¿en qué momento es mejor?

La hora de la comida, el desayuno o la cena, muchas veces queda determinada por nuestras demás ocupaciones.

Si tenemos que llegar muy temprano al trabajo, tal vez desayunemos muy temprano o demasiado tarde: después de iniciar nuestro trabajo. O puede pasar que cuando estemos muy ocupados, nos saltemos una o varias comidas.

Y aunque sabemos que nada de eso es demasiado bueno para nosotros o nuestra salud, ni a corto, ni a largo plazo, lo hacemos, a veces más a menudo de lo que nos gustaría.

También es cierto que la frecuencia y las horas de la comida, están determinadas por ciertas costumbres culturales. Pero todo esto podría llevar a preguntarnos: ¿cuáles son los mejores momentos para hacer cada comida del día?

¿Desayunar temprano o tarde?

El desayuno, por definición es la primera comida del día: con la que rompes el ayuno en el que está tu cuerpo, desde tu última comida por la noche, hasta el momento de despertar.

En este aspecto hay quiénes consideran que lo mejor es desayunar algo justo al despertar, es decir lo más temprano posible. 

Pero también hay quiénes piensan que es mejor esperar un poco para hacer esta comida, entonces, ¿cuál es la mejor opción?

Por un lado si comes muy temprano, puede pasar que tus horas de comida del día se extiendan por muchas horas y hay estudios que indican que es mejor para la salud, si restringimos esas horas a una ventana de 12 horas.

Lo importante es que no te saltes el desayuno: es decir que no lo hagas tan tarde que ya sea una comida.

Saltarse el desayuno puede parecer inocente, pero se ha mostrado que quienes lo hacen en general tienen hábitos menos saludables en sus otras horas de comida, lo que incluso aumenta el riesgo de enfermedades como la obesidad y la diabetes.

La hora de la comida

Este momento estará determinado en parte por las costumbres del lugar en donde vives: hay países o regiones donde se acostumbra una comida muy cercana al medio día, en otros lugares esta hora de la comida es mucho más tarde.

Pero en general será mejor no retrasar esta hora demasiado. Existen estudios que muestran que una hora de la comida más cercana al medio día puede influir incluso en nuestros riesgos de padecer sobrepeso, obesidad y diabetes. 

Además la hora de la comida, puede influir también en la biodiversidad del microbioma intestinal: las bacterias que habitan en nuestro sistema digestivo. 

Mantener la diversidad de esas bacterias es importante pues no solo colaboran con nuestra digestión, sino con otros aspectos de nuestra salud, como nuestra presión arterial.

No cenes demasiado tarde

Así como quizá no es del todo bueno desayunar demasiado temprano, tampoco lo es cenar demasiado tarde.

Por un lado, los alimentos que comemos nos aportan energía, lo que solemos medir con las calorías. Mientras que la energía de las comidas que hacemos a lo largo del día la gastamos en nuestras actividades diarias, si cenamos muy tarde, la mayor parte de esas calorías se quedarán “en reposo”, por decirlo de alguna manera.

Y existen varios estudios que confirman que cenar tarde hace que tengas un mayor riesgo de síndrome metabólico: el conjunto de condiciones que te pueden llevar a tener problemas cardíacos, obesidad y diabetes.

Esto también porque al llegar la noche tu cuerpo empieza a prepararse para dormir, secretando algunas hormonas como la melatonina, que interfiere con el metabolismo de carbohidratos, como la glucosa.

Así que la recomendación general es que no te saltes las comidas y que trates de tener un horario lo más estable que te sea posible para el desayuno y la hora de la comida. Y que no te vayas a dormir inmediatamente después de cenar.