El presidente Donald Trump vuelve a sacudir la política internacional con una decisión drástica: prohibir la entrada a Estados Unidos de personas procedentes de una docena de países, entre ellos Irán, Somalia y Yemen. La medida, justificada en términos de seguridad nacional, genera alarma global y reactiva uno de los temas más divisivos de su trayectoria política.
Una medida extrema con antecedentes polémicos
La proclamación, firmada por Trump y con vigencia a partir de la medianoche del lunes, prohíbe el ingreso al país a ciudadanos de 12 naciones, incluidas Afganistán, Eritrea, Irán, Libia y Sudán. Además, impone restricciones adicionales a visitantes de otros ocho países como Cuba, Venezuela y Sierra Leona. Según el mandatario, esta acción responde a la necesidad de proteger “el interés y la seguridad nacional” de Estados Unidos.
La decisión surge tras una orden ejecutiva emitida el mismo día de su asunción, en la que se pedía un informe sobre las actitudes hostiles hacia Estados Unidos por parte de ciertos países. La Casa Blanca sostiene que estos ciudadanos podrían representar un riesgo, aunque no se han presentado pruebas concretas que lo demuestren.
Este nuevo veto recuerda inevitablemente al decreto migratorio de 2017, que generó caos en aeropuertos y protestas masivas. Aquella orden prohibía el ingreso a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, lo que fue interpretado por muchos como una acción discriminatoria encubierta.
Seguridad nacional o exclusión ideológica
Aunque Trump y su administración defienden esta política como una medida estrictamente basada en seguridad, los críticos insisten en que hay un trasfondo ideológico. Durante su primera campaña presidencial, Trump propuso de manera explícita prohibir la entrada de musulmanes al país, lo que alimentó la percepción de que estas políticas tienen motivaciones más xenófobas que estratégicas.
Entre los afectados se encuentran estudiantes, académicos, empresarios y familias que visitan a sus seres queridos. La incertidumbre crece entre las comunidades inmigrantes y los defensores de los derechos humanos, mientras se teme que esta medida siente un precedente aún más severo para futuras restricciones.
En medio de un clima internacional cada vez más polarizado, la medida refuerza la narrativa de Trump sobre proteger las fronteras a toda costa, pero al mismo tiempo expone a Estados Unidos a duras críticas por su trato hacia países considerados “peligrosos”, sin un análisis individual ni evidencia transparente.
Fuente de TenemosNoticias.com: es.gizmodo.com
Publicado el: 2025-06-05 11:28:00
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