Así era Habitat, el primer MMORPG (con gráficos) de la historia de los videojuegos

¿Cómo fue el primer MMORPG? Si nos ponemos tiquismiquis hay una primera hornada de intentos -en base a textos- cuando internet no era tal y como lo conocemos hoy. Pero, claro, hay varios escalones intermedios entre estos y juegos como World of Warcraft o Final Fantasy XIV. El eslabón y, a la vez, pionero en usar gráficos de la historia fue Habitat, estuvo desarrollado en 1985 por LucasFilm Games y su beta se lanzó 1986 a través de Quantum Link, un servicio en línea para la Commodore 64. Hoy no parece gran cosa, pero fue una revolución.

Quizás no fuese el primero en su género, pero Habitat fue todo un rompehielos a la hora de crear comunidades virtuales interactivas, permitiendo a los jugadores conectarse en tiempo real, explorar un mundo digital (eso sí, con gráficos 2D) y socializar mediante avatares en pantalla. Y eso, pese a lo sencillo de sus gráficos, las limitaciones de su jugabilidad y lo poco extendido que estaba el juego online, era algo espectacular para la época. 

Entonces, ¿cómo era eso de conectarse a Habitat? Solo podías llevar un único objeto contigo y las opciones a la hora de interactuar eran las que eran, pero merece la pena ponernos en perspectiva y recordar que, mientras LucasFilm experimentaba con estas ideas, el juego de moda era el Super Mario Bros. de la Nintendo NES. Con todo, y como verás en en siguiente vídeo, la propuesta de este mundo abierto multijugador estaba sobrada de ambiciones.

A diferencia de los otros MMORPGs, los cuales eran por lo general MUDs (Multi-User Dungeons) basados en texto, Habitat ofrecía una interfaz gráfica y un mundo persistente donde los jugadores podían comerciar, formar sociedades e incluso enfrentarse en conflictos. Dicho esto, ese libre albedrío no tardó en tener efectos secundarios y obligó a sus creadores a establecer las primeras reglas, incluyendo la separación entre jugadores y desarrolladores para intentar mantener el orden.

Habitat  sentó las bases de los MMORPG modernos, influyendo en títulos posteriores como Ultima Online y EverQuest. Y pese a que su alcance y calado quedó limitado por la tecnología de su propia época, su concepto sigue siendo un hito en la evolución de los mundos virtuales. Los que fueron fugaces (como nuestra Prisión hecha en España) y aquellos que llegaron para quedarse.

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