Lapatilla
Tengo que reconocer que tengo una pésima memoria. Pero en cambio todo cuanto inolvidable ha ocurrido en mi vida, se ha ido grabando para siempre en mi mente, allí se encuentra impresa la imagen del profesor y periodista Sergio Antillano, mi profesor de introducción al periodismo, conocido también con seudónimo de “El Gordo”.
Recuerdo al profesor Antillano como un hombre de baja estatura, cabello plateado ondulado, frente más o menos amplia, su espalda algo encorvada quizás por el paso de los años, siempre luce un arreglado bigote que esconde una sonrisa permanente, muy culto y conocedor de la historia del periodismo venezolano.
Su amor por el periodismo y su pasión por las artes lo llevó a ser fundador del diario El Nacional y editor del suplemento Farándula y participó también en el suplemento literario de El Nacional, fue director del diario Últimas Noticias, La Esfera, El Mundo y de las revistas Elite y Momento transformándose en una referencia importante en el periodismo cultural venezolano.
Estuvo vinculado a la revista cultural Contrapunto centro de reflexión y análisis del movimiento artístico venezolano.
En 1961 se trasladó a Maracaibo junto con su esposa Lourdes Armas y sus cinco hijos y desde allí se convirtió en un referente importante en el movimiento cultural zuliano.
Fue fundador de la entonces Escuela de Periodismo de la Universidad del Zulia y en 1981 fue director de la Escuela de Comunicación Social y profesor formando generaciones de periodistas con pensamiento crítico, ético y amantes de las artes.
Las clases de Sergio Antillano eran muy amenas y divertidas nadie se aburría escuchando aquel periodista contar las anécdotas en las explicaciones que daba. Sus clases eran vivencias personales que aderezaba con comentarios, y sobretodo esa picardía natural que agrada a la gente. Nadie se quedaba dormido, y al que no le gustaba el periodismo sencillamente Sergio Antillano lo enamoraba con la profesión.
Antillano dejó una huella en la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia. Las clases, con su fuerte acento caraqueño, eran otras al escuchar su verbo, definitivamente dejó una manera de enseñar que muchos de los que fueron sus alumnos y luego profesores las replicaron.
Pequeño de estatura era un gigante al escribir sus relatos, eran fáciles de digerir, la palabra tomaba un rumbo espectacular cuando la plasmaba Sergio Antillano el periodista o el crítico de arte.
En 1966, Antillano también se graduó de abogado en la misma Universidad del Zulia lo que le permitió combinar conocimiento de las leyes y el oficio del periodismo.
Ese amor por las artes lo impulsó a ser un vigoroso promotor de las artes plásticas zulianas apoyando a figuras como Francisco (Paco) Hung, Antonio Angulo, Luis Chacón, Francisco Bellorín y Lía de Bermúdez.
Sergio Antillano fue protagonista clave de los movimientos culturales zulianos en 40 Grados a la Sombra, La Mandrágora y Las Hormigas Cabezonas.
Se destacó también como director de cultura de la Universidad del Zulia y presidente de la Comisión Nacional de Artes Plásticas.
También Antillano sobresalió en las luchas gremiales de los periodistas fue de los fundadores del combativo Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, SNTP, y presidente de la Asociación Nacional de Periodistas, AVP, génesis del ahora Colegio Nacional de Periodistas.
Esta dedicación profunda de Sergio Antillano por la cultura del Zulia se le reconoce en una de las salas de redacción de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia y el Premio Regional en Cultura que llevan su nombre.
Sergio Antillano fallece en Caracas el 29 de abril de 1999.
Continúa este gran caraqueño sembrado en el corazón zuliano, es el faro que ilumina a las nuevas generaciones de periodistas que en estos tiempos duros de lucha por la libertad no cesan en sus esfuerzos de informar.
@angelmontielp
Fuente de TenemosNoticias.com: lapatilla.com
Publicado el: 2025-06-04 12:56:00
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