En 2020 Elon Musk hizo algo bueno por Jordan Walker-Pearlman, sobrino del actor Gene Wilder, que interpretó a Willy Wonka. Le prestó el dinero que necesitaba para comprar la casa donde había crecido. Cuatro años después, Walker-Pearlman ya no puede con los pagos, y Musk lo echa.
El querido actor Gene Wilder compró la casa de California en 1976 por U$ 300.000. Hoy sus dueños la ponen en venta a U$ 12,95 millones. Son Walker-Pearlman y su esposa Elizabeth Hunter. Walker-Pearlman creció allí junto a su famoso tío, y dice que atesora recuerdos muy buenos.
En una época Musk vivía justo frente a esa casa, y un fideicomiso relacionado con él la compró en 2013. Walker-Pearlman y Hunter querían adquirirla, pero como no tenían el dinero Musk les prestó U$ 6,75 millones, con la condición de que mantuviesen viva el alma de la casa.
“Podría haberla vendido por mucho más. Su sensibilidad para conmigo fue notable”, le dijo Walker-Pearlman al Wall Street Journal en 2022.
Pero Walker-Pearlman y Hunter no pudieron con los pagos. Walker-Pearlman lo atribuye a los vaivenes propios de un autor, y dijo que su esposa estaba cansada de deberle a Musk tanto en sentido literal como figurativo. “Ella ya no quería deberle moralmente a Elon. Tenemos una deuda espiritual muy grande con él”, le dijo al Wall Street Journal el martes.
Tres meses para dejar la casa
El fideicomiso de Musk avanzó con la ejecución de la hipoteca, dándole a la pareja 90 días para desocuparla. Intentan venderla antes de que eso suceda. Walker-Pearlman se mostró optimista en público, y le dijo al Journal: “No es una tragedia. Elon nos dio una oportunidad mágica. No tengo quejas”.
Hace cuatro años Musk anunció en X (entonces, Twitter) que vendería “casi todas” sus posesiones físicas. “No seré propietario de una casa”, dijo. “Solo hay una estipulación sobre la venta: soy dueño de la antigua casa de Gene Wilder. No se la puede demoler, ni podrá perder su alma”.
¿Por qué vendería todo? “No necesito el dinero. Me dedicaré a Marte y la Tierra. Las posesiones pesan”.
Musk no ha ocupado un hogar en los últimos cuatro años. En 2022, la madre de tres de sus hijos le dijo a Vanity Fair que el hombre más rico del mundo vivía en una casa de U$ 40.000 en Los Ángeles, y que su colchón estaba roto.
Fue en esa época en que Musk mostró una foto de su mesa de noche: cuatro latas de Diet Coke, una pistola a pedernal de la época de la Revolución, y una reproducción del revólver de Deus Ex: Human Revolution. En muchos aspectos, la mesa de noche de un adolescente.
“Tal vez sea este el cierre de un bello capítulo de nuestras vidas. No estoy molesto ni nada”, dijo Walker-Pearlman.
Fuente de TenemosNoticias.com: es.gizmodo.com
Publicado el: 2024-08-21 13:32:55
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