enero de 2025 se reseña:“Según la Base de Datos de Financiación China-América Latina del Diálogo Interamericano y la Universidad de Boston, Venezuela ha recibido por parte de China 62 mil millones de dólares en financiamiento y la deuda vigente se estima en torno a 15 mil millones de dólares” (ver El Observador, Venezuela acumula una deuda gigantesca, en default y difícil de reestructurar: riesgo de embargos y el rol clave de China, en https://www.elobservador.com.
Sin embargo, China no se ha quedado con esa deuda y ha avanzado, a pesar de las sanciones a Venezuela, en el cobro de su acreencia. El año pasado los chinos pagaban mucho menos de lo habitual por nuestro pago en petróleo debido a las sanciones, habiendo llegado hasta 20 USD menos en comparación con el Brent (ver Bloomberg abril, 2024, China paga menos por el petróleo venezolano tras las sanciones reimpuestas por EEUU, en https://www.bloomberglinea.
A pesar de eso, el avance de la RPC no se detiene en nuestro país. Los chinos tienen también una respuesta al desastre que han significado los 26 años de cambios socialistas en la industria petrolera, de los regímenes de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros. El Secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, Yván Freites, denunció recientemente que el gobierno de Nicolás Maduro entregó a PDVSA a la empresa China Concord Petroleum, asegurando que la empresa “está en el proceso de traer por lo menos 5.000 ciudadanos chinos para que se encarguen de la reparación y la operación de los pozos, refinerías y estaciones de servicio, todo centralizado en Caracas. Los trabajadores venezolanos serán expulsados por esta empresa de sus sitios de trabajo, ese es el temor y la arrechera en las áreas operacionales” (ver El Nacional, Aseguran que Maduro entregó PDVSA a empresa China Concord Petroleum, en https://www.elnacional.com/
Es indudable que a lo largo de los años y en el medio de la más espantosa crisis económica que este país haya vivido, los chinos han sacado un provecho significativo, tanto de la ineficiencia como de la corrupción del régimen socialista de Venezuela, así como de las sanciones que se le han impuesto desde el exterior. Pero si usted cree que esto se quedará allí, espere a ver lo que sigue.
A los chinos les es completamente indiferente que el régimen se haya robado el dinero que le prestaron para la construcción de obras de infraestructura, porque ese no es su problema. Me atrevería a decir que están muy contentos con eso. Su problema es que se los devuelvan en los términos convenidos, porque si no, ellos mismos se lo cobrarán, como, en efecto, lo están haciendo en PDVSA. Les es muy conveniente que un país de las riquezas naturales del nuestro tenga un régimen de la naturaleza del que tenemos, porque el intercambio por espejitos es aún más fácil todavía.
Paso a paso, la penetración China en Latinoamérica se ha hecho indetenible, en especial si es una política de la RPC no poner obstáculo alguno a hacer negocios con los regímenes más abyectos del mundo, violadores sistemáticos de los Derechos Humanos. De hecho, China mantiene la compra de crudo venezolano a pesar de las sanciones de Trump de imponerle aranceles adicionales por hacer negocios con Venezuela. Eso al final lo terminaremos pagando nosotros. Esa parte de la factura será descontada de lo poco que ya cobramos por el petróleo enviado a la RPC. ¡Son solo negocios! (ver Petroguia, China mantiene compra de petróleo venezolano pese a la medida de Trump de imponer aranceles, en http://www.petroguia.com/pet/
Pero, ¿saben algo? No culpo a los chinos ni a la política comercial internacional de la RPC. Esa es la manera en que conducen los negocios con todos los países alrededor del mundo. No es mala ni buena. Depende de quién sea el que negocie con ellos, porque su manera de ver al mundo no pone juicio sobre eso.
En una reciente y muy interesante entrevista a Chas Freeman, quien fuera Director de Asuntos Chinos en el Departamento de Estado de EEUU, y Secretario Adjunto de Defensa para Asuntos de Seguridad Internacional, principal intérprete estadounidense durante la histórica visita del presidente Nixon a China en 1972, este protagonista de la historia de occidente con el gigante asiático, nos ilustra en el contexto de un nuevo orden mundial multipolar:
“… la posición estadounidense es perdedora porque los chinos dicen «Cómo os desarrolléis depende de vosotros». No tenemos nada que decir al respecto. Si queréis aprender de nosotros adelante. Si preferís aprender de otros, no nos molesta. Y nosotros decimos «Tenéis que adaptaros a nuestra manera o nada». Y el otro asunto es que los chinos no están intentando impedir que Estados Unidos venda bienes o servicios en ningún sitio, pero nosotros sí intentamos bloquearles a ellos. Como dijo alguien, creo que fue Larry Summers, escuchó de un interlocutor africano que cuando vienen los chinos ofrecen carreteras presas y electrificación. Y cuando venís vosotros, insistís en que nos adaptemos a vuestras posturas políticas y no nos ofrecéis nada. Entonces, ¿quién va a ganar? si Estados Unidos quiere tener éxito y seguir siendo la gran potencia, la potencia abrumadoramente superior que hemos sido, no solo necesitamos reformarnos internamente sino también cambiar nuestra política exterior para reconocer los intereses de otros países e intentar servir a esos intereses en lugar de resistirlos”… ”Así que creo que el desafío chino está correctamente descrito por la Unión Europea como sistémico. Es un desafío sistémico. Es una elección entre un mundo abierto con muchos caminos diferentes hacia la modernidad y un mundo cerrado dominado por el proteccionismo. Y por cierto, no creo que los aranceles vayan a reindustrializar Estados Unidos, pero esa es una de las muchas formas en que lo extraño se ha normalizado al menos en teoría en mi país” (ver Entrevista a Chas Freeman: Las Mentiras Que Nos Contamos Sobre China, en https://youtu.be/urGPskVS5aE?
En otras palabras, más que preocuparnos por los chinos –que ya es de por sí suficiente materia de preocupación- debemos preocuparnos por un mundo cada vez más dominado por la otra manera de entenderlo, y buscar una posición que nos dé una autonomía suficiente ante el cambio fundamental que se nos viene encima en el orden mundial.
Si los chinos están trabajando para poner a funcionar de nuevo las refinerías de Venezuela bajo sus términos y condiciones, como ya denunciaron los trabajadores petroleros, y reinician la principal industria del país porque tienen el dinero y la tecnología para hacerlo, ya poco importarán las sanciones financieras de los EEUU o de occidente sobre el régimen de Nicolás Maduro Moros. Tengan la seguridad de que lo harán, solo necesitan tiempo para eso.
El flujo del dinero petrolero correrá hacia el Yuan Digital, dentro del nuevo ecosistema financiero de la RPC, Cross-border Interbank Payment System, CIPS, “diseñado para desafiar la dominancia arraigada del dólar estadounidense y del sistema SWIFT. Esta ambiciosa iniciativa centrada en el Yuan Digital, E-CNY, no es un experimento pasajero, sino una estrategia calculada para rediseñar el flujo de dinero a través de las fronteras, de manera silenciosa sistemática, y con implicaciones de gran alcance” (ver China desconecta SWIFT: el yuan digital de 1,2 billones de dólares se globaliza, en https://youtu.be/fGYlEuU0OWc?
A diferencia de lo que muchos piensen, no es que China esté aterrizando ahora con todas estas iniciativas para desligarse del control financiero controlado por la política. No. Lleva muchos años en gestación y es ahora cuando se ponen de relieve y funcionamiento activo cuando la administración Trump desata la guerra comercial y arancelaria contra la RPC, despertando al dragón chino. Aun cuando los EEUU lleguen a un acuerdo arancelario con la RPC, ya el daño está hecho. El CIPS estará en funcionamiento, contraponiéndose al SWIFT como único sistema de pagos mundiales existente. Es un desafío sistémico que no es posible evitar con medidas que traten de soslayar la penetración de China en el mundo.
Esta situación es tan compleja que amerita continuar profundizando en ella, porque los acontecimientos fuera y dentro del país están moviéndose muy rápido en uno u otro sentido. Pero lo que sí está muy claro es que si la oposición política venezolana desea conservar nuestro país dentro de la órbita occidental, más les vale acelerar cualquier cosa que estén haciendo relativa a la liberación de Venezuela. De eso podría depender que el régimen se quede o se vaya, porque si sigue prevaleciendo la parálisis por análisis, estas acciones carecerán de sentido frente al verdadero desafío sistémico chino; y que, por supuesto, esperamos que vayan más allá de una matriz mediática de opinión que trate de convencernos de que ya el régimen se cayó…
Caracas, 19 de Mayo de 2025
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Fuente de TenemosNoticias.com: lapatilla.com
Publicado el: 2025-05-19 12:21:00
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