El 28J, la elección que evidenció el desgaste del chavismo

Medio año después de las elecciones presidenciales la oposición y el chavismo pueden sacar lecciones de cara a nuevos comicios. Para la oposición, dijeron analistas a Crónica Uno, la enseñanza es clave: el voto es su mejor arma.

Caracas. Se cumplieron seis meses de la elección presidencial del 28 de julio, un evento que dejó en evidencia el desgaste del chavismo en el poder, pese a que aún lo retiene, dijeron analistas a Crónica Uno.

Los comicios del 28 de julio pasado marcaron un hito para la oposición después de que lograra movilizar a millones de simpatizantes en condiciones adversas y disputara con éxito –según sus cuentas– la presidencia de Venezuela tras un cuarto de siglo de dominio chavista. Además puso en evidencia que la participación a través del voto es su mejor arma.

“Las elecciones en Venezuela son útiles para poner en relieve el descontento popular. Y la elección del 28 de julio puso de manifiesto las debilidades del Gobierno, lo que a su vez produjo una grave crisis política entre el Gobierno y la oposición desde el puto de vista de la legitimidad del poder”, dijo a Crónica Uno el analista Pablo Quintero.

De acuerdo con los resultados que emitió el Consejo Nacional Electoral la misma noche del 28 de julio, Nicolás Maduro ganó las presidenciales con más de 51 % de los votos.

Pero la oposición denunció un presunto fraude y no reconoció los resultados mientras exigió la divulgación de las actas electorales, un hecho que seis meses después no se ha producido.

Según sus datos, que entonces afirmó se basaban en copias de las actas electorales a las que tuvo acceso a través de los testigos de mesa, el opositor Edmundo González fue el real ganador de las elecciones con casi 7 de cada 10 votos.

“Para el oficialismo la elección del 28 de julio representó un gran desgaste producto de tratar de conseguir reconocimiento internacional, tratar de conservar el poder y enfrentar a la oposición (durante las protestas). Además, se generó ansiedad por el posible regreso de más sanciones y la amenaza de mano dura del presidente Donald Trump”, agregó Quintero.

Una crisis que vuelve a ser visible

Venezuela atraviesa por una larga crisis política que tiene expresión en las dificultades económicas y la migración de casi ocho millones de personas, según cifras de oficinas de la ONU.

Pero esta crisis, que se estancó, volvió a ser “visible” tras la disputa que se generó el 28J, dijo el diputado y analista Aníbal Sánchez.

No obstante, consideró que el chavismo no está derrotado porque la actividad de “sube y baja” de la oposición dio un respiro al oficialismo y le permitió avanzar en su intención de ganar reconocimiento internacional para el nuevo mandato de Maduro.

El 28J, un evento “aleccionador”

Tras meses de trabas a sus candidatos y actos de precampaña, la oposición estuvo cerca de no asistir a los comicios.

Una fuente del partido Un Nuevo Tiempo, que optó por el anonimato, dijo a Crónica Uno que la mayoría de los partidos de la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), la coalición que agrupa a la oposición mayoritaria, coqueteó con la abstención el 28J ante la imposibilidad de inscribir a María Corina Machado o a su sustituta, Corina Yoris.

Tras un largo proceso de negociaciones, que primero incluyó la designación de Edmundo González como candidato provisional y de toda la PUD luego, la oposición acudió a unas elecciones que afirma ganó y sacó una gran lección, de acuerdo con el analista Quintero.

“Una elección no sirve para atenuar una crisis, pero sí para poner de relieve el descontento con una clase política, en este caso sobre el oficialismo. También fue un elemento aleccionador para la oposición”, dijo el experto.

En la misma línea opinó Sánchez, quien señaló que un sector de la dirigencia opositora se reencontró con la ruta electoral el 28J.

“Es un camino que no ha debido ser abandonado, como ocurrió después del 2013 cuando tras un revés, en una elección bajo un sistema semicompetitivo, un sector de la oposición optó por un llamado a la vía insurreccional, a la operación la ‘salida’ (2014). Si te pones a ver el comportamiento del accionar político de este sector opositor ha sido un sube y baja”, dijo.

Al respecto, Sánchez señaló que los nuevos llamados de un sector de la oposición a la abstención en las elecciones pautadas para este 2025 podrían significar un retroceso.

“Sabemos que (la abstención) no ha dejado ningún saldo positivo ni conseguido un fin político, más allá de que sí ha posicionado a un sector en el monopolio de la conducción de la PUD y de los apoyos de aliados internacionales”, señaló.

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