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Charles Édouard Guillaume: El visionario que revolucionó la precisión en la ciencia

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Charles Édouard Guillaume, nacido el 15 de febrero de 1861 en Fleurier, Suiza, fue un físico pionero cuya incansable búsqueda de la perfección en las mediciones transformó el mundo de la metrología y la horología. Su legado, marcado por el descubrimiento de aleaciones como el invar y el elinvar, le valió el Premio Nobel de Física en 1920, consolidándolo como uno de los científicos más influyentes de su tiempo.

 

Heredero de una tradición relojera—su padre era un artesano relojero—Guillaume se crió en un ambiente donde la precisión y el detalle eran fundamentales. Durante su juventud en Neuchâtel, mostró un gran interés por las ciencias exactas. En 1878 ingresó en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, donde se destacó en física y matemáticas, culminando sus estudios con un doctorado en 1883. Este bagaje académico le permitió abordar los retos de la metrología con una perspectiva innovadora.

 

Carrera en el Mundo de la Metrología

 

Poco después de obtener su doctorado, Guillaume se incorporó al Bureau International des Poids et Mesures en Sèvres, cerca de París. Durante más de 50 años, se dedicó a perfeccionar los instrumentos de medición, trabajando inicialmente como asistente y, tras ascensos sucesivos, llegando a ser director del organismo (1915–1936). Su labor fue esencial para garantizar la precisión en la definición y mantenimiento de los estándares internacionales de longitud y temperatura, fundamentales para el desarrollo científico y tecnológico mundial.

 

Descubrimientos Revolucionarios: Invar y Elinvar

 

Uno de los retos más complejos en la metrología era el efecto de la temperatura en las dimensiones de los materiales. Los cambios térmicos podían provocar expansiones o contracciones que comprometían la exactitud de instrumentos de precisión y dispositivos horológicos.

 

 

(Foto:  A. B. Lagrelius & Westphal, Stockholm)

 

El Invar

 

En 1896, Guillaume descubrió el invar, una aleación compuesta principalmente de hierro (64%) y níquel (36%), que posee un coeficiente de dilatación térmica prácticamente nulo. Esta propiedad revolucionó la fabricación de instrumentos de precisión, ya que permitió la creación de barras y péndulos que mantenían su longitud sin importar las variaciones de temperatura. Gracias al invar, la medición de longitudes, crucial en campos como la geodesia y la fabricación de relojes, alcanzó un nivel de exactitud sin precedentes.

 

El Elinvar

 

Posteriormente, Guillaume continuó su investigación en aleaciones y desarrolló el elinvar (contracción de “élasticité invariable”). Esta nueva aleación, cuya composición le otorgaba un módulo de elasticidad prácticamente constante con la temperatura, se convirtió en un componente vital en la fabricación de resortes para relojes y cronómetros. La estabilidad de la elasticidad eliminó los errores derivados de las variaciones térmicas en los mecanismos de regulación, permitiendo que los relojes mecánicos alcanzaran precisiones anteriormente inalcanzables.

 

Impacto en la Horología y la Tecnología

 

La aplicación de las aleaciones invar y elinvar no se limitó únicamente a la metrología. Gracias a la estabilidad dimensional y mecánica que ofrecían, estos materiales fueron adoptados en la industria relojera, permitiendo la fabricación de cronómetros marinos y relojes de pulsera de alta precisión. Además, su uso se extendió a instrumentos ópticos, componentes de sistemas de medición en laboratorios y hasta en la construcción de estructuras sometidas a variaciones térmicas, como ciertos elementos de ingeniería en la industria del gas natural.

 

Reconocimientos y Legado Científico

 

El trabajo meticuloso de Guillaume en el estudio de las propiedades de las aleaciones le valió el Premio Nobel de Física en 1920, «en reconocimiento al servicio que ha prestado a las técnicas de medida de precisión en Física gracias a su descubrimiento de las propiedades de las aleaciones de acero-níquel». Su carrera estuvo marcada por numerosos honores y distinciones, entre ellos títulos honoríficos otorgados por las universidades de Ginebra, Neuchâtel y París, y la membresía en diversas academias científicas de Europa. Su legado se preserva no solo en los estándares metrológicos modernos, sino también en la Fundación que lleva su nombre, creada en 1945 para apoyar a jóvenes investigadores en el ámbito de la industria relojera.

Fuente de TenemosNoticias.com: noticiasdelaciencia.com

Publicado el: 2025-03-04 04:49:00
En la sección: Ciencia Amazings® / NCYT®

Publicado en Ciencia

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