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Hace años que Ubisoft hizo una genialidad con Assassin’s Creed y no ha tenido valor de repetirlo desde entonces

Hace años que Ubisoft hizo una genialidad con Assassin's Creed y no ha tenido valor de repetirlo desde entonces

Hace años que Assassin’s Creed pide la hora. Necesita un descanso, uno largo que supere los dos años y no implique mantener un juego hasta el siguiente. Hablo de abrir las ventanas, apagar luces y chapar el tinglado hasta que deje de oler a cerrado. Que pase tanto tiempo que la cuestión no sea la temática del siguiente, sino si habrá próximo juego. Ese nivel de descanso.

No estoy insinuando que las últimas entregas sean malas. Que conste que he disfrutado muchísimo de Valhalla, Mirage y Shadows, y espero seguir haciéndolo con el contenido postlanzamiento de este último. Pero creo que hace demasiado tiempo que la franquicia no ofrece novedades auténticas, giros que cambien las reglas hasta el punto de enfadar a quienes temen el cambio… algo más que tener un samurái negro de coprotagonista.

Cuando Assassin’s Creed no tenía miedo al fracaso

Quizás no lo recuerdes, pero la franquicia Assassin’s Creed ha tomado muchas decisiones a lo largo de su historia que podrían haber acabado en desastre total, pero que finalmente se convirtieron en varias las facetas favoritas de la franquicia y en otros videojuegos dentro y fuera de la familia.

Leonardo Assassins Creed

La modificación de la hoja oculta fue (y sigue siendo) una herejía para muchos jugadores, pero aun así Ubisoft hizo auténticas virguerías durante el arco de Ezio Auditore. Utilizaron al mismísimo Leonardo da Vinci para experimentar, desde la hoja doble y el gancho hasta la posibilidad de disparar dardos.

El daño a distancia fue un tema tabú durante muchos años y tuvo que llegar Black Flag para romperlo… y le costó muchas críticas. Le siguieron Unity, Syndicate y el resto de entregas con armas de fuego y arcos. También se introdujo la gestión de varios asesinos y de una base (Monteriggioni), que para muchos parece que es algo inventado por Valhalla y Shadows… y nada más lejos de la realidad. Por otro lado, se arriesgó con el formato RPG, aunque en mi opinión este es el mayor error de la franquicia.

Los mayores rompemuros se lanzaron entre 2012 y 2014. Ubisoft le echó muchos huevos con Assassin’s Creed III al mantener la gestión de bases e introducir dos elementos que marcarían el futuro de la franquicia y de la propia compañía: sistema de habilidades sobrehumanas (activo y no puntual) en el dlc La Tiranía del rey Washington y las batallas navales. A estas últimas le fueron tan bien que han estado presente en varias entregas: Black Flag y Freedom Cry, Rogue y en menor medida en Odyssey.

Si bien las batallas navales fueron uno de los cambios más radicales en la historia de Assassin’s Creed, personalmente creo que existe otro mucho más infravalorado y que tuvo (y tiene) un potencial desmesurado. Ubisoft tuvo miedo al fracaso al no explotarlo, pero en parte fue nuestra culpa: no estábamos preparados. Y a día de hoy creo que tampoco lo estamos.

Assassin’s Creed Rogue cometió la mayor herejía jamás pensada en la franquicia: convertirnos en Templarios y embarcarnos en un viaje de venganza que nos lleva a matar a decenas de asesinos. Fue un insulto tan poderoso para muchos jugadores que el videojuego ha quedado relegado a un segundo plano y ni siquiera recuerda a Shay Cormac, uno de los asesinos más talentosos que ha parido la hermandad. Porque hay que ser bueno para matar a políticos, corsarios y guerreros, pero mucho más para enfrentarte a quienes te adiestraron… y ganar. Y desde entonces solo un asesino se ha encarado con la hermandad: Arno de Unity.

El juego siguió la estela de Black Flag en muchos aspectos (movilidad, armamento, batallas navales, ropas…), pero se diseñó para convertirte en el cazador de los cazadores. Cuenta con mecánicas interesantes como los susurros y la brújula de la visión del águila, que te indican la posible dirección y ubicación de asesinos. Una vez detectados se marcan en rojo. Y tiene todo el sentido del mundo tanto para Shay como para el jugador: combates a un enemigo que utiliza exactamente las mismas técnicas que has usado tú desde Assassin’s Creed de 2007.

Cazar asesinos es una de las experiencias más divertidas y originales que he experimentado en Assassin’s Creed. Es una de las pocas veces que el enfrentamiento se hace bajo las mismas reglas y enseñanzas. Aquí tus enemigos no se pasean por el escenario mientras te gritan su plan maestro, sino asesinos que te esperan escondidos en fardos de paja y arbustos o que pueden matar al objetivo que debes proteger tras saltar desde un saliente cercano. Recuerdo cazar a uno en el aire con mi pistola.

Para mí, Rogue es uno de los mejores Assassin’s Creed que ha parido Ubisoft precisamente porque ofrece una experiencia completamente nueva, aunque tomase Black Flag como base. Y no se ha vuelto a repetir algo así. Si bien Arno se enfrentó a los asesinos, lo único que hemos visto desde entonces son personajes rebeldes o poco ortodoxos como Eivor de Valhalla, que colaboró pese a rehusar la invitación, y Naoe de Shadows, que funda su propia hermandad basándose en las enseñanzas de un asesino excomulgado y su aprendiz.

Lo que quiero decir con esto es que Assassin’s Creed necesita nuevas experiencias (ya sean nunca vistas o rescatadas) y no más de lo mismo, aunque funcione. Abandonar el formato RPG debería ser solo el primer paso. ¿Tan traumático sería un videojuego lineal (con zonas abiertas) y narrativo como Uncharted 4? Y si te parece una locura, te recuerdo que es la misma compañía de Splinter Cell. En teoría, viene uno en camino. Ya veremos.

¿Qué problema hay con las experiencias cooperativas al estilo de Warhammer 40.000: Space Marine 2? Una campaña principal y amplías la historia con Operaciones y modos de juego. Si te parece una locura, te recuerdo que el multijugador de Assassin’s Creed Unity era una cosa bárbara y muy disfrutada por los jugadores.

El formato de Sniper Elite es otro que me gusta mucho y recuerda a lo que teníamos el Assassin’s Creed original. De hecho, creo que sería perfecto para que Ubisoft se meta de una vez en las dos guerras mundiales. Es increíble que una franquicia que se jacta de abarcar los eventos más importantes de la historia solo haya rozado ambos conflictos en Unity y Syndicate. Firmaría ahora mismo un Assassin’s Creed basado en operaciones con una historia de espionaje y sabotaje.

Llegados a este punto, firmo (casi) cualquier experimento que no implique lo mismo de siempre, más si se aleja del RPG. Los juegos de móviles no son ni una posibilidad. Estoy seguro de que no estoy solo en este barco. Y esta conclusión precisamente nos devuelve al comienzo de la publicación: Assassin’s Creed necesita un descanso para renovar ideas y perder el miedo al fracaso.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.vidaextra.com

Publicado el: 2025-06-21 17:01:00
En la sección: Vida Extra

Publicado en Videojuegos

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