Alemania ha sido considerada durante décadas como la locomotora económica de Europa. Sin embargo, en la actualidad atraviesa una crisis que ha sorprendido a analistas y expertos. El modelo que permitió al país prosperar con jornadas laborales reducidas y disparar su productividad, parece haber llegado a su límite. Los líderes alemanes buscan nuevas fórmulas para recuperar el crecimiento perdido y han encontrado una posible solución: trabajar más.
Alemania trabaja poco. En los últimos meses el debate económico se ha intensificado sin que los responsables alemanes hayan encontrado la clave para salir del estancamiento económico. Sin embargo, desde los círculos empresariales de Bavaria, al sudeste de Alemania, apuntan que podría ser algo tan sencillo como incrementar las horas anuales de trabajo. La fórmula: eliminando uno de los festivos religiosos del calendario alemán.
Según publicaba el diario Welt, el propio canciller federal, Friedrich Merz, estaría de acuerdo con esta afirmación: «En este país tenemos que volver a trabajar más y, sobre todo, de forma más eficiente», aseguraba el mandatario en unas palabras que más tarde matizó «pero en Alemania tenemos grupos, sobre todo entre la generación más joven, que trabajan muchísimo».
Lo han probado todo. Las pruebas piloto de la semana laboral de cuatro días no han conseguido el impulso de productividad que el país necesita. El canciller Merz advirtió recientemente: «Con la semana de cuatro días y el equilibrio entre la vida profesional y personal no podremos mantener la prosperidad de este país», declaraba el canciller alemán a Le Monde. Esta declaración ha generado malestar en una sociedad que siempre se ha considerado trabajadora y disciplinada.
Durante décadas, los trabajadores alemanes han disfrutado de jornadas laborales más cortas en comparación con otros países europeos, especialmente los del sur. Esta situación se justificaba por la alta productividad y el valor añadido de los productos y servicios alemanes, lo que permitía «hacer mucho con poco». Sin embargo, la economía no logra despegar y el Gobierno apunta ahora a la «falta de trabajo» y la «preferencia por el ocio» como factores que están lastrando el crecimiento económico.
Eliminar días festivos. Ante este panorama, algunas voces del empresariado han propuesto medidas concretas para aumentar el tiempo de trabajo sin incrementar las jornadas laborales diarias, que en muchos casos ya son de más de 40 horas por la enorme carga de horas extraordinarias.
Según publicaba Bild, Bertram Brossardt, director general de la Asociación de Empresas Bávaras, sugirió eliminar, al menos uno de los días festivos que tienen los alemanes. «Lunes de Pascua, Lunes de Pentecostés y San Esteban. Mis colegas de Francia e Italia se sorprenden constantemente de que tengamos esos días libres. Quitar uno de esos días libres beneficiaría enormemente a la economía alemana y no supondría una carga pesada para los empleados», declaró Brossardt, añadiendo que «las festividades religiosas no deben ser tabú en el debate».
Los datos lo respaldan. La propuesta no es solo simbólica. Christoph Schröder investigador del Instituto Económico Alemán (IW) sostiene que eliminar un día festivo podría incrementar el producto interior bruto (PIB) de Alemania en hasta 8.600 millones de euros. Según publicaba La Vanguardia, Michael Hüther, director del IW, ponía como ejemplo el caso de Dinamarca, que recientemente había eliminado un festivo «eso supuso un ingreso adicional de 400 millones al presupuesto estatal», aseguró el economista. El problema es que todos los estados federales del país, con independencia para fijar sus propios días festivos, deberían ponerse de acuerdo para abolirlo.
Alemania a la cola en horas trabajadas. Los argumentos de Brossardt se apoyan en datos contundentes. En 2023, un empleado alemán trabajó una media anual de 1.343 horas, lo que supone 92 horas menos que en Austria, 186 horas menos que en Suiza y 391 horas menos que en Italia, según datos de la OCDE. «No somos lo suficientemente productivos. Si queremos ser competitivos, ¡tenemos que volver a trabajar más!», manifestó el empresario al periódico Bild.
A pesar de estas cifras, Alemania no es el país con más días festivos. De media, los alemanes disfrutan de 9 días festivos nacionales, aunque en algunas regiones del sur como Bayern, Basen-Württemberg o Saarland pueden llegar hasta 12 festivos. En comparación, Austria y Malta disfrutan de trece festivos.
En España lo habitual son doce, con algunas comunidades autónomas como Catalunya, Comunitat Valenciana y Navarra suman 13 festivos; Ceuta tiene 14 festivos al año, mientras Canarias se conforma con 11 días.


Media de horas semanales trabajadas en cada país
El problema no son los días. Tal y como publicaba El Confidencial, algunos expertos no creen que eliminar un festivo sea la solución para la economía alemana, sino que el país debe afrontar un cambio en su mercado laboral para recuperar la productividad de antaño. Alemania es el segundo país europeo donde menos horas se trabajan a la semana en empleos a jornada completa, y la cifra baja aún más si se incluyen los contratos a tiempo parcial. Según datos oficiales, una de cada dos mujeres trabaja a tiempo parcial en Alemania.
Por ello, algunos economistas proponen incentivar la incorporación de mujeres al mercado laboral a jornada completa y facilitar la llegada de más trabajadores extranjeros para aliviar la escasez de mano de obra cualificada. La clave, según estos expertos, es una profunda revisión del mercado laboral alemán para adaptarse a los nuevos desafíos económicos y demográficos que supone el envejecimiento de la población activa.
Imagen | Unsplash (Maheshkumar Painam, Spencer Davis)
Fuente de TenemosNoticias.com: www.xataka.com
Publicado el: 2025-06-21 11:31:00
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